La Selección de Costa Rica escribió su mejor capítulo en la historia del futbol costarricense, el más brillante. Los jugadores dirigidos por Jorge Luis Pinto jugaron el partido más importante de su vida y Costa Rica accedió a los cuartos de final del Mundial Brasil 2014.
Que alguien nos pellizque. Sí, estamos dentro de los ocho mejores países del mundo que juegan al balompié, es el título de uno de los diarios de Costa Rica.
Empataron 1-1 ante Grecia, y el sufrimiento se tuvo que extender hasta los tiempos extras y penales.
Ahí Costa Rica sufrió, tenía un hombre menos (Óscar Duarte) y el arbitraje en su contra.
Pero el suplicio terminó en la tanda de penales, en los pies de Michael Umaña, quien anotó el último penal de la Tricolor. Antes Keylor Navas había volado –una vez más- para detener el lanzamiento de Gekas.
Primero fue Uruguay, después Italia y el juego de trámite ante Inglaterra. Esos tres equipos formaron aún más la garra y el buen futbol que necesitó Costa Rica para superar los octavos.
Bryan Ruiz al minuto 52, cuando recibió un pase de Christian Bolaños, y envió un remate rasante, suave, al palo más largo de Karnezis, quien solo atinó a ver pasar el balón.
Sokratis consiguió el empate al minuto 90.
Se tuvieron que jugar los 30 minutos más extensos en la historia de Costa Rica.
Llegaron los tiros desde los once pasos. Los lanzamientos fueron cobrados con un temple envidiable.
Primero Celso, luego Bryan, llegó el turno del Pipo, pasó Joel y cerró Umaña. Fiesta total; en cada lugar que haya un tico hay alegría.
Brillante es la historia que está selección está escribiendo. Ahora es el turno de Holanda.
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