Feijóo obtiene solo 136 diputados en las elecciones, y aunque cuenta con los 33 de Vox, no alcanzan la mayoría absoluta de 176. El PSOE se mantiene firme, Sumar se consolida y el equilibrio numérico en el parlamento podría favorecer a la izquierda.
A pesar de haber ganado las elecciones, el Partido Popular podría perder el Gobierno ya que no ha alcanzado las expectativas ni las encuestas. Aunque han obtenido 47 diputados más que en las elecciones de 2019, los 136 parlamentarios obtenidos por Alberto Nuñez Feijóo no son suficientes para llegar a La Moncloa, especialmente porque no suman con Vox.
Con el 95% de los votos escrutados, Pedro Sánchez podría reeditar un Gobierno de coalición progresista con el apoyo de nacionalistas catalanes, vascos y gallegos. En resumen, la sorpresa es el adjetivo más adecuado para describir la noche electoral.
Tras los resultados, el Partido Popular (PP) se ha quedado cerca de alcanzar la mayoría absoluta (176 diputados) y el liderazgo de Feijóo se encuentra en una posición complicada. Aunque los populares han aumentado de 89 a 136 diputados, no son suficientes, ya que solo pueden contar con el apoyo de la ultraderecha. Vox ha sufrido una caída notable, pasando de 52 a 33 parlamentarios.
De esta manera, la suma de PP y Vox alcanza solo los 169 parlamentarios, siendo insuficiente. La única posibilidad para Feijóo sería convencer a los socialistas (una tarea imposible) para que permitan gobernar al partido más votado. El PP ha obtenido el 32,64% de los votos, frente al 31,95% del PSOE, lo que se considera un empate técnico.
Estas elecciones se caracterizan por ser de bloques, y no de partidos, razón por la cual Feijóo sabía que si no conseguía un resultado contundente (superando los 150 diputados), sus posibilidades se reducirían. Y así ha sido. Aunque ha obtenido un aumento significativo en comparación con los resultados del PSOE en 2019, la política se ha polarizado tanto en los últimos meses que es bastante complicado que Feijóo sume otros apoyos más allá de los de Vox. Solo podría contar con el apoyo del único diputado de UPN.
Entonces, existe la posibilidad de que la victoria de Feijóo se convierta en una derrota, y que la derrota de Sánchez se transforme en una victoria. Los socialistas han obtenido incluso mejores resultados que en 2019, pasando de 120 diputados a 122 y ganando alrededor de 600.000 votos.
Hace cuatro años, Pedro Sánchez consiguió la investidura en la segunda votación al obtener una mayoría simple con 167 apoyos. Ahora necesitaría 176: sus 122, los 31 de Sumar y los 19 que suman Esquerra, Bildu, PNV y BNG, lo que da un total de 172. Todo depende ahora de Junts, que obtiene siete escaños y ha exigido el referéndum secesionista durante la campaña.
Sería suficiente con la abstención de Junts. Sin embargo, el bloqueo y la repetición de las elecciones también son posibles.
A pesar de que Sumar ha quedado en cuarto lugar detrás de Vox, Yolanda Díaz ha logrado mantener su posición política. El adelanto de las elecciones no le permitió mucho tiempo para consolidar su nuevo proyecto político, pero aún así logró unir varias formaciones que en 2019 sumaron 38 parlamentarios por separado, aunque esta vez solo alcanzaron los 31.
Es necesario analizar si el veto a Irene Montero y la guerra soterrada con un sector de Podemos han influido en estos resultados. En Cataluña, Esquerra y Junts han empatado a siete diputados, mientras que la CUP ha desaparecido. Esquerra ha sufrido una gran derrota al perder seis escaños, mientras que Junts ha ganado uno.
En el País Vasco, Bildu ha superado al PNV y Teruel Existe, que representa a la España Vaciada, ha quedado fuera del Congreso. BNG, Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria han obtenido representación.
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