Son argentinas, fundaron un equipo de fútbol en Nueva Zelanda y llegaron a Primera: historia de las Quickcats

Son jóvenes que mantienen vivo el fervor latino por el fútbol a 10 mil kilómetros de la Argentina. La razón que puso en pausa su crecimiento y cómo buscan volver a los primeros planos.

Desde Waiheke Island, un paraíso ubicado a 35 minutos de ferry de Auckland, un grupo de jóvenes argentinas impulsan el crecimiento del fútbol femenino de Nueva Zelanda, país que alberga el Mundial de la disciplina. Con la pasión típica de Sudamérica, crearon un proyecto que tiempo atrás logró llegar a los primeros planos y que actualmente busca recuperar ese impulso.

Hasta 2014, las Quickcats -el equipo femenino del Waiheke United– solían ser jóvenes neozelandesas. El aluvión latino que llegó a la isla cambió la conformación del plantel, que pasó a tener un 90% de jugadoras extranjeras, en su mayoría argentinas, uruguayas y chilenas.

El equipo fue ascendiendo de categoría y en 2019 logró el boleto a la Primera División. Sin embargo, un motivo muy particular le hizo perder su plaza en la máxima competencia local.

“No había jugadoras jóvenes que se quedaran en la isla y tuvimos que descender. Eso fue porque las latinas estaban de paso usando su visa Work and Holiday y trabajando en las temporadas de manzana o de naranjas en el Norte o el Sur de Nueva Zelanda. Después se iban”, explicó Betania Ruiz, una de las argentinas que integran el equipo.

La esperanza del resurgimiento de las Quickcats

Una decisión tomada por las autoridades de Migraciones durante la pandemia de coronavirus fue la clave para el resurgimiento de las Quickcats: “Las fronteras estaban cerradas y decidieron dar residencias a la gente que estaba dentro del país, con una visa válida para trabajar. Eso hizo que gran parte del equipo pudiera quedarse y formar bases sólidas”.

La mayoría de las jugadoras del equipo empezaron a jugar al fútbol en Nueva Zelanda. Tal vez, como una forma de conectar con una pasión tan argentina, pero a miles de kilómetros de casa. En la actualidad, el equipo da pelea en la tercera división y tiene una gran meta en el horizonte.

“Estamos muy felices de que se le esté dando visibilidad e importancia al fútbol femenino y que el Mundial sea en Nueva Zelanda. Para nosotras es un sueño. La mayoría somos residentes y estamos creando un proyecto para el año que viene jugar en la Segunda División. Queremos que esto crezca y llegar a lo más alto”, destacaron las Quickcats.

Un gesto impensado de Estefanía Banini

Como muchos de los argentinos que emigraron a Nueva Zelanda, las integrantes del equipo del Waiheke Island estuvieron presentes en los partidos que la Selección jugó en el Mundial femenino que terminará este domingo con la gran final entre Inglaterra y España.

Durante el torneo, las Quickcats cumplieron varios sueños. No solo se cruzaron con las futbolistas albicelestes en las calles de Auckland y pudieron intercambiar algunas experiencias, sino que en el último partido Estefania Banini se fue de la cancha con una camiseta del equipo en la mano.

“El viaje a Hamilton para el partido ante Suecia fue increíble. En el ferry estábamos supercontentos, había mucha buena energía y emoción. Llegamos con los bombos y teníamos todos diferentes lugares en la cancha, pero nos movimos a donde estaba la hinchada y no paramos de cantar en ningún momento, ni a pesar de la derrota”, contó sobre cómo vivieron aquel partido en el que Argentina cayó 2-0.

Y, respecto del gesto que tuvo Banini en su último partido con la Selección, recalcó: “La remera que se llevó en la mano al salir de la cancha es la de Waiheke, la de las Quickcats. La agarró y preguntó si era para ella. La mostró y nos abrazamos todas. Para nosotras es increíble que tenga nuestra camiseta”.