Desde Washington, EEUU – “En tres semanas estará listo”, estimó un alto funcionario del equipo económico que encabeza Sergio Massa.
“O antes…”, se animó a pronosticar otro. La charla se dio en el café de un hotel de esta ciudad a pocas cuadras de la Casa Blanca, a mediados de abril. Pocas horas después, y en medio de muchas dudas sobre el cumplimiento del programa vigente con el Fondo Monetario Internacional, el ministro –que no era candidato aún– confirmó un recalibramiento completo acordado con la cúpula del organismo por el impacto de la sequía en los números de la economía local. “Está todo sobre la mesa, vamos a modificar todo lo que sea necesario”, dijeron los funcionarios argentinos y en ese mismo momento se comenzó a hablar de un front load: el adelantamiento completo para junio de las tres cuotas que debía recibir el país en 2023 –poco más de USD 10.000 millones–, y con un porcentaje de ese monto que iba a poder usarse para controlar a los dólares alternativos. Nada de eso ocurrió.
El salvavidas para la muy golpeada macro argentina no llegó ni tan rápido ni tan fácil como calcularon en Economía. Fueron poco más de tres meses de una intensa y ardua negociación virtual y presencial. “Fue muy desgastante, feroz por momentos”, la describió alguien con oficina en el Palacio de Hacienda. Y tomó un mes más para que el ministro y ahora sí candidato presidencial de Unión por la Patria volviera a esta ciudad, luego de las PASO y de la conformación de un escenario electoral de tercios con Javier Milei como emergente y centro de la escena, al menos hasta el momento.
En esos días, representantes económicos del candidato libertario y de Patricia Bullrich con sus asesores tuvieron encuentros virtuales con el FMI. El libertario presentó su programa y, además, prometió no defaultear ni la deuda con el organismo ni con los privados. En despachos oficiales se dice que el discurso de ambos opositores ante el FMI no fue el mismo. Aseguran que los asesores de Bullrich, con Luciano Laspina a la cabeza, fueron tajantes ante los funcionarios del Fondo: “No les den nada”. Por el contrario, Milei se mostró a favor de que la Argentina reciba más dinero en base a que eso mejoraría la estabilidad del escenario en una eventual llegada suya al Gobierno.
Agenda
Massa llega a DC a buscar los dólares que el Fondo le prometió luego de obligarlo a hacer un salto cambiario. según declaró la semana pasada. El desembolso llegará en dos partes y él confía que podría recibir “algo más”. Así, en este mes de agosto llegará un giro que rondaría los USD 7.500 millones, aunque en Economía confían en que podría ser finalmente USD 8.000 millones. Luego, en noviembre, otros USD 2.500 millones que podrían terminar siendo USD 2.750 millones. En total, USD 750 millones “extra”.
Alguien que quedó completamente fuera de la negociación es Sergio Chodos, quien sigue siendo el representante argentino en el FMI y figura aún como segundo del executive director de la región sur del continente, que integran Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay, el chileno Luis Herrera Barriga.
“Chodos está corrido, sólo cumple tareas administrativas. La negociación con el FMI la encabeza una sola persona, Leo Madcur. El resto, obedece”, aseguró una fuente calificada del Palacio de Hacienda en referencia a Leonardo Madcur, jefe de asesores de Massa. “Chodos fue, era un hombre de Guzmán”, definió con más crudeza otro funcionario.
La última aparición pública de Chodos fue en abril, cuando trató a economistas de la oposición de “antipatrias” y los acusó de pedirle al Fondo que no ayuden a la Argentina hasta que no esté en funciones el próximo gobierno. El director del FMI no respondió los mensajes de Infobae.
Como adelantó ayer este medio, Massa también mantendrá en esta ciudad reuniones de alto nivel diplomático con funcionarios del gobierno de Joe Biden, con organismos multilaterales y de regreso hará una escala en Asunción para tener un encuentro bilateral con Santiago Peña, el nuevo presidente de Paraguay.
Massa viajó con Madcur; con Marco Lavagna, encargado de la relación con los bilaterales y titular del Indec; y con su responsable de Comunicaciones, Santiago García Vázquez. Esta vez se quedaron en Buenos Aires delineando las medidas que se anunciarán al regreso y que tienen que ver con paliar el impacto de la devaluación –suma fija, por caso–, el viceministro Gabriel Rubinstein y Guillermo Michel, titular de la Aduana y flamante coordinador de la nueva unidad que controla los acuerdos de precios con las empresas de consumo masivo.
En Economía se habla de “dos anuncios por día” a partir del regreso del ministro a Buenos Aires. Y también hay estimaciones sobre la inflación de agosto menos pesimistas que la de los consultores. Esperan que el IPC no llegue a los dos dígitos, en base a los acuerdos de precios para los próximos 90 días que pusieron un tope del 5% mensual para los incrementos.
