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El grupo terrorista libanés cometió decenas de atentados, asesinando a miles de víctimas. Desde secuestro de aviones y ejecuciones sumarias, hasta ataques contra sedes diplomáticas en todo el mundo. Hoy se cumplen 20 años del ataque contra la Asociación Mutual Israelita Argentina
 
 
Su germen podría remontarse al advenimiento de un nuevo régimen en Irán, en 1979. Sin embargo, para la mayoría de los autores y analistas, el Partido de Dios o Hezbollah -como es popularmente conocido- nació formalmente en el Valle de Bekaa en 1982, durante la Primera Guerra del Líbano. Iniciada el 6 de junio de ese año, el grupo terrorista tuvo un papel fundamental en la resistencia libanesa.
 
Desde entonces, tejió un manto de muerte y terror a su paso, no sólo en esa porción territorial de Medio Oriente, sino en todo el mundo. Entre sus principales objetivos se cuentan israelíes, libaneses, norteamericanos y franceses, alrededor del planeta, sin importar los daños colaterales.
 
DESDE 1982, HEZBOLLAH COMETIÓ MÚLTIPLES ATENTADOS. SUS OBJETIVOS: CIUDADANOS ISRAELÍES, NORTEAMERICANOS, LIBANESES Y FRANCESES
 
Su accionar marcó una época y fue mutando con el correr del tiempo, a medida que las exigencias de seguridad complicaban la logística de sus emboscadas. Inmolaciones en nombre de la yihad, secuestros de aviones comerciales, coches bomba, rapto de civiles, asesinatos a sangre fría: los métodos de Hezbollah han sido múltiples a lo largo de sus 32 años de historia. Sus fuentes de financiamiento y su red de “amigos”, también.
 
En lo formal, el Partido de Dios siempre pretendió mostrarse como una agrupación política con una rama militar. Sin embargo, esa división es evidentemente indisoluble desde lo práctico y lo formal. Sus actos son ordenados por el jefe supremo de la banda, Hassan Nasrallah. Nasrallah es el pope terrorista y también el líder político del movimiento. Es el rostro público del grupo y quien envía los mensajes de terror a sus enemigos, tanto locales como extranjeros, desde 1992, cuando sucedió al ex líder Abbas Al-Musawi.
A lo largo de su carrera, dirigió los más sangrientos ataques de Hezbollah. En total se registran más de 30 atentados terroristas en los cuales se tiene certeza firme de la participación de la agrupación libanesa, sin contabilizar los más de 90 secuestros de civiles y sus posteriores asesinatos. Tampoco se toma en cuenta las múltiples incursiones en territorio israelí y el lanzamiento de sus misiles contra poblaciones, que dejaron un tendal de muertos.
 
Pero Hezbollah no actúa sólo. Cuenta con una compleja y extendida red internacional de células que proveen dinero, armas y logística a la banda terrorista. Estos grupos se extienden por todo Medio Oriente, Europa, África, Asia y América Latina, donde con mayor libertad logran moverse.
 
HEZBOLLAH CAPACITA A GRUPOS TERRORISTAS EN LA FRANJA DE GAZA Y MANTIENE ESTRECHOS VÍNCULOS CON EL RÉGIMEN IRANÍ
 
Sus alianzas con otros movimientos extremistas se revelan en cada uno de los actos que estos comenten. La huella de Hezbollah siempre aparece. Exportó sus conocimientos terroristas a Hamas y la Yihad Islámica Palestina en la Franja de Gaza, donde se convirtió en el principal proveedor de armamentos, financiación e instrucción.
 
Mantiene un vínculo estrecho con las Fuerzas Quds iraníes. De esta fuerza de élite iraní, recibe adiestramiento, sobre todo, para su accionar en Siria, donde trafica orientación, formación militar, inteligencia y armas de avanzada. La relación con el régimen de Bashar al Assad es fluida y de mutua conveniencia. Su afinidad étnica y religiosa los coloca en un plano de similar comunión. La alianza chiíta-alawita contra los sunitas es de largo plazo, con la que además comulga el régimen iraní.
 
