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Imagen @Infopresidencia
Colombia ha tomado medidas para mejorar las relaciones con el gobierno autoritario de Venezuela, lo que ha llevado a la reapertura de los puestos fronterizos y al florecimiento del comercio bilateral entre San Antonio de Táchira y Cúcuta. Este artículo examina cómo la política de puertas abiertas de Gustavo Petro ha generado oportunidades económicas, a diferencia de la gestión anterior del presidente Duque, que se asoció con una disminución de la prosperidad en la región fronteriza.
En el pasado, la frontera entre Colombia y Venezuela era un importante centro comercial, con un comercio que superaba los 7.000 millones de dólares en 2007, según el Ministerio de Comercio de Colombia. Sin embargo, las relaciones diplomáticas y comerciales se deterioraron debido a las medidas represivas tomadas por el régimen de Nicolás Maduro, que incluyeron ataques a manifestantes, encarcelamiento de disidentes y violaciones a la libertad de prensa.
Siguiendo el ejemplo de la administración Trump en 2019, el gobierno de Duque y otros 50 países reconocieron a Juan Guaidó como el legítimo líder de Venezuela. Se llevaron a cabo diversas iniciativas para promover un cambio de régimen, incluyendo un concierto masivo en la frontera. Sin embargo, estas acciones no lograron derrocar a Maduro y, en cambio, condujeron al bloqueo de los puentes fronterizos, lo que obligó a las personas a recurrir a caminos de contrabando peligrosos.
La ruptura de las relaciones comerciales formales entre los dos países llevó a una disminución significativa del comercio, cayendo a alrededor de 300 millones de dólares en 2021. A pesar de ello, el contrabando continuó siendo una actividad constante. Estas cifras son una clara indicación de que Venezuela ha dejado de ser uno de los principales socios comerciales de Colombia.
En contraste con la política de confrontación de Duque, Gustavo Petro adoptó una postura de puertas abiertas hacia el gobierno venezolano. Ignorando los abusos del régimen de Maduro, Petro actuó rápidamente para restablecer las relaciones diplomáticas y reactivar el comercio fronterizo. Esta estrategia ha sido respaldada por comerciantes y personas que residen en la región, ya que reconocen la importancia de aprovechar las oportunidades económicas que brinda la reapertura de la frontera.
La reactivación de la economía fronteriza a través del restablecimiento del comercio con Venezuela puede tener un impacto positivo en la economía de Colombia en su conjunto. Además, el comercio formal y la cooperación entre los dos países pueden contribuir a mejorar la seguridad a lo largo de la frontera, ya que se reducirá la necesidad de utilizar caminos de contrabando peligrosos.
El gobierno de Petro ha implementado una política de puertas abiertas hacia Venezuela, lo que ha llevado a la reactivación del comercio y a oportunidades económicas en la frontera colombo-venezolana. Aunque existen preocupaciones sobre los abusos del régimen de Maduro, es evidente que la estrategia de Petro está generando beneficios económicos y podría contribuir a mejorar la seguridad en la región. La reapertura de la frontera es un paso positivo hacia la prosperidad económica y la reconciliación diplomática entre los dos países.
carloscastaneda@prensamercosur.org
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