Municipalidad de Asunción busca destrabar deuda administrativa con Hacienda para contar con recursos para reparar escuelas. Instituciones están con muros abajo y sin ventanas en la capital.
Con las paredes llenas de revoques, huecos y con las ventanas parchadas con madera terciada, estudiantes del noveno grado dan clases de Artes, con la mirada puesta en la profesora que explica una técnica de dibujo en el acrílico en el colegio Juan Ramón Dahlquist. El local escolar está ubicado en una de las entradas del populoso Ricardo Brugada.
La última vez que “la gente” de la Municipalidad de Asunción prometió el inicio de obras en el colegio público fue en noviembre del año pasado, pero casi seis meses después ni cuentan con la palada inicial.
“Este es un colegio histórico que tiene muchos requerimientos. Una embajada nos donó 16 equipos de aire acondicionado, pero algunos no podemos instalar por la falta de ventanas. Es la realidad en esta institución”, comenta Ana Liz García, la directora general del Dahlquist.
La institución figura en la lista de prioridades para inversión del Fonacide, pero el intendente Nenecho Rodríguez no rinde los recursos desde hace cuatro años ante el Ministerio de Hacienda.
La organización ReAcción presentó en la última sesión de la Junta Municipal un informe de irregularidades en el uso del Fonacide por parte del Municipio capitalino. La organización analizó la administración de Arnaldo Samaniego, Mario Ferreiro y Nenecho Rodríguez. Concluyeron que ninguna de las tres gestiones realizó inversiones con el Fonacide siguiendo la priorización oficial del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
En la gestión de Nenecho los montos de las adendas ya se triplicaron. Esto no deberían existir si la planificación es correcta, si es que los precios no aumentan y se terminan en los plazos fijados, según ReAcción.
Más necesidades. Las mamás de la escuela General Díaz (Chile y Segunda Proyectada), denuncian que el lugar está infestado por termitas. En un grado, el techo está lleno de goteras. El piso está deformado, aparentemente por las raíces de los árboles, que causan baches y son un peligro en el patio, indican.
Estudiantes caminan entre escombros y gran parte del muro caído en la escuela Juan Manuel Frutos, ubicada en la capital del sentimiento, y donde en un solo mes sufrieron robos en 20 ocasiones durante el segundo año de pandemia, según denunció en ese entonces la directora. “Desde el inicio de clases que encontramos así la escuela”, comentaban algunas mamás que pasaban por la escuela pública.
Los últimos datos del MEC indican que el 40% de los establecimientos educacionales están en mal estado a nivel país. El Sindicato Nacional de Directores (Sinadi) asegura que esta cifra ya está desfasada y el problema alcanza al 50% de los locales.
Críticas. A Nenecho le tomó más de tres años destrabar el problema del Fonacide con Hacienda, explica David Riveros, director ejecutivo de ReAcción Paraguay, una organización que se dedica al monitoreo del uso del Fonacide en las escuelas públicas.
“Se logró esta acción del Municipio después de muchísima presión, aunque también hay que apoyar la gestión del Municipio para que obtenga estos fondos, porque finalmente los beneficiarios, si se destraba esto, son los estudiantes y toda la comunidad educativa”, agrega.
“Al final del día lo que queremos es que se beneficien las escuelas y toda la comunidad educativa con estos recursos”.
David Riveros, director de ReAcción.
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