Junto a Al Assad, mantienen en la actualidad un plan sistemático común: el asesinato, secuestro, amenaza y extradición de opositores sirios tanto en territorio propio como desde el Líbano. Son miles los sirios que reciben entrenamiento en el Valle de Bekaa, “capital” de Hezbollah y donde más seguidores reúne.
 
El grupo terrorista también actúa militar y políticamente en Yemen, donde ayudó a entrenar a los rebeldes chiítas houthis en su rebelión contra el gobierno central.
 
LA TRIPLE FRONTERA EN AMÉRICA LATINA ES “UN ESPEJO” DE LA ZONA DE BEIRUT CONTROLADA POR HEZBOLLAH
 
 
 
En América Latina, su presencia se remonta a los años de su nacimiento como organización terrorista. La Triple Frontera, que comprende los límites geográficos de Brasil, Paraguay y la Argentina, es el lugar ideal para confundirse en el entramado social y comercial de la zona y comprar voluntades. Se calcula que más de 100 millones de dólares vuelan desde la frontera tripartita hacia el Líbano.
 
La cadena de mando de Hezbollah para cometer atentados en el exterior es sencilla. La cabeza de la banda es Nasrallah, quien siempre consigue el visto bueno de Irán para llevar a cabo sus ataques. Su segundo es Mustafá Badr Al-Din, jefe operativo de misiones, quien da órdenes a Talal Hamiya, líder de la unidad de misiones en el exterior. Éste entra en contacto con las células en el extranjero, quienes ejecutan los planes.
Hasta su muerte, el 12 de febrero de 2008 durante un operativo en Damasco, el jefe táctico de Hezbollah era el temible Hajj Imad Fayez Mughniyeh, al que diversos autores catalogan como “el Osama Bin Laden de la década de 1980”.
 
Mughniyeh es considerado un “mártir” dentro del Valle de Bekaa y su (supuesta) tumba es visitada por cientos de extremistas que le rinden honores. Participó en los más sangrientos atentados perpetrados por el grupo terrorista y aún hoy cuenta con un pedido de captura internacional, ya que su deceso no fue confirmado fehacientemente. Fue clave en los ataques contra la AMIA en Buenos Aires, Argentina, y en el secuestro de un avión comercial norteamericano y otros operativos.
 
Tanto Mughniyeh como su cuñado Badr Al-Din son considerados los terroristas más “eficientes” de Hezbollah por los analistas. Protagonizaron los ataques más importantes de la agrupación en las décadas de 1980, 1990 y 2000.
 
MUGHNIYEH Y BADR AL-DIN SON LOS TERRORISTAS “MÁS EFICIENTES” DE HEZBOLLAH. EL PRIMERO FUE DADO POR MUERTO Y EL SEGUNDO OCUPÓ SU LUGAR EN LA CADENA DE MANDO
 
Fue la estructura de este grupo comandado por Nasrallah el que incorporó un nuevo concepto en la forma de cometer atentados: la Istishhad o “muerte de mártir”. Consiste en moldear a un soldado -en su mayoría jóvenes- para que ofrezca su vida por el islam. Al “mártir” se lo convence de que su accionar lo transportará de inmediato al Paraíso y la salvación. Este método criminal fue “exportado” por Hezbollah a otros grupos como Hamas en la Franja de Gaza.
 
 
 
Los atentados de Hezbollah
 
El siguiente es un listado cronológico de los ataques terroristas del grupo libanés en los que se comprobó su autoría y participación activa:
 
– 18 de abril de 1983: Hezbollah inaugura su ola de terror al hacer explotar un coche bomba en la Embajada de los Estados Unidos en Beirut. Utilizó 900 kilos de explosivos. Hubo sesenta víctimas mortales, entre ciudadanos norteamericanos, libaneses y visitantes de diferentes nacionalidades. Más de 120 heridos.
– 26 de agosto de 1983: un avión de Air France fue secuestrado en Austria.
 
