El 1 de enero de 2021 se recordará como un día histórico en África. Con un retraso de 6 meses debido a la pandemia entró finalmente en vigor el Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano con el consenso de todos los países del continente, excepto Eritrea. El 90% de los bienes y servicios quedarán libres de aranceles entre los países que han ratificado el AfCFTA (African Continental Free Trade Area, por sus siglas en inglés) ante la Comisión de la Unión Africana, esto es actualmente 36 de los 54 países firmantes de la Zona de Libre Comercio Africana (ZLCAf).

Este acuerdo integra el mayor número de países en un único tratado comercial, y se ha llevado a cabo en un tiempo récord desde que se propusiera en la cumbre extraordinaria de Kigali, Ruanda, en marzo de 2018. El proyecto creará el mayor mercado del mundo en cuanto a consumidores potenciales, con una población de más de 1.200 millones de personas.

Heterogeneidad de los países de África

La investigadora principal del Real Instituto Elcano, Ainhoa Marín, manifestó en el webinario organizado por Casa África sobre el tema que, si bien la ZLCAf encierra grandes oportunidades no hay que perder de vista la gran heterogeneidad de los países que la integran. 

Por ejemplo, algunos países cuentan con cierta ventaja frente a otros, como aquellos que ya forman parte de alguno de los 8 bloques económicos regionales con los que contaba África antes de la firma de la ZLCAf, como es el caso de Costa de Marfil, Burkina Faso y Senegal, países donde trabaja HOW2GO: Consultoría Internacionalización y Comercio Exterior. Para estos países el proceso de armonización de los distintos regímenes aduaneros y arancelarios será más fácil en base a la experiencia de los compromisos ya existentes y, presumiblemente, podrán beneficiarse más rápidamente de los beneficios de la ZLCAf.

Sin duda, “el proceso de implementación dependerá de la voluntad política”, tal y como declaró Ainhoa Marín en el citado webinario, y de las características propias de cada país miembro, tanto en el aspecto económico como sociopolítico.

El FMI advierte que los beneficios de la ZLCAf provendrán de la reducción de las barreras comerciales, lo que requerirá de un acompañamiento constante y de inversiones sustanciales a largo plazo. Los resultados dependerán de la apertura de los países y de la fortaleza de los lazos comerciales y políticos intraafricanos.

No será un camino fácil de recorrer, pero el consenso con el que ha arrancado el proyecto y la rapidez con la que este está avanzando, auguran buenas perspectivas de éxito.

Reducción de barreras y aranceles

Aunque ya existe cierto grado de integración económica en las 8 comunidades económicas regionales reconocidas por la Unión Africana, algunos países de África soportan mayores aranceles al exportar a países africanos que al exportar a países fuera del continente.

La ZLCAf busca corregir esta situación reduciendo progresivamente los aranceles al comercio intraafricano y fomentando así la industrialización de África, donde la mayoría de los países están catalogados como “ricos sin recursos”, exportadores habituales de materias primas.

Según el enviado especial de la Unión Africana para la Unión Europea, Carlos Lopes, con la puesta en marcha de la ZLCAf, se estima que el comercio intraafricano se incrementará en un 52,3% en 3 años al eliminar las barreras comerciales que fragmentan su economía y “abriendo vías para que los proveedores regionales de productos procesados lleguen más fácilmente a sus consumidores”.

En suma, con la ZLCAf las necesidades básicas deberían ser más accesibles y asequibles para el consumidor africano medio.

Tendencias de crecimiento en África 

La consolidación de África en una gran área comercial brinda grandes oportunidades para las empresas y consumidores, ya que ambos pueden beneficiarse del crecimiento del mercado africano y hacerlo sostenible.

La integración de la red de transportes y de las infraestructuras energéticas entre los países del continente africano es una condición indispensable para el desarrollo de la ZLCAf y para la implementación de cadenas de valor intraafricanas que permitan la elaboración y la diversificación de productos procesados en el continente.

Con la ZLACf se persigue igualmente que la producción agrícola africana llegue a garantizar la seguridad alimentaria del continente satisfaciendo una demanda siempre creciente impulsada por el crecimiento demográfico del continente.

África apuesta, además, por la transición tecnológica y energética, por una industrialización verde y por nuevas relaciones con la Unión Europea abandonando el modelo de mero exportador de materias primas o productos básicos. Tomado de HOW2GO