Nusret Gokçe , uno de los memes más grandes de Internet, se ha convertido en un elemento básico de la cultura pop en los últimos años y ha generado una legión de imitadores.
Famoso por su estilo exuberante y principalmente por la forma en que echa sal a la carne en su restaurante, la historia del carnicero genera curiosidad. Después de todo, ¿de dónde vino el chico de la sal?
También conocida como Salt Bae, Nusret Gokçe es propietaria de una cadena de restaurantes de alta gama, con más de una docena de establecimientos y unidades en las principales ciudades de Turquía y Dubai, Doha en Qatar, Nueva York y Miami,
Nacido en las afueras de Estambul, Turquía, el ahora famoso chef de varios restaurantes tiene un pasado considerado misterioso. Se sabe que nació en el año 1983 pero se desconoce la fecha exacta.
,Según ha relatado en algunas entrevistas, su infancia fue extremadamente pobre, y dejó la escuela con tan solo 5 años según el Wall Street Journal.
Su padre era buscador de oro y tiene cinco hermanos. Aún así, hay poca o ninguna información sobre su familia.
Poco se sabe también sobre cómo fue su vida en los años siguientes; sin embargo, a los 13 años se convirtió en aprendiz de carnicero, actividad que cambiaría su vida.
Hoy no habla mucho de su pasado, pero asegura que desde entonces se acostumbró a trabajar al menos 14 horas al día. Y dice que mantiene esa rutina hasta el día de hoy, saliendo del trabajo solo después de la medianoche.
En su Instagram comparte su rutina, y además de estar casi todo el tiempo en restaurantes, repartidos por diferentes países, también tiene una rutina constante de ejercicios físicos.
El trabajo como carnicero continuó durante muchos años. De aprendiz pasó a ser un gran conocedor de la carne.
Años después, también trabajó en restaurantes como lavaplatos y ayudante de cocina. Uno era un asador de estilo turco. En el país las casas de carne son bastante comunes y cada una de ellas tiene una particularidad en la forma de servir la carne.
A lo largo de los años de trabajo, Nusret aprendió todo sobre la carne, desde las habilidades de un buen carnicero, hasta la forma correcta de preparar cada tipo de carne, y sus acompañamientos. Mientras aprendía todo lo relacionado con el negocio de la carne, también pasó años ahorrando para cumplir su gran sueño: tener su propio restaurante.
Fue con este espíritu que, en 2007, decidió dejar Turquía y pasar un tiempo en Buenos Aires, Argentina, con el objetivo de aprender aún más sobre la carne y la parrillada. En la tierra de los Hermanos, la carne es quizás el mejor producto local, y objeto de gran admiración por parte de los argentinos. El asado, como se le conoce allí, es una pasión nacional, al igual que el fútbol. De manera similar, o tal vez incluso más fuerte que para nosotros aquí en Brasil.
Durante este período, el turco trabajó como voluntario en algunos restaurantes de Buenos Aires, y también comenzó a dominar la forma argentina de hacer parrillada; y principalmente los cortes locales y el uso de la parrilla, el asado porteño.
Con esta mezcla de conocimientos, regresó a Estambul y cumplió su gran sueño a la edad de 27 años. Abre tu propio asador. Así nació Nurs-et . Un juego con su propio nombre, separado por un guión, para representar la palabra »Et», que en turco significa carne.
El comienzo fue humilde, y el restaurante tenía solo 8 mesas y un equipo de 10 personas, que trabajaban en turnos rotativos durante el almuerzo y la cena.
Desde un principio, la visión de Gokçe fue crear un restaurante lleno de diferenciales en relación a los demás. Además de elegir personalmente cada carne que sirve, también ha establecido un posicionamiento premium para sus productos.
La idea era enfocarse en clientes con mayor poder adquisitivo, que estaban acostumbrados a pagar un precio más alto a cambio de carne de alta calidad.
Para agregar este valor al producto entregado, además de elegir carnes seleccionadas y de alta calidad, Nusret también agregó las técnicas que aprendió a lo largo de los años.
El resultado fueron cortes de carne premium, servidos en tablas de madera, sazonados con flor de sal en la mesa del cliente. El servicio también fue según el precio cobrado. Todo para que el cliente sienta una experiencia única que solo podrá encontrar en ese restaurante.
Con un ticket promedio alto, en un país con constantes problemas financieros, como Brasil, el restaurante tenía una clientela muy restringida; y por eso, el restaurante solo recibía a empresarios, autoridades y celebridades.
Con un objetivo concreto y un posicionamiento muy bien definido, el restaurante empezó a llamar la atención en la ciudad, y también ganó un gran admirador: el multimillonario empresario turco Ferit Sahenk.
Sahenk se convirtió en multimillonario después de vender su participación en el banco turco Garanti Bankasi al banco español BBVA.
