La Artrosis u Osteoartritis (OA) es una enfermedad que generalmente afecta más a pacientes de sexo femenino, de 45 años o más, y está asociada al sobrepeso, el sedentarismo y también a lesiones articulares previas. Es una causa importante de discapacidad, lo que resulta en una reducción de la fuerza laboral y social, comprometiendo negativamente en la calidad de vida.
El licenciado en Kinesiología y Fisioterapia de la Facultad de Ciencias Médicas, Hospital de Clínicas, Arturo Sequera, refirió que la osteoartritis tiene mayores implicancias para los servicios hospitalarios, predominantemente relacionado con la cirugía de reemplazo de articulación de rodilla. Lo que conlleva a una demanda creciente para los servicios de salud, obligando a que sean efectivos y eficientes en el manejo de esta condición crónica común y con una proyección en aumento.
Dijo además que la enfermedad tiene un impacto socioeconómico, pues no solo implica gastos en cuanto a atención médica sino también en los costos de productividad (no sanitarios), como la reducción en la capacidad de la fuerza de trabajo, pérdida de ingresos fiscales, costos sociales, psicológicos y de calidad de vida. “Estas pueden ser una carga considerable para las personas más jóvenes, que a menudo se encuentran en los años pico de obtención de ingresos. El impacto de la osteoartritis de rodilla en las personas más jóvenes, plantea una importante amenaza a la productividad de la fuerza de trabajo”, señaló.
Cabe mencionar que la Osteoartritis fue la segunda condición de salud crónica clasificada (después del dolor de espalda) que contribuyeron a la pérdida de fuerza laboral y de productividad en personas de 45 a 64 años, en el 2010. Esta misma clasificación relativa se prevé que continúe en el 2030.
Basado en datos estadísticos de los EE.UU., el riesgo de desarrollar osteoartritis de rodilla en adultos mayores de 25 años, es del 13.8% y con riesgo sustancialmente más alto en mujeres obesas (23.9%, o casi 1 de 4). En la última década, hasta el 2014-15, los reemplazos totales de la articulación de la rodilla aumentaron en un 29%, es decir de entre 133 a 172 por cada 100,000 habitantes (Especialmente en pacientes mujeres).
Con el objeto de desacelerar esta proyección de aumento de las condiciones de salud músculo esquelética que podrían enfrentar el sistema de salud en el futuro; las estrategias de manejo en atención primaria desde la Kinesiología pueden aumentar la capacidad funcional y la calidad de vida en personas con osteoartritis de rodilla sintomática, y en última instancia, puede diferir la necesidad de cirugía de reemplazo, impactando así en los costos del sistema de salud, como los gastos en la población.
“Mejorar la salud de la población a través de la educación pública y estrategias preventivas de salud tales como la reducción de las tasas de obesidad y relacionadas con lesionas del trabajo o del deporte, son modelos de atención basados en la evidencia para guiar la salud”, sostuvo el kinesiólogo.
Por lo que los cuerpos sanitarios en todo el mundo han desarrollado guías de práctica clínica para promover el manejo de la OA de rodilla, basados en pautas, recomendaciones y evidencias sostenibles como:
– El papel crítico de la educación y el apoyo del paciente para el automanejo.
– La importancia de la pérdida de peso y el ejercicio.
– Uso RAZONABLE de medicamentos para controlar los síntomas.
Dijo que otra recomendación importante es el diagnóstico oportuno a través del examen funcional y clínico, sin la necesidad de rayos X o imágenes por resonancia magnética que en la mayoría de las presentaciones son sobre utilizadas para confirmar el diagnóstico de rodilla OA, sin que aún se hayan tomado medidas terapéuticas eficaces.
Mientras que las imágenes pueden detectar “cambios en la articulación de la rodilla, como pérdida de cartílago, lesiones óseas y esclerosis, estrechamiento del espacio articular y la degeneración meniscal”. Cambios que generalmente están relacionados con la edad y no se correlaciona de manera confiable con dolor y otros síntomas de osteoartritis. Los estudios de imágenes solo se recomiendan cuando hay incertidumbre en el diagnóstico.
A pesar de la creciente evidencia de los beneficios de la no cirugía como primera línea y la no dependencia de fármacos para el manejo, se observa que con la pérdida de peso (si fuera necesaria), la actividad física y el plan de automanejo activo, los estudios sugieren que aún así existe una subutilización de estas estrategias claves en el tratamiento.
Uno de cada tres pacientes informa insatisfacción con los resultados del procedimiento quirúrgico, destacando la importancia de abordar las expectativas de los pacientes antes de la cirugía y optimizar la selección de pacientes para mejores resultados quirúrgicos.
“Un paciente con planes quirúrgicos con tratamiento Kinésico previo, puede dilatar la cirugía o mejorar los resultados postoperatorios. En consecuencia, apoyar a los pacientes a participar en estos componentes de cuidado y la realización de movimientos y ejercicios activos de una manera sostenida tiene la mejor oportunidad para optimizar los resultados para los pacientes y el sistema de salud (Operados o no)”, destacó.
Según la evidencia científica, no existe un consenso en cuanto a una dosificación exacta o una terapéutica kinésica específica para combatir la Artrosis. Sin embargo, de lo que sí estamos seguros es que el manejo de la movilidad articular, el mejoramiento de la fuerza de los miembros inferiores y la actividad física regular, están en estrecha relación al dolor y al grado de funcionalidad, afectando directamente a la calidad de vida del paciente”, concluyó.
El Servicio de Kinesiología y Fisioterapia del Hospital de Clínicas atiende de lunes a viernes de 07:00 a 15:00 hs. Las consultas se realizan por derivación de un médico traumatólogo. El paciente debe enviar una foto de la orden médica para agendar cita vía WhatsApp al 0974-737455.
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