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Mar. Dic 3rd, 2024
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La Fundación Jubileo advierte que los gastos corrientes del Estado se expandieron durante los últimos 15 años de manera constante y este año aumentaron en un 7%, hasta situarse en 144.485 millones de bolivianos, el monto más elevado desde 2005, según un análisis de la entidad, con base en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023. Este aumento se registra cuando el país atraviesa por una delicada situación económica por la caída de las reservas internacionales netas (RIN) y un déficit fiscal de 7,2%, entre otros factores.

Los gastos corrientes constituyen el gasto de consumo del Gobierno. Estos son sueldos, servicios básicos, materiales de oficina y otros.

“El presupuesto 2023 de gastos corrientes es 7% mayor al presupuesto 2022”, precisa Jubileo al analizar los datos del PGE que muestran que esta partida llegará este año a 144.485 millones de bolivianos. En 2022 este gasto alcanzó 134.946 millones de bolivianos.

De acuerdo con el análisis de Jubileo “El presupuesto público sin cambio de rumbo”, el presupuesto consolidado de gastos corrientes de este año es el más alto desde 2005, cuando apenas llegaban a 22.119 millones de bolivianos y de 26.966 millones de bolivianos cuando el expresidente Evo Morales llegó al poder. Es decir que si se comparan estas cifras con la asignación prevista para este año de 144.485 millones de bolivianos, el aumento es de 553,2%.

“La constante expansión y consecuente alto nivel que han alcanzado los gastos corrientes es ahora un factor que afecta a la sostenibilidad de las finanzas públicas. En un escenario con ingresos limitados, contradictoriamente se mantienen gastos altos y crecientes; por lo tanto, persiste un déficit (fiscal) muy profundo”, advierte Jubileo en su análisis del PGE 2023.

Los gastos corrientes crecieron de forma constante, en 2010 pasaron a 59.971 millones de bolivianos, en 2013 se dispararon a 96.246 millones de bolivianos, en 2014 hasta 108.604 millones de bolivianos y en 2015 hasta 126.626 millones de bolivianos.

Los gastos corrientes bajaron levemente hasta 2019, año en el que nuevamente crecieron a 131.756 millones de bolivianos y en 2020 hasta 137.996 millones de bolivianos. En 2021 disminuyeron a 129.807 millones de bolivianos y el año pasado aumentaron a 134.946 millones de bolivianos.

Jubileo en su análisis sostiene que en esta gestión se cumple 10 años consecutivos con déficit fiscal, como resultado de un escenario con limitados ingresos, pero con un nivel alto y creciente de gastos, principalmente gastos corrientes.

“El déficit se ha profundizado en los últimos años, si bien en 2023 se reduciría levemente a 7,5%, es aún un nivel muy preocupante. Un profundo y prolongado déficit refleja la complicada situación de las finanzas públicas, que no es coyuntural, por lo que revela la necesidad de implementar ajustes y reformas hacia otra dirección”, alerta la fundación.

Agrega que el déficit es financiado con endeudamiento, es decir que se recurre a préstamos para financiar mayores gastos

“La deuda externa, que se incrementó constantemente durante y después del periodo de bonanza, ha llegado a 13.112 millones de dólares a octubre de 2022; casi seis veces el monto que se debía en 2007. Y, con relación a la deuda interna, esta comienza a crecer desde 2018 y se dispara en 2020 y 2021, por créditos de emergencia y liquidez, principalmente del Banco Central”, dice Jubileo.

Los ingresos

De acuerdo con Jubileo, inicialmente los ingresos por impuestos (recaudados por el nivel central), si bien registrarían un leve incremento de 5% con relación al presupuesto 2022, aún no se advierte una verdadera recuperación de las recaudaciones. Desde 2016, los ingresos tributarios disminuyeron y el nivel previsto en el Presupuesto General del Estado (PGE) estaría por debajo incluso del año 2014. Se proyecta 47.282 millones de bolivianos de ingresos.

En el caso de los ingresos por hidrocarburos, provenientes del IDH y las regalías, señala que éstos cayeron a partir del año 2015 hasta el actual nivel registrado los últimos años, muy por debajo de lo alcanzado en 2013 y 2014.

Para este año se proyecta 9.805 millones de bolivianos, muy por debajo de los niveles récord de 2014, cuando se lograron 24.607 millones de bolivianos.

Jubileo concluye que el PGE 2023 muestra tendencias similares a las observadas en los presupuestos de los últimos años, lo que en su criterio es preocupante, porque presenta un panorama de muchos años con limitados ingresos públicos, gastos corrientes crecientes y una inversión que disminuye.

“Aún no se advierte una verdadera recuperación de las recaudaciones tributarias, que se encuentran incluso por debajo del nivel alcanzado en 2014 y, en el caso de los ingresos del sector hidrocarburos, el actual nivel, de igual manera, está muy por debajo y sin perspectiva de repuntar, puesto que a pesar del contexto favorable de precios internacionales, estos ingresos dependen de los volúmenes de producción, los cuales han estado disminuyendo en los últimos años”, subraya Jubileo.

Sólo entre 2005 y 2017 el número de empleados de la administración central del Estado se disparó de 9.989 a 19.140, es decir que en este período la burocracia se incrementó en un 91,6%, según datos publicados en el libro “12 años de Estabilidad Económica”.

Página Siete


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