

Teahupoo es una de las playas más violentas y legendarias del planeta: el mar embravecido de Tahití rompe sobre un filoso arrecife de apenas dos metros de profundidad: caerse puede provocar la muerte. Pero a Kauli Vaast, que ha nacido en la región y surfea desde antes de aprender a caminar, el desafío le resulta casi natural. Ha probado su capacidad en Hawaii y Francia, aunque según señala el sitio Nauta360, las olas de su Polinesia natal son las que más le atraen. Por las dudas, utiliza un casco para protegerse de las riesgosas zambullidas.
Fuente Infobae
