

Francisco Andrés Taboada, conocido cariñosamente como «Zito» por sus allegados, nació en la ciudad de Paraná, en la provincia de Entre Ríos, Argentina. Desde muy joven destacó por su perseverancia, honestidad y pasión por las artes marciales, cualidades que lo llevaron a convertirse en uno de los grandes referentes de esta disciplina en Sudamérica.
En 1970, con apenas 20 años, fundó su primer gimnasio junto a un amigo que compartía su amor por las artes marciales y la filosofía oriental. Aquel espacio, que comenzó como un sueño lleno de libros y entrenamientos, se transformó en el gimnasio Bodhidharma, una institución que a finales de los años 70 ya era reconocida como una de las más importantes del continente.
**El Camino del Guerrero**
Guiado por el maestro coreano Seo Youn Hye, quien lo introdujo al sistema Oh Do Kwan de Tae Kwon Do, y por el maestro Kim Sung Do, experto en Hap Ki Do y Kum Do, Taboada se formó bajo una estricta disciplina que le permitió alcanzar el cinturón negro, un logro difícil en aquella época. Su dedicación y esfuerzo no solo le permitieron dominar las técnicas marciales, sino también entender y transmitir los valores filosóficos que estas disciplinas conllevan.

Taboada no se limitó a replicar lo aprendido. Su visión iba más allá: fusionar las enseñanzas de sus maestros con su propio enfoque y filosofía. Así nació Yu Yon Kum Do, «La Fraternidad de la Espada Suave», un sistema basado en principios filosóficos y disciplina moral que sentó las bases para escuelas como Excalibur, Won Kisul y Yu Yon Kum Do. Estas instituciones, presentes hoy en nueve países de América y Europa, continúan difundiendo el legado del Gran Maestro Taboada.

**Un Maestro Apasionado**
Además de ser un incansable practicante y maestro, Taboada fue un ávido lector y escritor. Inspirado por figuras como Bruce Lee, Jackie Chan y otros grandes artistas marciales, no solo perfeccionaba sus técnicas sino que también reflexionaba profundamente sobre la filosofía detrás de las artes marciales. Publicó varios libros sobre el tema y se convirtió en un referente tanto dentro como fuera del tatami.

En la década de los 90, Taboada llegó a Brasil, donde eligió São José dos Campos para continuar su sueño. Desde allí se dedicó a difundir el Taekwondo ITF (International Taekwondo Federation) hasta el final de sus días. Su impacto en la comunidad marcial fue tal que la International Federation of Korean Martial Arts expresó públicamente su pesar por su fallecimiento y destacó su invaluable contribución al arte marcial.
**Un Legado Inmortal**
El fallecimiento de Francisco Andrés Taboada dejó un profundo vacío en quienes lo conocieron y admiraron. El Dr. Gilson Dantas Carmini, presidente de la Prensa Mercosur y exalumno de Taboada, expresó su dolor con emotivas palabras: «Hoy nos toca vestir el luto con inmensa tristeza ante su fallecimiento, pero de seguro ha de renacer su enorme figura una y otra vez a partir de cada práctica en donde se honre su memoria. Su legado marcará a todas las generaciones de practicantes, antiguas y modernas.»

Otro de sus grandes amigos y discípulos, Orlando Barro, maestro de Taekwondo en Rosario, también dedicó unas sentidas palabras al maestro: «Querido maestro, hermano y amigo. No sabes cómo te voy a extrañar. Toda una vida juntos, viajando, dando cursos y viviendo momentos extraordinarios. Fuiste un pionero en sistemas de filosofía en las artes marciales. Espero que camino al cielo llegues fundando el dojang que nos espera allá, donde moran los guerreros de la luz.»
**Un Maestro Eterno**
Francisco Andrés Taboada no solo fue un formador de artistas marciales; fue un formador de personas. Su enfoque iba más allá del combate físico: buscaba crear «damas y caballeros de bien», como él mismo decía. Su legado trasciende generaciones y fronteras, convirtiéndolo en una figura inmortal dentro del mundo de las artes marciales.
Hoy recordamos a un hombre que dedicó su vida a enseñar valores como la disciplina, la perseverancia y el respeto. Un luchador incansable que dejó una huella imborrable en quienes tuvieron el honor de conocerlo.
Desde aquí enviamos nuestras condolencias a su familia, amigos y alumnos. Su luz seguirá brillando en cada práctica, en cada dojo y en cada corazón que haya sido tocado por sus enseñanzas.
**¡Gracias por todo, Gran Maestro! Hasta siempre.**
