En México, cada nueve minutos se produce una muerte por el consumo de tabaco, lo que equivale a 65,000 decesos al año, según el Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones de la ciudad de México.
Ante este panorama, han surgido diferentes opciones para erradicar el tabaquismo como gomas de mascar y parches, pero la tendencia que va en ascenso es la de los cigarros electrónicos. Sin embargo, ¿en realidad son una opción para dejar de fumar? A continuación una lista de mitos y realidades sobre estos dispositivos:
¿Qué son?
El estadounidense Herbert A. Gilbert fue quien creó la primera patente en 1965 con el objetivo de sustituir el humo del cigarro tradicional, considerado perjudicial, por un vapor inofensivo. En su momento tuvo éxito, pero quedaron en el olvido. Fue hasta 2003 que China desarrolló y comercializó el dispositivo que no tardó en adquirir fama a través de internet y hoy su consumo es considerado por muchos como una alternativa para combatir el vicio del cigarro tradicional.
¿Cómo funcionan?
Son dispositivos que tienen forma de cigarro, puro o pipa de agua. Funcionan con baterías y un líquido que puede o no contener nicotina y algún sabor. Cuando el líquido en el cartucho está caliente, se convierte en el vapor que la gente inhala.
¿Ayuda a dejar de fumar?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que sólo 1% de las personas que “vapean” consigue dejar de fumar. Sin embargo, hay consumidores como Meily Villaseñor que aseguran que si bien no son un producto que elimina el vicio, “sí ayuda a bajarle a la dosis de cigarros tradicionales”. Por su parte, Gonzalo Condado, un exconsumidor del cigarro electrónico considera que aunque sí podrían apoyar a la gente a disminuir su adicción, “la principal problemática es conseguir los repuestos y por eso no se pueden medir los pros y los contras”.
¿Son dañinos para la salud?
La doctora Lourdes García, asesora de la Oficina Nacional para el Control del Tabaco de la Secretaría de Salud afirma que sus efectos a la salud, a corto y largo plazo, son en las vías respiratorias. Además, señala que “en el cigarro electrónico las concentraciones de nicotina inhaladas no están reguladas por lo que es necesario hacer más investigaciones al respecto”.
En 2009 la FDA alertó de la presencia de agentes cancerígenos y de sustancias tóxicas en estos productos, sin embargo, debido a que no han sido estudiados por completo se desconocen los riesgos de salud que podrían presentar, cuánta nicotina u otros químicos son inhalados en realidad, o si existe algún beneficio en utilizarlos.
¿El vapor afecta a los consumidores pasivos?
Mientras que el humo de cigarrillo normal puede generar problemas leves como náuseas e irritación en las vías respiratorias en los fumadores pasivos, por no mencionar que a largo plazo pueden ocasionar cáncer, en el caso de los llamados ‘e-cig’ los princopales efectos son irritaciones en ojos y garganta, y puede empeorar problemas respiratorios, sostiene la neumóloga Lourdes García.
¿Qué diferencias hay entre “vapear” y fumar?
Meily Villaseñor, consumidora y vendedora de este tipo de productos, manifiesta que “el cigarro electrónico es puro vapor y aunque hay los que tienen nicotina, no es la misma cantidad y tampoco tienen las otras sustancias tóxicas que le añaden al cigarro convencional”. Un cigarro tradicional contiene más de cuatro mil sustancias tóxicas que provocan enfermedades respiratorias y cáncer, por ejemplo.
Un mercado ilegal en México
La OMS y el Convenio Marco para el Control del Tabaco sostienen que el cigarro electrónico no es un tratamiento sustitutivo con nicotina que tenga eficacia demostrada y desaconsejan su uso hasta que su seguridad y calidad hayan sido aprobadas por un organismo regulador.
La doctora Lourdes García señala que “en México la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) prohíbe su uso, comercialización y venta”, y considera que en nuestro país “ésta es un área de oportunidad para iniciar una investigación amplia acerca de estos dispositivos que al momento parecen ser más nocivos que benéficos”.
Sin embargo, a pesar de estas posiciones por parte de las autoridades de salud, estos dispositivos han reportado un incremento en su uso a nivel mundial. En México el negocio es ilegal ya que no existe una regulación al respecto. “Sí hay un mercado underground que es fiel a estos productos y en cuanto se les acaba el líquido van y lo compran”, afirma Meily Villaseñor.
En 2003, China comenzó a comercializar los cigarros electrónicos bajo la marca Ruyan. En 2006 llegaron a países europeos como España, es uno de los mayores consumidores de la zona, en donde las ventas facturaron 24.6 millones de euros en 2013 (más de 430 millones de pesos).
En EU se ubicaron en 724 millones de dólares en el año fiscal terminado el 12 de abril pasado (más de 9,300 millones de pesos), 72% por encima de lo que fueron en el mismo periodo el año pasado, según Nielsen, una firma de investigación.
FUENTE CNN
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