
Imagen Vicepresidencia de Colombia
La cuarta visita oficial del Gobierno colombiano al continente africano marca un punto de inflexión en la política exterior y económica del país. Bajo el liderazgo de la vicepresidenta Francia Elena Márquez Mina, Colombia avanzó en la construcción de una relación estratégica con el sector financiero africano, concebida no solo como una apuesta diplomática, sino como una decisión de Estado orientada a diversificar alianzas, fortalecer el intercambio comercial y consolidar una cooperación Sur-Sur con visión de largo plazo.
Desde Lomé hasta Accra y Dakar, la agenda de alto nivel permitió establecer diálogos directos con algunas de las instituciones financieras más influyentes de África Occidental: el Banco Africano de Desarrollo, el Banco de Desarrollo de África Occidental, el Banco de Desarrollo de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), el Fidelity Bank de Ghana y el Banco Central de los Estados de África Occidental (BCEAO). Estos encuentros abrieron un espacio inédito para explorar nuevas rutas de cooperación financiera, técnica e institucional entre África, América Latina y el Caribe, con énfasis en el desarrollo sostenible, la integración regional y la transformación productiva.
Acompañada por una delegación de alto nivel del Gobierno colombiano, integrada por los viceministros de Relaciones Bilaterales y de Comercio Exterior, la viceministra de Cultura, representantes diplomáticos, empresarios, empresarias y emprendedores, la vicepresidenta destacó el interés creciente de los bancos africanos en ampliar portafolios, diseñar instrumentos financieros conjuntos y establecer canales de cooperación que faciliten el comercio, la inversión y la movilidad entre ambas regiones. Para Colombia, este acercamiento representa una oportunidad concreta de superar la tradicional dependencia de los mercados del norte global y de construir relaciones económicas más equilibradas y estratégicas.
Durante sus intervenciones, Márquez Mina subrayó que el fortalecimiento del vínculo económico con África es una prioridad estratégica para Colombia. En un contexto global marcado por tensiones comerciales, guerras arancelarias y restricciones financieras, insistió en la necesidad de que las naciones del Sur se miren entre sí y diseñen mecanismos propios para acceder a recursos, financiar infraestructura y promover el desarrollo social. En ese sentido, resaltó el papel clave que deben desempeñar los bancos de desarrollo regionales, tanto africanos como latinoamericanos, para facilitar inversiones en conectividad aérea, infraestructura portuaria y logística marítima, elementos indispensables para dinamizar el comercio birregional.

La vicepresidenta fue enfática al señalar que sin el respaldo de estas instituciones financieras será difícil concretar las obras de infraestructura que permitan una integración real entre continentes. Las altas cargas de deuda externa y los costos financieros que enfrentan muchos países en desarrollo limitan la capacidad de priorizar la inversión social, por lo que resulta indispensable repensar modelos de financiamiento más justos y accesibles. En este escenario, planteó la importancia de que el Banco Africano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) asuman un liderazgo conjunto para impulsar una agenda de cooperación que beneficie a ambas regiones.
Más allá de los aspectos económicos, la vicepresidenta planteó una visión política y cultural de largo alcance. Señaló que África no puede avanzar plenamente en su desarrollo sin considerar a la diáspora afrodescendiente en el mundo como parte integral de su sexta región. Desde esta perspectiva, la cooperación no debe entenderse como caridad, sino como un intercambio de saberes, capacidades y oportunidades entre pueblos con historias compartidas. Agricultura, integración regional, transición energética y modelos innovadores de financiación para el desarrollo fueron identificados como campos prioritarios para una colaboración concreta y mutuamente beneficiosa.
En Ghana, uno de los mercados más dinámicos de África Occidental, la reunión con los directivos del Fidelity Bank permitió dimensionar el potencial de una relación económica aún incipiente, pero con amplias posibilidades de crecimiento. Con un producto interno bruto que supera los 82 mil millones de dólares y una influencia regional en expansión, Ghana se perfila como un socio estratégico para Colombia. Las exportaciones colombianas, que en 2024 alcanzaron cerca de 2,67 millones de dólares, fueron presentadas como un punto de partida para construir un intercambio más sólido y sostenido. Allí, la vicepresidenta reiteró que la estrategia de reconexión con el continente africano reconoce la historia compartida, la diáspora y el enorme potencial humano y económico que une a ambas regiones.

La agenda incluyó propuestas concretas en materia de conectividad, como el desarrollo de rutas directas que reduzcan tiempos de transporte y costos logísticos, así como estudios de viabilidad para establecer una ruta comercial directa entre África y Colombia, aprovechando la competitividad de los puertos de Cartagena y Buenaventura. En este marco, se planteó la realización de misiones empresariales recíprocas a partir de 2026, enfocadas en sectores clave como agroindustria, energías renovables, logística, tecnología y salud, además de acuerdos entre agencias de promoción de inversiones y cámaras de comercio para facilitar trámites y acompañar a los inversionistas.
La visita al Puerto de Tema, el más importante de Ghana, reforzó la visión de una integración logística de largo plazo y la voluntad de avanzar en acuerdos que abran nuevas rutas comerciales con el continente africano. Para el Gobierno colombiano, esta relación no solo es estratégica y necesaria, sino que representa una oportunidad histórica para proyectar el país en nuevos escenarios globales con una mirada de futuro.
El cierre de la gira en Dakar, con el encuentro con el vicegobernador del Banco Central de los Estados de África Occidental, consolidó el componente institucional de la visita. Allí, la vicepresidenta destacó el interés de Colombia en profundizar el diálogo técnico en áreas como regulación financiera, inclusión financiera, pagos digitales, banca para el desarrollo y estabilidad macroeconómica, reconociendo al BCEAO como un actor clave para generar confianza y previsibilidad en la región.
Con esta misión, Colombia da un paso decisivo hacia el fortalecimiento de los lazos con el sector financiero africano, un actor fundamental para impulsar el comercio, la inversión y el desarrollo sostenible. Más que una agenda coyuntural, la visita liderada por la vicepresidenta Francia Márquez Mina sienta las bases de una relación birregional renovada entre África y América Latina y el Caribe, orientada a ampliar oportunidades, construir alianzas estratégicas y reconfigurar, desde el Sur Global, las reglas de la cooperación internacional.
carloscastaneda@prensamercosur.org