– 23 de octubre de 1983: un camión bomba con 5 mil kilos de TNT atravesó los portones de una base militar norteamericana y la Unidad Francesa Internacional en Beirut. Murieron 241 soldados norteamericanos y 58 franceses.
– 12 de diciembre de 1983: ataques simultáneos a las embajadas de EEUU y Francia en Kuwait. En ambos atentados, el modus operandi fue idéntico: coches bomba. En total cinco muertos y varios heridos en ambas sedes diplomáticas. Al mismo tiempo, cerca de allí otro explosivo en un vehículo estalló en una refinería y en una torre de control del aeropuerto internacional, dejando un muerto como saldo trágico.
 
– 18 de enero de 1984: comienzan los asesinatos de Hezbollah en la propia Beirut. El primero de la serie es el presidente de la Universidad Americana en la capital libanesa Malcolm H. Kerr. Un disparo en la nuca terminó de inmediato con su vida.
 
– 31 de julio de 1984: secuestro de otra aeronave de Air France mientras cubría la ruta Frankfurt-París. Hezbollah corrió su plan de vuelo hacia Irán, donde lo hicieron explotar.
 
– 3 de diciembre de 1984: un avión de Kuwait Airlines partió de la capital kuwaití con destino a Pakistán y fue secuestrado en pleno vuelo. Desviaron su ruta a Teherán. Dos miembros de la Agencia para el Desarrollo Internacional fueron ejecutados por los extremistas. Otros pasajeros y tripulantes sufrieron torturas.
 
– Finales de marzo de 1985: ocho ciudadanos israelíes fueron secuestrados en una operación coordinada en Wadi Abu Jamil, Beirut. Entre ellos se encontraban prominentes figuras de la comunidad en el Líbano. Hezbollah reclamó la liberación de terroristas detenidos, exigencia no atendida. Como represalia, los asesinaron uno por uno. Algunos cuerpos nunca fueron recuperados.
 
– 25 de mayo de 1985: el temible Mustafá Badr Al-Din planificó el atentado, que tenía como finalidad exterminar al emir de Kuwait, el jeque Jaber Al-Ahmad Al Sabab. El emir se salvó por poco del coche bomba conducido por un “mártir” que explotó en su cortejo. Pero sus guardaespaldas, como también un transeúnte, murieron.
 
– 14 de junio de 1985: terroristas de Hezbollah secuestraron otro avión comercial. Esta vez fue el turno del vuelo 847 de TWA, cuyo plan de vuelo era Atenas-Roma. Imad Mughniyeh, Hassan Izz al-Din y Mohammed Ali Hammadi abordaron el avión y lo desviaron a Beirut. Luego harían que despegara hacia Argel y volviera a cubrir la misma ruta otras dos veces. En una de esas paradas, asesinaron a un miembro de la Marina de los Estados Unidos, Robert Dean Stethem, cuyo cuerpo fue arrojado a la pista de aterrizaje. La imagen recorrió el mundo.
– Febrero, marzo y septiembre de 1986: tres series de atentados simultáneos bañaron de sangre París en esos meses. Los blancos fueron centros comerciales, trenes interurbanos repletos de pasajeros, el metro, los Campos Eliséos y la Torre Eiffel. En total once personas perdieron la vida y 220 fueron heridas.
 
– 18 de septiembre de 1986: en un barrio residencial de Beirut, Hezbollah ejecuta de tres disparos en la cabeza al agregado militar de Francia en el Líbano Christian Gouttiére.
 
– 24 de julio de 1987: otro avión, esta vez de Air Afrique, en ruta hacia el Congo es secuestrado sobrevolando Milán. Los terroristas lo desvían a Ginebra, donde pretenden reabastecerse y seguir ruta. Asesinan a un turista francés y una azafata es herida de gravedad. Las autoridades suizas no aceptan las exigencias de Hezbollah y toman el control del avión. El grupo terrorista comienza a cometer atentados contra objetivos suizos tanto en Beirut (en su embajada) como en Ginebra.
 
– 5 de abril de 1988: un Boeing 747 de Kuwait Airways fue secuestrado en pleno vuelo de Bangkok hacia Kuwait. Tres de los pasajeros eran miembros de la familia real de Kuwait. El episodio duró 16 días. En Larnaca, Chipre, asesinaron a dos pasajeros. Los cadáveres fueron tirados del avión. El destino final fue Argel, donde liberaron a los sobrevivientes.
 
