La emisión de bonos en el mercado local ayuda al Tesoro a financiar sus gastos, pero también condicionará las chances de la próxima gestión de levantar las trabas cambiarias porque se podría generar un desarme abrupto de esas posiciones para ir al dólar.
El Tesoro realizó este viernes la primera licitación de deuda en pesos tras las PASO 2023, en la que recibió 644 ofertas por $1,1 billones, de los que adjudicó $681.554 millones. Luego de esta operación, el ministerio de Economía obtuvo un financiamiento neto mensual de $824.640 millones en agosto.
La deuda en pesos creció con fuerza a lo largo de la gestión de Alberto Fernández y explicó el incremento que tuvieron los pasivos totales de la Argentina, que llegaron a un récord al cierre del primer semestre, a pesar de haberle pagado al FMI en tiempo sin retrasos. “El stock de la deuda total en pesos del Tesoro representó 27,5% del PBI (en julio) frente al 13,9% en diciembre 2019″, señaló PPI.
Desde la última elección presidencial, explicó la casa de Bolsa, no solamente aumentó la tenencia pública de títulos, sino también la privada, que pasó de 6,8% del PBI al 10,1% actual.
Además, buena parte de esa deuda es de corto plazo -con un vencimiento promedio apenas superior a los dos años- y más del 90% tiene cláusulas de ajuste que implican una indexación, es decir, que la deuda no se licúa por efecto de la inflación, ya que sus tasas están atadas a la evolución de los precios o del dólar oficial.
Un problema para el próximo Gobierno
La emisión de deuda en moneda local es el mecanismo que encontró el Gobierno para cubrir sus necesidades financieras. Es una práctica que el propio FMI alienta, en detrimento de la inyección de pesos por parte del Banco Central, que genera un impacto más directo sobre la inflación.
Sin embargo, la cantidad de deuda del Tesoro acumulada en los balances de organismos públicos y bancos -además de la que se encuentra en manos de fondos de inversión- pueden generar un problema para la próxima gestión presidencial.
“El próximo gobierno recibirá un stock de deuda en pesos equivalente en torno a US$55.000 millones medidos al dólar contado con liquidación, en su mayoría indexado ya sea por CER o tipo de cambio oficial”, subrayó Invertir en Bolsa (IEB).
Si el próximo presidente intentara eliminar el cepo cambiario, la deuda en pesos podría ser un problema, ya que hoy la demanda privada se explica por la gran cantidad de restricciones que hay para dolarizar las carteras de inversión.
“La tenencia de títulos en pesos por parte del sector privado equivale a aproximadamente US$18.000 millones al contado con liquidación y a casi una base monetaria y media. A lo que se le añade la complejidad de que este stock de deuda no es licuable puesto que prácticamente está indexada en su totalidad”, apuntó IEB.
- La nieta de Elvis Presley presentó una demanda para paralizar la subasta de la mansión Graceland - 21 de mayo de 2024
- Abinader insta a gran pacto nacional en República Dominicana - 21 de mayo de 2024
- Asamblea General reconoce mayor participación de Palestina en la ONU - 10 de mayo de 2024