Los gestos de buena voluntad del expresidente Jair Bolsonaro a Cristiano Zanin, postulado por Lula al STF, no fueron casuales.
Contrariamente a las expectativas de sus más fieles seguidores, Jair Bolsonaro evitó hacer cualquier gesto contrario a la nominación del abogado Cristiano Zanin al STF por parte de Lula.
Bolsonaro fue más allá y se acercó a Zanin, a través de interlocutores, quienes no harían ningún movimiento con los senadores bolsonaristas para entorpecer la aprobación del nombre del abogado.
El expresidente también respaldó a su hijo mayor, el senador Flávio Bolsonaro (PL-RJ), para hablar con el candidato de Lula durante el beso de mano de Zanin.
La postura de Bolsonaro no es pura buena voluntad, y el propio Zanin lo sabe. El perfil de garante del abogado de Lula interesa al expresidente, que tiene una serie de juicios por delante en el STF.
Disponer, de golpe, con un futuro ministro de la Corte no sería inteligente para Bolsonaro, ni para sus hijos parlamentarios, que girar y moverse también dependen de sentencias en el Supremo.
Zanin será interrogado en el Senado este miércoles (21/6). La expectativa de los aliados del abogado es que la postulación sea aprobada por los senadores con un amplio margen de votos.