Para comenzar, la heladera debe estar lo más limpia posible, lo recomendable además de limpiarla con regularidad, es cuidar muy bien lo que guardamos en ella.
Es aconsejable guardar todos los alimentos previamente lavados y secados (ej. bolsas de leche, yogur, recipientes de vidrio, etc) así como desechar posibles focos de infección como puede ser un vegetal en mal estado.
El lavado de los vegetales y frutas debe ser minucioso hoja por hoja, dejando debajo del grifo del agua para que arrastre la suciedad y luego dejarlas en reposo 10-15 minutos en agua (por litro de agua utilizado, 1 cucharita de hipoclorito de sodio) para lograr una buena higiene de estos alimentos.
Asimismo, al momento almacenar alimentos en el refrigerador, debemos guardarlos y taparlos adecuadamente para que éstos no liberen olores, sabores, ni derramen posibles líquidos que promuevan una contaminación cruzada. Por otro lado, debemos cuidar la temperatura que es recomendable ajustar regularmente en función de la temperatura exterior. Para ello, lo ideal es bajar la temperatura de la heladera en verano y subirla levemente en invierno, para que aun cuando se abre y se cierra con frecuencia, el refrigerador mantenga una temperatura de entre 4 y 5 grados.
En la parte superior de la heladera debemos colocar los alimentos más frescos, tales como las leches, los yogures, quesos para untar o quesos frescos, y otros lácteos.
En la puerta del refrigerador es aconsejable colocar las conservas, los aderezos, las mermeladas y bebidas abiertas que se conservan por más tiempo y no sufren ante los cambios de temperatura que surgen cada vez que se abre la heladera.
En la parte inferior del refrigerador colocaremos las carnes, pescados y fiambres o embutidos. Siempre es aconsejable colocarlos sobre un recipiente que contenga los posibles líquidos del alimento.
En los cajones es recomendable guardar frutas y vegetales frescos, siempre considerando que las hojas verdes deben ubicarse alejadas del congelador, porque pueden quemarse fácilmente con el frío del mismo, por lo que si tienes el congelador debajo de los cajones, mejor sacarlas de allí y ubicarlas más arriba en la heladera.
Es aconsejable ubicar los alimentos según fecha de caducidad, es decir, los que caducan antes adelante y los que tienen mayor vida útil atrás, para consumir evitando el vencimiento de los ingredientes.
No sobrecargar la heladera dejando cosas arriba de otras y poco espacio entre ellas, pues esto y limita la circulación de aire dentro de la misma y distribuye de forma desigual el frío, lo cual puede afectar la conservación de los alimentos.
También es importante señalar la fecha en que se abrieron determinados alimentos o recipientes, así como la fecha en que se guardaron para no ingerir alimentos caducados después de abiertos o tras mucho tiempo de haber sido refrigerados.
Las frutas y verduras pueden guardarse libremente, sin colocarlas en bolsas ni recipientes cerrados, si prefieres guardarlos en bolsa, lo aconsejable es hacerle pequeños agujeros para que entre aire y se conserven por más tiempo. Es mejor conservarlas en piezas enteras, con su piel, pues cuando se guardan en trozos pierden más rápido sus nutrientes y demás propiedades a causa de la oxidación.
Es fundamental proteger las propiedades de los alimentos que guardamos en ella, de manera que verdaderamente nuestra heladera colabore con la salud del organismo proporcionando alimentos inocuos y al mismo tiempo, nutritivos.
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