Una estructura que opera en el Poder Judicial, dispuso los bienes de una persona con un solo pecado: tener el mismo nombre que un deudor demandado. A Peter Neufeld, de nacionalidad canadiense y sin cédula de identidad paraguaya, le despojaron de 500 hectáreas de su propiedad en Filadelfia luego de una artimaña que involucró a jueces, actuarios judiciales y a funcionarios del Registro Público.
La Caja Negra reveló la rosca judicial que terminó perjudicando a una familia que nada tenía que ver en un proceso por deuda impaga, y quien perdió parte de su propiedad en un remate por 250 millones de guaraníes, cuando el inmueble estaba valorizado en 3 millones de dólares.
Ramona Caballero de Neufeld, esposa del canadiense Peter Neufeld, quien falleció en mayo del 2022, se enteró de lo que estaba ocurriendo cuando decidió iniciar el proceso de sucesión, pero no pudo continuar porque había un pagaré “firmado” por su esposo.
“Yo no esperaba que esto pasara porque mi esposo nunca dejó deudas en Paraguay. Si mi marido no moría nosotros no nos íbamos a enterar”, lamentó la mujer.
El caso se remonta a 1998, cuando un ciudadano mexicano, Peter Neufeld Peters, firmó 8 pagarés por 16 mil dólares en calidad de codeudor de una camioneta a la empresa Tapé Ruvicha, que luego ya no se pudo pagar más.
Ante esta situación, el vehículo se devolvió a la empresa y fue puesto a remate, pero quedó un remanente que no se pudo cobrar porque Peter Neufeld Peters no tenía nada a su nombre que pudiera servir como embargo y cobro de la deuda.
Como es de esperarse, la firma Tapé Ruvicha continuó con el juicio y recurrió a varias instituciones solicitando datos en busca de algo de valor que pudiera tener a su nombre el ciudadano mexicano, y así saldar la deuda pendiente, pero tanto Registros del Automotor como Registros Públicos reiteraron en varias ocasiones que el hombre no registraba absolutamente nada.
Insistente, Tapé Ruvicha, a través de su abogada María Silvia Acha, solicitó informes a Registros Públicos sobre dos propiedades. Las mismas que estaban a nombre de Peter Neufeld, canadiense, y no de Peter Neufeld Peters, mexicano.
Omitiendo la existencia de una homonimia y en complicidad de una corrupta estructura judicial, se autorizó el remate de uno de los inmuebles. El mexicano advirtió que la propiedad no le pertenecía, pero eso jamás importó, la venta continuó.
“La que compró el inmueble en remate es María Marta Brun Zuccolillo, que vamos a investigar si la misma también es accionista de la firma Tape Ruvicha o podríamos encontrar algún vínculo” expresó Robin David Miranda, abogado de la familia del canadiense.
El profesional acusó a toda la estructura judicial y a funcionarios del estado de irresponsables y mal intencionados. “El poder judicial va a tener que pedirle disculpas a esta señora por los daños y perjuicios ocasionados y van a tener que pagar todo” agregó el abogado.
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