
El crédito de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón había sido rechazado en la anterior legislatura. Quedan dos préstamos pendientes de aprobación, que se tratarán el lunes.
Por mayoría absoluta, la Cámara de Diputados de Bolivia aprobó este jueves en grande y en detalle un crédito de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), por 100 millones de dólares.
El crédito, que es de libre disponibilidad como reposición a los gastos públicos durante la pandemia de Covid-19, había sido rechazado por la anterior legislatura en un acto que el entonces presidente Luis Arce calificó como un “bloqueo” legislativo para debilitar su gestión.
De un total de 112 votos emitidos por los legisladores en la Cámara Baja, 61 diputados aprobaron el préstamo, mientras que otros 51 congresistas lo rechazaron.
“El Gobierno tiene que saber manejar el crédito; pido relevancia, pido no colocar trancas. Tenemos que trabajar, dar esperanza. Es el primer crédito para darle tranquilidad al 2026, aprobaremos el crédito para empezar bien el próximo año”, declaró el diputado del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Juan José Torrez, durante la sesión.

Desde la bancada opositora de Libre pidieron transparentar el destino del crédito, en caso de que sea aprobado por el pleno. El diputado Herland Catala recomendó a la administración de Rodrigo Paz explicar cómo se manejarán los recursos.
Entre los legisladores que rechazaron el préstamo está Diana Romero, diputada del oficialista PDC y esposa del vicepresidente Edmand Lara, quien anteriormente había condicionado la aprobación de créditos a que el Ejecutivo explicara el destino de esos recursos.
Al ser una votación nominal, los miembros de la Cámara Baja tuvieron que argumentar su voto. Romero recordó que durante la campaña electoral, Paz había prometido no solicitar créditos de manera inmediata y cuestionó que no se hubiera explicado el destino de los recursos.
Leyendo un documento, la diputada manifestó: “Primeramente, recordarles que, entre las propuestas de nuestro presidente Rodrigo Paz, estaba decir ‘no’ a los créditos. Y dado que el ministro y el viceministro no supieron dar una explicación clara, concisa y concreta sobre el destino de estos créditos, y porque no quiero ser parte de la corrupción ya que estos créditos han sido gestionados en beneficio de unos pocos, mi voto es en rechazo”.

Otros dos créditos que estaban en agenda quedaron pendientes de tratamiento y fueron aplazados para el lunes 15 de diciembre. Entre ellos uno por 30 millones de dólares, otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el proyecto de un Parque para La Paz y El Alto y uno de 550 millones de dólares del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe – CAF que fue gestionado por el presidente Paz tras ganar el balotaje del 19 de octubre.
Los créditos de financiamiento internacional adquirieron relevancia en el debate público nacional en los últimos años debido al contexto de crisis económica que afronta el país, lo que obliga al Gobierno a buscar recursos externos para cubrir gastos corrientes.
La discusión se intensifica debido a que los préstamos requieren aprobación legislativa y suelen enfrentar posiciones divergentes, lo que retrasa su tratamiento y genera incertidumbre sobre la disponibilidad inmediata de los recursos. Mientras algunos defienden estos créditos para evitar un mayor deterioro económico, otros sectores críticos advierten sobre los riesgos de aumentar las obligaciones externas del país sin un plan estructural de fortalecimiento fiscal.
Esta combinación de necesidades financieras urgentes y desacuerdos políticos convierte cada solicitud de financiamiento internacional en un tema central del debate público en Bolivia.
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