Hoy martes, Massa tiene previsto reunirse con Anna Bjerde, directora gerente de Operaciones del Banco Mundial, con Ilan Goldfajn, presidente del BID y ex representante del Hemisferio Occidental del Fondo, y con Jay Shambaugh y Michael Kaplan del Tesoro Americano. Cerrará el día cenando con “funcionarios americanos”, dijeron en Economía. Posiblemente ese encuentro se realice en la embajada argentina, en el siempre coqueto Dupont Circle. Si bien no fue confirmado oficialmente, dos posibles invitados son asesores de alto rango de Biden, como Mike Pyle y Juan González, ambos integrantes del Consejo Nacional de Seguridad (NSC) y de muy buena relación con el tigrense.
El miércoles, en tanto, Massa visitará a Brian Nichols, el funcionario del Departamento de Estado que se encarga de los temas de América Latina. Además, a la espera de la reunión de directorio del FMI, se reunirá con Kristalina Georgieva.
Relación tirante
Luego de las PASO, Massa confirmó que será ministro hasta el 10 de diciembre. “Nunca suelto el timón en medio de una tormenta”, dijo y mostró que buscará polarizar con Javier Milei. También criticó al FMI: recordó que el organismo volvió al país de la mano de Mauricio Macri, definió la renegociación de Martín Guzmán –”el ministro que huyó”, según dijo– como un esquema “muy mal armado” y afirmó que la devaluación del 20% fue una suerte de mal menor. “El FMI pidió 100% después, 60% y finalmente el acuerdo al que arribamos cerró en 20%. Exigían como parte de los desembolsos una actualización del tipo de cambio oficial”, aseguró Massa y reveló que “durante un mes la negociación estuvo cortada porque ellos se plantaron en el 60%”.
La semana pasada, luego de conocerse el resultado de las urnas, el Fondo dijo que luego de aprobarse el acuerdo a nivel técnico, el 28 de julio, sólo restaba la aprobación del board (mañana) para hacer efectivos los desembolsos acordados. “Valoramos las acciones de políticas recientes de las autoridades y el compromiso de salvaguardar la estabilidad, reconstruir las reservas y fortalecer el orden fiscal”, dijo, escueta y extremadamente diplomática, la vocera del FMI, Julie Kozack.
Infobae habló con tres ex funcionarios del FMI sobre el contexto argentino. “La relación entre Argentina y el Fondo entró en una nueva etapa en la cual, básicamente, va a haber una distancia muy importante. Me imagino que al FMI le incomoda tremendamente tener un ministro candidato”, dijo Alejandro Werner, ex director del Hemisferio Occidental y quien negoció el cuestionado préstamo a Macri, en tiempos en los que la francesa Christine Lagarde encabezaba el organismo.
“El Fondo quiere distanciarse de las medidas que se tomen en la Argentina e intensificar el contacto con los equipos de todos los candidatos presidenciales. ¿A qué viene Massa a Washington? Claramente, el resultado de esta negociación está muy por debajo de lo que él había planteado y como ministro hay muy poco que pueda destacar, pero no deja de ser el final de una negociación importante. Probablemente haya algunos pocos recursos netos provenientes de Washington, del BID y el Banco Mundial, y tal vez algo adicional del Fondo”, explicó el actual director del Georgetown Americas Institute, de la Universidad Georgetown, y autor del reciente libro “Argentina en el Fondo”, junto a Martín Kanenguiser, periodista de Infobae.
“El fondo va a desembolsar para que Argentina se mantenga al corriente en sus pagos, como ha hecho hasta ahora. El programa se rediscutirá con el gobierno que resulte electo”, destacó Gabriel Lopetegui, quien fue representante argentino en el FMI en parte del gobierno de Macri y ahora está cerca del equipo técnico de Bullrich. Ante la pregunta sobre si el Fondo obligó a devaluar, Lopetegui aseguró que “fue una imposición de la realidad porque no se para de perder reservas. Sin programa con el Fondo también se hubiera devaluado”, opinó.
Para Claudio Loser, también ex director para el Hemisferio Occidental del FMI, el viaje de Massa tiene una motivación electoral. “Su presencia es más bien simbólica respecto de la discusión en el Fondo. Claro que lo muestra como más influyente que Milei y con buen diálogo con el Tesoro. Por supuesto él hablará con la señora Georgieva y discutirán qué es lo que van a hacer en los próximos meses, pero no creo que esto afecte el desembolso en este momento”, detalló.
Incluso con todo aparentemente acordado, Massa llega a esta ciudad a la espera de la votación del board y en lo que asoma como su viaje más incómodo a este destino desde que es ministro. Pasó menos de un año, pero parecen haber quedado muy lejos los tiempos en los que era el “bombero” que había desembarcado para reemplazar a Guzmán. Ahora el contexto es más complejo y el escenario más grande: la disputa por llegar a la presidencia argentina.
infobae.com
- Doritos de Queso Caseros - 5 de noviembre de 2024
- Estos son los ganadores del sorteo de Super Once del 5 noviembre - 5 de noviembre de 2024
- Experto revela cómo lograr que los niños sean felices con pies saludables - 5 de noviembre de 2024