¿Cómo influyen en el ministerio entre los estudiantes universitarios de hoy en día las características distintivas de la generación Z?

Un nuevo informe de IFES (GBU en España) busca “ofrecer marcos prácticos para la adaptación del ministerio y la colaboración intergeneracional en un contexto estudiantil  que evoluciona a toda máquina”.

“La generación Z está redefiniendo el ministerio estudiantil. Es el momento de ir más allá de `lo habitual en el ministerio´, y este informe es un recurso revelador y práctico para cualquiera que desee replantearse cómo llegar a esta nueva y potente generación, discipularla y liberarla”, afirma Annette Arulrajah, secretaria general adjunta de la IFES, en la introducción del informe.

Titulado Reflexiones sobre la Generación Z para el Ministerio Estudiantil Global, el nuevo informe se basa en entrevistas y grupos de discusión realizados con estudiantes, personal y líderes de la red de base de IFES.

Otras organizaciones han publicado estudios al respecto, pero “han sido desarrollados principalmente en Occidente, y la mayoría de los estudiantes de la Generación Z viven en el Mundo Mayoritario. Más de una cuarta parte en Asia del sur”, señala la organización estudiantil.

IFES encargó a Peter Dray la realización de esas entrevistas. Dray, que ha trabajado en UCCF (GBU Reino Unido) durante más de 20 años, como obrero, director creativo de evangelismo y secretario general interino, se reunió con estudiantes y personal de IFES en Reino Unido, Irlanda, Kenia, Singapur, Hong Kong, Timor Oriental y dos países de Oriente Medio/África del Norte.

“Espero y oro para que el informe impulse el debate sobre cómo colaborar eficazmente con la Generación Z para ayudar a promover el reino de Cristo en las universidades del mundo”, señala Dray.

La Generación Z

El informe comienza con una introducción detallada sobre la Generación Z. Nacidos entre 1997 y aproximadamente 2012, forman la generación más numerosa del mundo, alrededor de un tercio de la población.

Para ello, presentan cinco tendencias que “han moldeado y conformado la cosmovisión de la Generación Z, y que es útil tener en cuenta a la hora de compartir el evangelio con ellos, hacer discípulos de Cristo entre ellos y tratar de impulsar su liderazgo”.

Esas tendencias son la proliferación digital, el aumento de la migración internacional, la rápida urbanización, el cambio de actitud hacia la salud y la crisis provocada por la pandemia.

Después, el informe se centra principalmente en analizar lo que los autores consideran las cuatro “características distintivas” de la generación Z: inmersión digital, mayor conciencia cultural, búsqueda del bienestar y apertura espiritual, y “analiza sus implicaciones para el ministerio”.

Inmersión digital

Según el informe, “mientras que las generaciones anteriores se han adaptado a las nuevas tecnologías digitales, los miembros de la generación Z tienen pocos o ningún recuerdo de la vida antes de la conectividad constante”.

Por ello, “la brecha entre la generación Z y otras generaciones es mayor allí donde el acceso a Internet es más reciente”, un cambio “que está revolucionando la forma en que normalmente se transmiten la cultura y la autoridad de una generación a otra”.

El estudio también revela que los miembros de la generación Z “afirman que la autenticidad les importa más que el valor de la producción”, por lo que “prefieren una comunicación breve pero profunda”.

Además, su acceso sin precedentes a la información “ha dado forma a una generación que es experta en el procesamiento rápido de la información, pero que tiene dificultades para mantener una concentración profunda y constante en temas concretos”.

Por eso “los estudiantes necesitan mentores que les ayuden a navegar por la abrumadora variedad de voces y perspectivas, distinguiendo entre información y sabiduría, conocimiento y comprensión”.

“Quizás la tensión más significativa a la que se enfrenta la generación Z es la que existe entre la velocidad a la que pueden acceder a la información y el tiempo más lento que normalmente se requiere para la transformación espiritual”, afirma el informe.

Mayor conciencia cultural

Hoy en día, las universidades cuentan con un alumnado más diverso que nunca y, “aunque los estudiantes de la generación Z se ven influidos por factores similares, lo que contribuye a crear un lenguaje común entre ellos, siguen existiendo diferencias culturales significativas”.

El informe advierte de que “los movimientos nacionales que asumen una visión del mundo compartida por todos los estudiantes solo pueden llegar a ellos o convertirlos de forma relativamente eficaz, ya que el evangelio está mal contextualizado”.

“Una mayor conciencia cultural y conectividad han creado una dinámica dual por la que la Generación Z siente que comparte una identidad generacional. No obstante, la identidad individual se ha convertido en algo cada vez más relevante”, dice el estudio.

Esto “subraya la necesidad de fomentar las comunidades estudiantiles que celebran las diferencias innatas mientras buscan una unidad más profunda en Cristo”, añade.

Búsqueda del bienestar

El informe revela que la Generación Z “tiende a abordar su bienestar como una búsqueda holística y continua, en lugar de como un problema que hay que resolver cuando surge una enfermedad”.

Por eso, “los estudiantes y el personal más joven de la Generación Z esperan que las comunidades e instituciones de su entorno, incluidas las universidades, las iglesias, los grupos universitarios y las empresas, apoyen su bienestar”.

La fatiga digital y los retos para la salud mental son las principales preocupaciones de los miembros de la Generación Z que participaron en el estudio.

Según IFES, “un ministerio eficaz con la Generación Z requiere un equilibrio cuidadoso, proporcionando suficiente apoyo para evitar que se sientan abrumados, mientras se les ofrecen retos suficientes para promover su crecimiento”.

“Las estrategias podrían incluir ofrecer plazos más cortos para los compromisos iniciales, garantizar una mentoría continua mientras prestan servicio y aumentar intencionalmente su exposición a experiencias enriquecedoras a lo largo del tiempo”, subraya el informe.

Apertura espiritual

En todos los países encuestados, los estudiantes afirmaron que su generación está más dispuesta que la de sus padres a cambiar sus creencias espirituales.

El informe señala que la pandemia fue importante para la apertura espiritual de la generación Z, ya que “les llevó a enfrentarse a profundas cuestiones existenciales”.

“Ante el aislamiento y la incertidumbre de los confinamientos, los estudiantes comenzaron a cuestionarse si las perspectivas puramente seculares podían proporcionarles el significado, la esperanza y el consuelo que anhelaban”.

Según el estudio, “la generación Z ve el compromiso religioso en términos cada vez más individualistas. Se sienten atraídos por la auténtica comunión y el sentido de pertenencia, pero muchos quieren elegirlo por sí mismos en lugar de simplemente heredarlo a través de la familia o la tradición cultural”.

El hecho de que la Generación Z encuentre contenido espiritual a través de podcasts, vídeos y redes sociales “crea oportunidades para un ministerio innovador, pero también significa que la interpretación o las preferencias personales de cada individuo pueden prevalecer sobre la autoridad de las Escrituras o la coherencia doctrinal”, advierte IFES.

Recursos adicionales

Además de este informe, IFES ha lanzado una colección de estudios bíblicos sobre estos temas, “para inspirar y moldear una nueva forma de ver cómo podemos ayudar a los estudiantes de hoy en día a crecer como discípulos y testigos, y cómo conectamos con ellos y apoyamos a los obreros más jóvenes”.

También lanzarán una miniserie de podcasts en enero de 2026. La serie de podcasts, compuesta por cuatro partes, “ampliará el debate al incluir perspectivas globales del personal, los estudiantes e invitados especiales”.