– 17 de noviembre de 1988: agentes de Hezbollah secuestraron a más ciudadanos suizos, uno de ellos Peter Winkler, responsable de la Cruz Roja en el sur del Líbano. Winkler fue interceptado por tres miembros de la banda terrorista que viajaban en un BMW. Fue liberado al poco tiempo.
 
– 6 de octubre de 1989: otros dos integrantes de la Cruz Roja, Emmanuel Christen y Elio Erriquez, fueron raptados. Fueron liberados en Damasco.
 
– 17 de marzo de 1992: un coche bomba con 300 kilos de TNT conducido por un terrorista de Hezbollah impacta contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, Argentina. Una agrupación ficticia llamada Yihad Islámica se atribuye el ataque. Provocó 29 víctimas mortales y 242 heridos. En 1999, el máximo tribunal argentino determinó la autoría de la banda terrorista libanesa e identificó a Imad Mughniyeh como su ideólogo.
 
– 11 de marzo de 1994: atentado frustrado contra la Embajada de Israel en Bangkok, Tailandia. El atacante conducía una camioneta de carga, salió de un estacionamiento a 200 metros de su objetivo y chocó contra una moto-taxi. Abandonó el lugar y la policía encontró el vehículo con mil kilos de explosivos y detonadores.
 
– 18 de julio de 1994: otro ataque en Buenos Aires, esta vez contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), dejó como saldo 85 muertos y más de 300 heridos. La furgoneta que impactó contra el edificio llevaba 400 kilos de explosivos y era conducida por Ibrahim Hussein Berro Mohsen, cuya familia vive aún en el Valle de Bekaa, corazón de Hezbollah. La autoría del atentado fue ampliamente comprobada por la Justicia argentina. La participación de una célula en la Triple Frontera también fue determinante para el crimen de lesa humanidad, perpetrado hoy hace 20 años.
 
 
Centro de Documentación e Información sobre Judaísmo Argentino “Marc Turkow” de AMIA
-26 de julio de 1994: una bomba estalló a pocos metros de la Embajada de Israel en Londres. Más de 20 civiles resultaron heridos. Pocas horas después, un coche bomba explotó en otra organización israelí.
 
– 25 de junio de 1996: atentado en las Torres Khobar, en Arabia Saudita. Murieron 19 miembros de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
 
– 12 de marzo de 2002: dos terroristas palestinos instruidos por Hezbollah cruzaron la frontera norte de Israel por el Líbano. Asesinaron con armas automáticas a cinco civiles y a un soldado.
 
– 24 de abril de 2003: un atacante que se comprobaría era financiado por el grupo terrorista liderado por Nasrallah se inmoló en la estación de tren de la ciudad israelí de Kfar Saba. Un muerto y 15 heridos.
 
– 30 de marzo de 2006: otro “mártir” fundamentalista se detona en un autobús, en Kedumim, Israel. Cuatro ocupantes murieron. El extremista fue financiado e instruido por Hezbollah.
 
– 12 de julio de 2006: Hezbollah anuncia el asesinato de tres soldados israelíes y el secuestro de otros dos en el pueblo de Zar’it, en la frontera con el Líbano. Los oficiales Eldad Regev y Ehud Goldwasser fueron ejecutados y sus cuerpos entregados a sus familias dos años después.
 
– Mayo de 2008: atentado frustrado contra la Embajada de Israel en Bakú, Azerbaiyán. Participaron Alí Karaki (unidad de operaciones exteriores de Hezbollah) y Najem Alí Al-Din, especialistas en explosivos. La célula fue interceptada antes del ataque.
 
– 26 de mayo de 2011: ataque contra el cónsul israelí en Estambul, Turquía. Ocho ciudadanos turcos resultaron heridos. Miembros de Hezbollah siguieron al diplomático durante semanas para conocer sus movimientos. También participaron integrantes de las Fuerzas Qods.
 
