Con un horizonte incierto para miles de paraguayos, este sábado se celebra el Día del Trabajador y los números reflejan una situación difícil en el segundo año de pandemia del Covid-19.
El Día del Trabajador se recuerda en medio de nuevas restricciones horarias para frenar los elevados números de contagios de Covid-19. Esto obligó a muchos a cerrar sus puertas y limitar sus actividades laborales, poniendo en riesgo la sostenibilidad de cientos de locales y sus puestos de trabajo.
Las estadísticas dejan en evidencia que el desempleo y la falta de estabilidad laboral siguen persiguiendo a los trabajadores.
Los números reflejan duro panorama
El especialista en empleo, Enrique López Arce, compartió con Última Hora los últimos indicadores del Instituto Nacional de Estadística (INE), que revelan que al menos 266.902 personas están buscando empleo y otros 233.000 trabajadores se encuentran subocupados.
Pero lo que más preocupa son los 81.000 trabajadores que desistieron en la búsqueda de un nuevo trabajo. El especialista habla de que las nuevas restricciones de circulación golpearon a 240.000 personas que trabajan en horario nocturno.
Al menos hasta el próximo 10 de mayo, el horario prohibido para circular es desde las 20.00 hasta las 5.00 en Asunción y más de 50 ciudades del país que están en rojo a causa de los elevados contagios.
Las nuevas restricciones provocaron una serie de reacciones y las más fuertes se dan en el sector gastronómico, ya que las medidas le impiden trabajar por la noche.
Las cifras son preocupantes para el sector, donde 2.100.000 personas tuvieron algún tipo de reducción de ingresos, perdieron el empleo o fueron suspendidas en el marco de la crisis que provocó la pandemia del coronavirus.
“En el Día del Trabajador lo celebramos en un momento difícil para el empleo y no solo en el Paraguay, también en el mundo. La pandemia del Covid-19 vino a hacer más difícil las cosas”, agrega la especialista y advierte que Paraguay tiene la peor taza de informalidad laboral de toda la región.
A lo ya mencionado se le agrega la baja tasa de industrialización, lo que significa que el empleo depende principalmente de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), remarcó López Arce.
“La característica de las medianas y pequeñas empresas es que no tienen mucho oxígeno para aguantar las crisis. Verdaderamente, está dura la situación del empleo y más con las restricciones”, comentó.
¿En qué momento va a mejorar el empleo?
Probablemente es una de las preguntas más recurrentes en los últimos meses. Más allá de esa incertidumbre y otras dudas que puedan surgir en torno al mundo laboral, el especialista en empleo puso como ejemplo a Israel.
En ese país la vacunación fue una de las más rápidas del mundo e hizo caer en gran medida los contagios, fallecidos y pacientes en estado grave de Covid. “El empleo va a mejorar cuando vengan más vacunas y el mejor ejemplo es Israel”, afirmó.
De acuerdo con los datos de la Dirección Jurídica del Instituto de Previsión Social (IPS), desde marzo del 2020 hasta abril de este año al menos 106.064 trabajadores fueron despedidos de forma justificada o injustificada y alrededor de 8.900 empresas se vieron afectadas por la crisis sanitaria. Otra cifra considerable guarda relación con las 18.000 empresas que recurrieron al subsidio o la suspensión laboral.
Para el sociólogo e investigador Ignacio González, el trabajo cumple una función social y garantiza la sobrevivencia, por lo que considera que la suspensión laboral no es una solución en el contexto de la pandemia. “No se desvincula por completo, pero se suspenden todos los beneficios del trabajador y la trabajadora”, cuestionó.
Por su parte, López Arce señaló que todo lo relacionado con el empleo informático tuvo un aumento del 20% en el 2020, ya que muchas empresas contrataron programadores, desarrolladores de aplicaciones o de páginas web, para poder implementar la modalidad del teletrabajo o home office. Igualmente, resaltó que se necesitan más profesionales para el área textil, plomería, electricidad, entre otros.
A su criterio, las restricciones no son el camino para frenar la ola de contagios y los elevados números del Covid en el país. Aconsejó que el Gobierno “realice una mirada por dentro” y se concentre en las instituciones públicas donde se registran aglomeraciones importantes. “La verdadera aglomeración se da en las instituciones públicas y en los colectivos”, afirmó.
Cambió la forma de trabajar
La pandemia obligó a los trabajadores a cambiar la forma de realizar sus labores y muchos lugares adoptaron el teletrabajo como una medida para no parar y evitar contagios. Esta modalidad, que tomó fuerza con la llegada del Covid-19, es un desafío para empleadores y trabajadores.
En Paraguay todavía no se cuenta con políticas de protección social más abarcativas y es, también, uno de los pocos países del continente que no tiene un seguro de desempleo. Para González, no hay dudas de que el teletrabajo tiene sus ventajas y que es una modalidad que va a extenderse con más fuerza con el desarrollo de la tecnología.
“En términos de ventajas hablamos de la productividad y hay un costo ambiental que se reduce. El hecho de que nos quedemos en nuestras casas supone que no usamos los vehículos o el transporte público, pero tiene desventajas como el aumento de la carga laboral, y el no poder separar el ámbito laboral del hogar genera mayor estrés”, puntualizó.
Cerca de 2.000 personas se mantienen trabajando en la modalidad del teletrabajo. Tanto González y López Arce coinciden en la necesidad de seguir con el debate de todo lo que implica esta modalidad.
El especialista en empleo apuntó a que el teletrabajo debe ser visto como una oportunidad de generar más empleos en el país y que es necesario crear legislaciones que permitan al trabajador paraguayo ser contratado por empresas del exterior.
De acuerdo con los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la pérdida de horas de trabajo en 2020 fue aproximadamente cuatro veces mayor que la registrada durante la crisis financiera mundial del 2009.
Para el Mtess, Paraguay recuperó el nivel de empleo
La titular del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess), Carla Bacigalupo, brindó una conferencia de prensa este viernes, donde informó que el país alcanzó al cierre de febrero de este año el mismo nivel de empleo formal que había en enero de 2020, antes del brote de la epidemia del Covid-19.
Según los datos del Mtess, en el plazo de 11 meses de pandemia se recuperó el nivel de empleo formal, mientras que un total de 4.057 empresas solicitaron la suspensión laboral de sus trabajadores de enero a abril de 2021.
Con las suspensiones que se registraron durante estos primeros meses del año, la entidad registra que unos 16.491 trabajadores quedaron suspendidos y son quienes están percibiendo el pago de un subsidio del Instituto de Previsión Social (IPS).
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