El consumo de drogas y microtráfico, la violencia contra las mujeres o la vulnerabilidad económica son algunas de las barreras. Hay 75.000 alumnos más en riesgo de ser excluidos.
Niñas, niños y adolescentes fuera de la escuela: perfiles y barreras de exclusión en Paraguay se denomina la nueva investigación publicada ayer por la Unicef en el país. En la investigación, trabajaron expertos locales que determinaron que 457.844 niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años están fuera del sistema escolar, por lo tanto, excluidos.
La cifra asciende a 650.000 niños y niñas si se incluye a los que tienen 3 y 4 años. “En la mayoría de los casos estas barreras actúan de manera conjunta, generando grandes dificultades a estudiantes, empujan a la exclusión y refuerzan las condiciones de pobreza y desigualdad social”, reza el documento.
El consumo de drogas y microtráfico es uno de los factores “individuales y familiares” para la exclusión, según se destaca en la investigación. Este factor no es nuevo en el ámbito educativo.
En otro estudio similar, pero realizado en el 2018 el consumo de sustancias y el microtráfico, es decir, la oferta y la demanda ya habían saltado como uno de los factores para excluir a niños, niñas y adolescentes fuera de la escuela”, explica Paola Vaccotti, especialista en Políticas Públicas y parte del equipo que investigó para el material.
Expresa que la falta de equipos y de profesionales técnicos en las instituciones educativas es un factor que incide en este punto. El consumo de drogas y la participación en el microtráfico se da más en zonas urbanas y semiurbanas, sobre todo, en adolescentes hombres entre 12 y 14 años.
A esta edad, el consumo ya es un hecho visible y sucede en el mismo barrio, con pocas posibilidades de prevención y de acciones efectivas de control por parte de las autoridades locales, de acuerdo con el reporte.
La movilidad de las familias también aparece como otro aspecto nuevo, pero en el sentido de que la migración interna es constante.
“Una misma familia se mueve a nivel en varias ocasiones en un año, lo que afecta a los hijos en edad escolar. Si el trabajo de zafra hoy es en Caaguazú, para la semana siguiente puede trasladarse a Central”, dijo Vaccotti.
Este es un aspecto que no se aborda en los establecimientos escolares.
Variables. Los motivos de la exclusión varían de acuerdo a las edades y etapas en el sistema educativo, agrega Rudi Elías, parte del equipo investigativo.
La vulnerabilidad socioeconómica, estereotipos, discriminación y violencia contra las mujeres son dos de los frentes socioculturales. Además, las concepciones sobre edades apropiadas para asistir a la escuela. “Todavía está la creencia de que el hijo o hija es muy chico para ir a la escuela, entonces, comienzan a los 7,8 años y son más grandes que sus compañeros”, apunta Vaccotti sobre este punto.
Este efecto, a la larga, también es determinante para terminar o no la secundaria.
Las dificultades en la gestión o la insuficiente oferta educativa pertinente en el territorio son dos de las dificultades que presentan las intituciones para garantizar el derecho a la educación.
Sobre el segundo planteamiento, ocurre que en algunas zonas no se cuenta con todos los niveles educativos.
“Algunas zonas no tienen nivel Inicial y en otras, falta más oferta de la Media”, relata el informe.
Consejos. La universalización del primer grado en la edad establecida de 6 años cumplidos al 31 de marzo del año lectivo en curso es una de las recomendaciones de expertos al MEC. “Es una prioridad para evitar que desde el inicio mismo de la escolarización se produzca el fenómeno de la sobreedad”. La formación continua de los docentes y fortalecer los sistemas de información y seguimiento de estudiantes en todo el país.
UH
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