– 7 de julio de 2012: atentado frustrado contra turistas en Limassol, Chipre. Las autoridades detuvieron a Hossam Taleb Yaacoub, de 24 años y miembro de Hezbollah. Entre sus cosas, encontraron un pasaporte sueco. Tenía como tarea reunir información sobre ciudadanos israelíes que arribaran a Chipre.
 
– 18 de julio de 2012: explosión de un autobús turístico israelí en el aeropuerto de Burgas, Bulgaria. Un miembro de Hezbollah llevaba consigo un cinturón con tres kilos de explosivos. Se cree que lo detonó antes de tiempo por error. Murieron cinco turistas y el conductor del vehículo. Un cómplice logró huir.
 
 
EFE
– 13 de enero de 2012: ataque frustrado en un centro turístico de Bangkok, Tailandia. Por el hecho fue detenido Hussein Atris en el aeropuerto de la capital, también con pasaporte sueco y libanés. Atris declaró que habían colocado 4 toneladas de explosivos químicos en un centro comercial.
 
 
Terrorismo individual
 
Otra de las tácticas de terror que instrumentó Hezbollah a lo largo de su historia fue el denominado “terrorismo individual”, sobre todo ejecutado en su propia tierra. La metódica persecución de líderes políticos y jueces dentro del Líbano le sirvió a la banda delictiva para sembrar pánico, despojarse de adversarios y evitar procesos judiciales en contra.
 
El magnicidio del ex primer ministro libanés Rafik Baha El Deen Hariri, el 14 de febrero de 2005, fue un cimbronazo en la sociedad local por la importancia que tenía el líder político. Un total de 22 víctimas perdieron la vida en la explosión de un automóvil, lo que conmovió Beirut. El Tribunal Internacional de La Haya comenzó, en enero último, un juicio en ausencia contra cuatro integrantes de Hezbollah, entre ellos, Mustafa Bard Al-Din, jefe operativo de la banda y mano derecha de Hassan Nasrallah.
 
 
El temible número dos de Hezbollah, Mustafa Badr Al-Din.
Un año y medio después, en noviembre de 2006, Hezbollah mató al líder cristiano Pierre Gemayel, férreo opositor del régimen sirio de Bashar al Assad y por ese entonces ministro de Industria del Líbano.
 
El 19 de octubre de 2012, el general de Brigada Wissam Al-Hassan, jefe de la División de Información de Seguridad Interna, fue víctima de otro coche bomba del grupo chiíta. Reconocido sunita, Al-Hassan fue uno de los colaboradores más activos de la Justicia en el esclarecimiento del asesinato del ex primer ministro Hariri. En el atentado, otros tres colaboradores resultaron muertos.
 
LOS SECUESTROS Y LAS EJECUCIONES SUMARIAS SON OTROS DE LOS MÉTODOS TERRORISTAS DE HEZBOLLAH
 
El uso del secuestro como arma de intimidación y extorsión fue ampliamente utilizado durante los 32 años que tiene la organización terrorista. Su fin, además del pánico que provoca, era intercambiar “prisioneros” con las naciones occidentales. La ola de raptos se multiplicó durante los años 80, cuando 96 ciudadanos fueron capturados por los fundamentalistas islámicos. Entre ellos, se cuentan 25 norteamericanos, 16 franceses, 12 británicos, siete suizos y otros tantos alemanes. El resto, libaneses. La mayoría soportó un cautiverio de días, meses y hasta años. Muchos de ellos nunca recuperaron su libertad y fueron asesinados.
 
Las víctimas secuestradas eran, en su inmensa mayoría, civiles que vivían y trabajaban en Beirut: docentes universitarios, científicos, empresarios. También diplomáticos y funcionarios. Hezbollah, como es su costumbre frente a los crímenes que comete, esgrimía un nombre ficticio de supuestas organizaciones terroristas inexistentes: Organización de Justicia Revolucionaria, Yihad Islámica u Organización de los Oprimidos de la Tierra eran algunos de los nombres predilectos con los que firmaban los atentados.
 
FUENTE INFOBAE
 


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