Sin embargo, la Administración de Alimentos y Fármacos de EEUU apuntó a que la gente joven que no se haya contagiado, los más mayores o los inmunodeprimidos podrían necesitar dos dosis anuales.
La Administración de Alimentos y Fármacos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) propuso simplificar el calendario de vacunación contra el COVID-19 y que las dosis sean anuales, como es el caso de la gripe común.
En una serie de documentos publicados este lunes en su página web, el regulador estadounidense indicó que es posible que la mayor parte de la población únicamente necesite de una dosis anual para protegerse de la enfermedad, independientemente de las que haya recibido previamente
La FDA apuntó que la gente joven que no haya estado expuesta al COVID, los más mayores o los inmunodeprimidos podrían necesitar dos dosis anuales.
La idea de este organismo sería ir evaluando las posibles nuevas variantes del virus que estén circulando durante el año y elegir una que crea que vaya a ser la prevalente en el otoño siguiente para desarrollar la vacuna, como se suele hacer con la gripe.
En sus documentos, la agencia aboga por crear una sola composición para la vacuna, en vez de lo que ha venido siendo hasta ahora, con una combinación de sueros monovalentes (los empleados en las vacunas contra COVID originales y en el primer refuerzo) y otros polivalentes (los del refuerzo frente a Ómicron).
“La simplificación de la composición de la vacuna debería reducir la complejidad, disminuir los errores en la administración de la vacuna debido a la complejidad de las distintas presentaciones de los viales y aumentar potencialmente el cumplimiento de la vacunación al permitir una comunicación más clara”, detalla la FDA en sus escritos.
Se espera que el Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos de la FDA, un órgano independiente integrado por científicos, evalúe este jueves el futuro de la vacuna de lel COVID en EEUU y vote si apoya o no las recomendaciones del regulador.
Reducción de reinfecciones
Lejos de apaciguarse, luego de 3 años desde su aparición en China y una alta dispersión por todo el mundo, las infecciones por SARS-CoV-2 no se detienen y siguen incrementándose en distintas olas. Es que la aparición de nuevos sublinajes impulsa alzas en los casos de COVID-19 en zonas que habían vuelto a la “normalidad”.
Este aumento en los contagios también ocurre en personas vacunadas y en quienes previamente se infectaron meses o años atrás, aunque en menor medida, como por ejemplo señala un reciente estudio científico.
Una investigación publicada en Nature Medicine encontró que vacunas recientes y refuerzos aplicados reducen la infecciosidad, aunque el riesgo de contagio aún es alto. Los investigadores probaron que la vacunación y el refuerzo, especialmente cuando son recientes, ayudan a limitar la propagación del COVID-19 en las prisiones de California durante la primera ola de Ómicron, según un análisis realizado por investigadores de Universidad California de San Francisco que examinó la transmisión entre personas que viven en la misma celda.
El estudio demuestra los beneficios de la vacunación y el refuerzo, incluso en entornos donde muchas personas todavía se infectan, para reducir la transmisión. Y muestra los efectos acumulativos del refuerzo y la protección adicional que brinda la vacunación a quienes estaban previamente infectados. La probabilidad de transmisión se redujo en un 11 por ciento por cada dosis adicional.
infobae.com (Con información de EFE)
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