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Sáb. Nov 23rd, 2024
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También habrá otra consulta, solo que de ámbito local, sobre minería metálica en el Chocó Andino.

El próximo 20 de agosto, en Ecuador, además de celebrarse los comicios presidenciales y legislativos anticipados —que se convocaron luego de que el presidente Guillermo Lasso decretara ‘muerte cruzada’—, se llevará a cabo una consulta popular sobre el Parque Nacional Yasuní.

El Yasuní, ubicado en la Amazonía ecuatoriana, al oriente del país, es definido por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica como “un santuario de biodiversidad”.

Se considera que es una de las zonas con mayor diversidad por metro cuadrado del planeta; pero, además, en el lugar se encuentra el área petrolera de más proyección de Ecuador, el denominado Bloque 43-ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini).

Por ello, se llevará a cabo una consulta popular, con el objetivo de que los ecuatorianos decidan si quieren continuar o no con la explotación petrolera en el ITT.

La consulta es nacional, lo que significa que será para el electorado general —los 13,45 millones del padrón electoral—, que deberán responder “sí” o “no” a la pregunta: “¿Está usted de acuerdo con que el Gobierno ecuatoriano mantenga el crudo del ITT, conocido como bloque 43, indefinidamente bajo el subsuelo?”.

 

La interrogante divide a la sociedad ecuatoriana. Por un lado están los defensores del medio ambiente y de los pueblos no contactados o que viven en aislamiento voluntario en el Yasuní, como los tagaeri y taromenane; mientras que por otro, están los que se oponen a que el Estado deje de percibir ingresos por dejar la explotación petrolera en la zona.

Cifras de biodiversidad sorprendentes

El Yasuní se estableció como parque nacional en 1979, abarcando un área de 1.022.736 hectáreas. Diez años después, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró a ese territorio como Reserva de Biosfera; y en 1999 se creó la Zona Intangible Tagaeri-Taromenane (ZITT).

“En el Yasuní se han reportado cifras de biodiversidad sorprendentes para varios grupos de flora y fauna, nunca antes registradas en área protegida alguna”, dice la cartera de Ambiente, que señala, aunque las cifras pueden variar con el transcurso de los años, que esta zona alberga más de 2.000 especies de árboles y arbustos, 204 especies de mamíferos, 610 especies de aves, 121 de reptiles, 150 de anfibios y más de 250 especies de peces.

En octubre de 2013, la Asamblea Nacional aprobó un espacio de extracción petrolera en el Yasuní, de 1.030 hectáreas, específicamente en el llamado eje ITT, una zona que tiene el 42 % de las reservas de crudo del país, que comenzó a explotarse en 2016. Desde entonces, el Estado ha recibido más de 4.500 millones de dólares en utilidades, según la estatal Petroecuador, que opera en el lugar, en el que se extraen 54.800 barriles diarios de petróleo.

La aprobación para la extracción petrolera se hizo después de que el entonces presidente Rafael Correa pusiera fin a la iniciativa Yasuní ITT, que buscaba una contribución internacional de 3.600 millones de dólares, percibidos a lo largo de 12 años, a cambio de dejar el crudo de la zona bajo tierra, debido a que no tuvo éxito.

 

El mundo nos ha fallado […] Con profunda tristeza, pero también con absoluta responsabilidad con nuestro pueblo y nuestra historia, he tenido que tomar una de las decisiones más difíciles de todo mi gobierno: el día de hoy he firmado el decreto ejecutivo para la liquidación de los fideicomisos Yasuní ITT y con ello poner fin a la iniciativa”, dijo el exmandatario en agosto de 2013.

El tema de la explotación en el Yasuní, también estuvo incluido en una consulta popular realizada en febrero de 2018. La interrogante era: ¿Está usted de acuerdo en incrementar la zona intangible en al menos 50.000 hectáreas y reducir el área de explotación petrolera autorizada por la Asamblea Nacional en el Parque Nacional Yasuní de 1.030 hectáreas a 300 hectáreas? Los resultados fueron claros: 67,3 % de los votantes dijeron ‘Sí’.

Votar Sí

Yasunidos, agrupación que impulsó la consulta popular, que se formó en agosto de 2013 tras la liquidación de la iniciativa Yasuní- ITT, promueve, obviamente, el voto por el “sí” en el plebiscito.