El empresario tiene por costumbre invertir en negocios nacientes, y vio en el negocio de Nurset una gran oportunidad. Su fondo llamado Dogus Holding ha invertido más de 9 mil millones de dólares en diversos sectores en las últimas décadas.
A partir de ahí, nació una sociedad entre ambos, que culminó con la apertura de un nuevo restaurante también en Estambul, que logró un éxito aún mayor que el establecimiento original. En la segunda unidad, el restaurante se convirtió en un ambiente más grande y familiar, incluyendo además nuevos platos en la carta.
Además de los tradicionales asados de ternera y cordero, el establecimiento también amplió su gama de productos, y pasó a servir platos crudos como el carpaccio, el steak tartar, y también productos para una clientela aún más VIP: chuletón de ternera envuelto en lámina dorada.
La carta llena de diferenciales, el ambiente de alto lujo, y con un servicio muy particular, el restaurante se ha convertido en un referente nacional. Además de la forma en que los camareros servían la sal, dejando caer una flor de sal sobre el antebrazo; cada uno de ellos puede realizar diferentes actuaciones durante el servicio de comida, creando una especie de espectáculo en cada oportunidad.
Con este conjunto, el restaurante se convirtió en el favorito de celebridades y futbolistas de equipos locales como Galatasaray, Fernebaçhe y Besiktas.
El éxito fue tan grande que el restaurante abrió otras unidades en Estambul, y más tarde en la capital Ankara.
En 2014, el restaurante también inició su expansión internacional, abriendo una unidad en Dubái y otra en Doha, Qatar.
Todos con el mismo espíritu y posicionamiento.
Por todos estos elementos, la cadena de restaurantes se volvió muy rentable, principalmente por el alto precio cobrado.
Sin embargo, fue en 2017 que el mundo conoció a Nusret Gotçe, cuando un video de su actuación durante el servicio de carne en el restaurante se viralizó en las redes. En él, el cacique salpimentaba la carne a su manera característica. Desde entonces, ya presentó su habitual uniforme de trabajo. Una blusa blanca y pantalones negros. Además de las gafas con montura dorada que siempre lleva consigo. Incluso durante la noche.
El video se volvió viral en todo el mundo y en poco tiempo, el carnicero se convirtió en un símbolo de la cultura pop, un verdadero meme humano. Y se ganó el apodo de Salt Bae, el novio de la sal, en traducción literal.
Y al contrario de lo que pensaba la mayoría de la gente, Nusret ya tenía éxito antes del éxito del video.
Aún así, la fama ha hecho que su ya exitoso restaurante se haya convertido en un punto turístico en Estambul, y la fama también se ha colado en los otros restaurantes, que dividen su atención y lo hacen viajar constantemente.
Debido al enorme éxito, el restaurante ahora tiene colas que pueden durar horas, y se ha vuelto necesario reservar mesas para fechas futuras.
Además, la cadena también ganó nuevas unidades, una de ellas en Miami y otra en Nueva York. En unidades americanas el precio es incluso más elevado que en Turquía, y un bistec de unos 500 gramos sacado del solomillo junto con las costillas de la ternera, cuesta una bagatela de 130 dólares. El bistec se llama bistec otomano, o filete otomano, y se sazona con mostaza.
Todas las carnes se cortan en la mesa, delante del cliente. E inmediatamente se vierte sal sobre la carne, de la misma manera que hizo famoso al chef en todo el mundo.
Y lo más curioso es que, según él, la forma de servir la sal no era para llamar la atención, sino para repartir mejor la sal sobre la carne.
Además de carnes, la cadena también ofrece bebidas, postres turcos y cuenta con una tienda de souvenirs que contiene camisetas con el estampado del chef, cuchillos, tenedores, instrumentos para barbacoa, delantales y otros artículos. También se vende a precios considerados elevados.
La expansión internacional incluso programó la apertura de unidades en Londres, e incluso se consideró una unidad en São Paulo. Sin embargo, el proyecto se frenó, principalmente por la alta devaluación de la moneda turca, la lira turca; que ha perdido mucho valor en los últimos años.
Aun así, la cadena abrió unidades en Abu Dabi y en la isla de Mykonos, en Grecia, totalizando 15 unidades.
El éxito llamó la atención de los fondos Temasek, de Singapur y la británica Metric Capital. Y en 2018, la pareja compró el 17 por ciento del negocio por 200 millones de dólares.
Aún así, debido a las crecientes tensiones y la alta devaluación de la moneda turca, la cadena acumuló deudas en sus operaciones en Turquía; creado principalmente para aprovechar el éxito y la fama de Nusret en las redes sociales. Debido a esta deuda local, la red renegoció algunos compromisos.
A pesar de la deuda de la cadena, el empresario ha estado creando recientemente otras fuentes de ingresos, como la producción de pan y el servicio de cafetería.
No hay una cifra exacta sobre la fortuna del carnicero actualmente, pero se rumorea que tiene más de 30 millones de dólares en activos.