“La Revolución Malograda” reconstruye las alianzas con militares, la construcción de un relato desde los textos escolares y el entramado de corrupción durante una década en el poder de Ecuador
“Esta es una historia de poder”, así empieza La Revolución Malograda, el nuevo libro de las periodistas ecuatorianas Mónica Almeida y Ana Karina López, ambas con una prolífica carrera de más de treinta años de ejercicio. Con diez crónicas periodísticas, Almeida y López revelan cómo el ex presidente Rafael Correa y su equipo concretaron el entramado de poder de la Revolución Ciudadana.
Rafael Correa asumió la presidencia del Ecuador en el 2007, luego de varios años de inestabilidad política y mandatarios derrocados. Correa, que llegó apoyado por la fuerzas de izquierda del país, se mantuvo en el cargo por diez años. En ese tiempo convocó a una Constituyente, instaló un gran aparato de propaganda para difundir un relato oficial, persiguió a los opositores y a la prensa, y, según ha sentenciado la justicia, participó en actos en contra de la administración pública, aunque Correa y sus aliados aseguran que son perseguidos políticos.
A pesar de todo, a seis años de dejar la Presidencia y refugiado en Bélgica, Correa todavía conserva una militancia leal y una aceptación popular que, según los últimos estudios de opinión, es de alrededor del 30 por ciento.
En el 2017, Almeida y López publicaron El séptimo Rafael: la biografía no autorizada de Rafael Correa. En mayo de este año, La Revolución Malograda: el correato por dentro no se centra en el quién sino en el cómo.
Después de hacer 252 entrevistas, revisar cientos de documentos y hacer un exhaustivo trabajo de verificación y contrastación con material de archivo, las periodistas concluyen en que el andamiaje de la Revolución Ciudadana “se montó gracias a una comprensión profunda del Estado, de sus debilidades y del desorden institucional; así como de una utilización de la desigualdad social, sus raíces y sus agravios”, según se lee en la introducción del libro.
Las cinco características de la administración de Correa
En conversación con Infobae, Mónica Almeida, que ha sido parte del equipo mundial que investigó los Papeles de Panamá y los Pandora Papers, contó que en el libro se buscó “explicar que nos pasó en esta década, por qué se permitió o por qué esto terminó con un presidente con tintes autoritarios”.
Para las periodistas, la administración de Rafael Correa tuvo cinco pilares que le permitieron consolidar el poder: la propaganda, la ideologización, el control, la inteligencia y la corrupción. “A lo largo de los diez relatos siempre hay estas características. Son las características de este sistema que se implantó en el Ecuador”, explicó la autora.
La primera característica que encontraron Almeida y López es la propaganda. Los spots gubernamentales, las campañas y sobre todo los enlaces ciudadanos –conocidos como sabatinas– fueron esenciales para el correato. Según las autoras, se organizaron 512 sabatinas. Estas consistían en un evento de alrededor de tres o cuatro horas, que era transmitido en cadena nacional todos los sábados. Allí, Rafael Correa “decía su verdad y pulía su culto a la personalidad”, como se lee en el libro. Luego, lo que el entonces presidente declaraba era replicado por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, los ministerios y los medios públicos.
Fue en esa tarima en la que Correa insultó a periodistas y a otros de sus opositores.
Almeida dijo a Infobae que las autoras accedieron a la matriz de comunicación que usó el gobierno de Correa cuando se revelaron los Panama Papers. En ese documento se establecían lineamientos para responder ante los medios: “Entonces tenías a los funcionarios de gobierno que estaban dando entrevistas con un discurso unificado. Era un trabajo muy intenso el que manejaban para poder controlar el discurso manejar la propaganda”.
La ideologización es el segundo elemento detectado en el libro pues bajo la consigna de que la revolución ciudadana se reducía a la “lucha de los revolucionarios contra las élites oligárquicas que habían saqueado al país” se necesitaba evangelizar al Ecuador. Para lograrlo, el gobierno de Correa modificó los textos estudiantiles, en los que incluso se incluían actividades como: “nombrar los logros de la Revolución Ciudadana”; así como el proselitismo reflejado en eslóganes y términos repetidos.
“La obsesión del mando”, como escriben las autoras, es parte de la tercera característica del correato: el control. Según se argumenta en el texto periodístico, el correato ejerció control legal y judicial a través de leyes, reglamentos y decretos que “debían ser obedecidos por todos y aplicados por los jueces serviciales”. Quien no lo hacía, era amedrentado.
El espionaje, a través de los servicios de inteligencia del Estado, son la cuarta característica mostrada en el libro. A través de “sofisticados aparatos de intercepción, hackeos de comunicaciones, robos y choques extraños, intentos de secuestro y millones de dólares gastados” se perseguía a ciudadanos y periodistas.
En el 2019, una investigación de The New York Times encontró que las grabaciones de las 4.300 cámaras del ECU-911, el servicio de atención de emergencias del Ecuador, no solo servían para monitorear las ciudades y advertir delitos, sino que terminaban “en la temida agencia de inteligencia nacional, que en el mandato del expresidente Rafael Correa tenía un largo historial de seguimiento, intimidación y ataque a opositores políticos”.
El quinto y último elemento que encontraron las periodistas es la corrupción. Altos funcionarios del correato incluyendo al propio ex presidente Rafael Correa han sido vinculados y sentenciados en investigaciones judiciales por crímenes en contra de la administración pública. Por ejemplo, Correa fue condenado a ocho años de prisión en el Caso Sobornos 2012-2016. El caso reveló que develó una trama ilegal para financiar al ex movimiento de Correa, Alianza PAIS, a través de sobornos recibidos por funcionarios públicos.
Crónicas para la memoria histórica
Las diez crónicas presentadas abordan la relación de Correa y las Fuerzas Armadas, la Asamblea Constituyente de 2008, el conflicto de Angostura y los vínculos políticos con las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC), el levantamiento policial del 30 de septiembre de 2010, el asesinato del general Jorge Gabela, el asilo otorgado a Julian Assange y la trama de corrupción que involucró a Jorge Glas y a la constructora brasileña Odebrecht.
Las autoras aseguran en su libro que “el pacto de silencio” de las personas cercanas, funcionarios y otros colaboradores de la Revolución Ciudadana continúa. No obstante, reconocen que “paradójicamente, Rafael Correa fue siempre nuestra mejor fuente de contrastación”.
Almeida explicó a Infobae que usaron las declaraciones públicas “en caliente” de Correa y otros funcionarios respecto a los temas que abordan en el libro. El término “en caliente” se refiere a aquellos pronunciamientos que sucedieron en el momento del acontecimiento porque “después de un año yo me puedo referir a tal o cual acontecimiento de una manera distinta”, dijo la periodista.
El libro de 483 páginas se publicó dos semanas antes de que el presidente Guillermo Lasso convocara a elecciones anticipadas. Con ese evento político inédito en el Ecuador, la investigación de las periodistas se vuelve un insumo importante para el análisis de cara a los siguientes comicios, para el debate público y para la memoria histórica.
infobae.com
- TravelgateX irrumpe en Latinoamérica con una propuesta de valor innovadora - 18 de julio de 2024
- INCOMUNICADOS: El Gobierno de Milei dió rienda suelta a los aumentos en internet, cable y celular. - 27 de junio de 2024
- Por qué las fuertes nevadas y lluvias podrían contribuir a generar terremotos, según expertos del MIT - 10 de mayo de 2024