“Podemos dar un ejemplo al mundo al mantener el petróleo bajo tierra y así cuidar la Amazonía, el pulmón del planeta”, argumenta la organización, que señala que con ello se busca “preservar la biodiversidad del Yasuní, combatir el cambio climático, proteger a los pueblos en aislamiento y buscar alternativas al extractivismo“.

En contrapartida, para que el Estado obtenga ingresos, Yasunidos propone que haya reducción de las exoneraciones tributarias, renegociación de tarifas a las grandes industrias telefónicas, cobro de deudas millonarias a los primeros 500 deudores del Servicio de Rentas Internas (SRI) e incentivar y aumentar el turismo.

 

A Yasunidos se han sumado diversas organizaciones y pueblos indígenas. La semana pasada, mujeres waorani y de otras nacionalidades amazónicas llamaron a votar “sí”.

Alicia Cahuiya, lideresa waorani y dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), manifestó: “Nosotros queremos vivir en paz, porque es nuestra casa […] que nos respeten nuestro territorio ancestral. No queremos que nos maten a cambio de petróleo ni madera”.

Zenaida Yasacama, vicepresidenta de la Conaie, señaló que irán a todos los territorios a promover el “sí”, porque no quieren más violación a los derechos de los pueblos indígenas y de la naturaleza. “Ese es nuestro hábitat, nuestra lucha seguirá firmemente”, enfatizó.

El Yasuní para nosotros no es un pozo petrolero, no es una mina de oro, para nosotros Yasuní representa la vida y el pulmón del planeta”, dijo por su parte Nemo Guiquita, dirigente de la a Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), en declaraciones a Wambra.

De ganar el “sí” en la consulta, se pone fin a la explotación petrolera en el Bloque 43 o ITT, pero aún se mantendrán actividades de extracción en otros espacios que ocupan parte del Parque Nacional Yasuní, como en el vecino Bloque 31.

Otro plebiscito

Además del Yasuní, también el 20 de agosto se realizará otra consulta, relacionada con el Chocó-Andino. A diferencia de la primera, esta es local: solamente deberán responder a ella quienes estén empadronados en el Distrito Metropolitano de Quito, 2.013.628 electores.

 

El Chocó Andino está ubicado al noroccidente de la provincia de Pichincha, de la que es capital Quito. Tiene un área de 286.000 hectáreas, que representa el 30,31 % del territorio de la entidad, con 12 tipos de bosques subtropicales nativos.

En julio de 2018, la Unesco lo declaró Reserva de Biosfera. De acuerdo con la organización, es una región de muy alta biodiversidad, que “alberga casi 270 especies de mamíferos, entre ellas el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el mono aullador de manto ​ecuatoriano (Alouatta palliata), la pacarana (Dinomys branickii) o especies endémicas como el tucán del Chocó o la rana cohete de Pichincha”; asimismo, los cerca de 880.000 habitantes de esta reserva de biosfera “viven en su mayoría de la producción de fruta y verdura, así como de la caña de azúcar, la piscicultura, la ganadería y el pequeño comercio”.

La organización Quito sin Minería, que promueve la consulta en el Chocó Andino, señala que, además, “este bosque remueve de la atmósfera por lo menos 266.000 toneladas de carbono anualmente, lo que ayuda a disminuir el calentamiento global”.

El área también es rica en metales, especialmente oro, cobre y plata. Se han dado 12 concesiones mineras metálicas y otras seis están en trámite que abarcan unas 27.000 hectáreas, aunque ninguna está en explotación todavía.

En la consulta se harán cuatro preguntas, que estarán en una sola papeleta y a las que deberán responder “sí” o “no” los votantes.

La primera pregunta reza: ¿Está usted de acuerdo con que se prohíba la explotación de minería metálica de escala artesanal dentro del Área de Importancia Ecológica, Cultural y de Desarrollo Productivo Sostenible conformada por los territorios de las parroquias de Nono, Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Gualea y Pacto, que conforman la Mancomunidad del Chocó Andino?

Las tres siguientes preguntas son similares, solo cambia la “escala” de la explotación, que son “pequeña”, “mediana” y “gran”.

actualidad.rt.com

 


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