Son 500 las familias afectadas por la acumulación de agua, de las cuales 100 dejaron sus casas y otras viven rodeadas. Los barrios más castigados son Niño Jesús y Villa Rural. Esperan más ayuda.
La comunidad de Pozo Colorado, Departamento de Presidente Hayes, Chaco, sigue en estado de emergencia, porque más de 600 personas tuvieron que abandonar sus viviendas por la inundación a causa de agua de lluvia. Necesitan más ayuda y asistencia médica de urgencia. Las actividades educativas pararon totalmente.
El repunte de los riachos cercanos, las permanentes lluvias y la falta de un sistema de canalización serían las causales de la grave inundación que actualmente afecta a más de 500 familias, cuyas viviendas se encuentran en el agua.
Alrededor de 100 familias tuvieron que abandonar sus casas refugiándose en la iglesia, escuela, colegio, institución militar, rotonda, capilla, iglesia evangélica y casas particulares, donde son asistidas parcialmente por la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), según los mismos afectados.
Por su parte, otras se niegan a abandonar sus viviendas y se quedan en ellas con el peligro que implica la presencia de alimañas, especialmente serpientes.
Los barrios más castigados son Niño Jesús y Villa Rural. En el primero hay como 400 familias y en la segunda 120. Para ingresar a estos lugares solo se hace en tractor.
En el lugar se puede observar que hay casas abandonadas, otras con algunos ocupantes. También hay animales menores que se encuentran en los lugares más altos. Las aves domésticas se encuentran apostadas en los árboles.
Algunas personas que fueron evacuadas hacen el esfuerzo de ingresar a sus viviendas para verificar sus pertenencias por una cuestión de seguridad.
ASISTENCIA. La SEN distribuyó esta semana 388 kits de víveres, 60 carpas, 30 colchones y 30 frazadas, según explicó Leonardo Ávalos, presidente de la Comisión de Emergencia local.
Sin embargo, para los damnificados la asistencia es insuficiente, porque no alcanza a todos los afectados. “Necesitamos que los víveres alcancen a todos. Acá solo se distribuye un kit para cada vivienda, sin embargo, en una casa vivimos dos o tres familias, como en mi caso”, dijo Bernarda Villanueva, pobladora del barrio Villa Rural.
Mirta Lorena Ortiz, otra afectada por la inundación indicó, que pese a la asistencia de Emergencia Nacional, precisan calzados, botas y ropas, porque con la seguidilla de lluvias no pueden secarse las que tienen y los chicos andan descalzos en las calles y patios húmedos.
EDUCACIÓN. Otro aspecto grave que se presenta a raíz de la inundación es la paralización de las actividades educativas. Tanto el colegio como la escuela de la ciudad dejaron de tener actividades desde hace una semana. La escuela de internados San Isidro, distante a 10 kilómetros de Pozo Colorado, con 350 alumnos fue totalmente evacuada.
La escuela de internados Hogar Mis Amigos con 40 niños, aún activa a medias, ya que los padres no retiraron en su totalidad a sus hijos.
Salud. También es preocupante la situación sanitaria de los damnificados, ya que el Centro de Salud de Pozo Colorado carece de medicamentos. Ni siquiera médico tenía en los últimos días.
María Medina, otra evacuada en la iglesia local, indicó preocupa el estado de salud de los niños que están en la humedad y sin asistencia médica. “El Puesto de Salud nada tiene, el médico no está y tenemos que llegar a Concepción, Asunción o Filadelfia en casos graves”, destacó.
FUENTE ULTIMA HORA
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