

Recordemos que…
Las redes sociales son plataformas digitales complejas que actúan como estructuras sociales dinámicas, compuestas por un conjunto de actores (nodos) y los lazos (relaciones) que los conectan, diseñadas para facilitar la creación de perfiles públicos o semipúblicos y la articulación de una red de contactos. Estas plataformas trascienden la mera comunicación al convertirse en escenarios de interacción (el Front Stage de Goffman) donde se ejerce la gestión de impresiones constante, se influyen las percepciones grupales, se fomenta la comparación social distorsionada y se generan fenómenos como el FOMO, transformando así la construcción de la identidad, la sociabilidad y el bienestar mental a través de algoritmos que priorizan el engagement sobre la calidad de las interacciones.
También recordemos que…
La identidad se entiende como el complejo y dinámico sistema de autodefiniciones que un individuo utiliza para describirse y localizarse a sí mismo en el mundo social. No es una entidad única, sino un conjunto multifacético que se negocia y transforma constantemente a lo largo de la vida en respuesta a las interacciones sociales y los contextos culturales.
Al igual que…
Self se refiere a la conciencia que un individuo tiene de sí mismo como una entidad única, distinta de los demás y del entorno, que abarca la totalidad de su identidad, personalidad y experiencias internas y externas. Es la estructura central que organiza los pensamientos, sentimientos y acciones, y se desarrolla a través de la interacción social (como postularon Mead y Cooley), donde el individuo internaliza las actitudes y percepciones de los demás (el «otro generalizado») para poder verse a sí mismo. En esencia, el Self es lo que somos y lo que creemos ser, un concepto dinámico que integra nuestra identidad personal (rasgos únicos) y nuestra identidad social (roles y pertenencias grupales).
Entocnes, el Self digital es la identidad presentada, construida y negociada por un individuo dentro de los entornos virtuales (principalmente redes sociales, juegos en línea y plataformas de contenido), constituyendo una versión deliberadamente curada y mediada del yo que se adapta a las normas y expectativas del público en línea (manejo de impresiones). Inspirado en la Dramaturgia de Goffman, este «Self» actúa como una máscara social o persona que se expone en el escenario virtual (Front Stage), siendo a menudo una versión hiper-optimizada y selectiva de la realidad que busca obtener validación social (likes, comentarios, seguidores), generando una compleja interrelación, y a veces tensión, con el «Self» real (Back Stage).
El Self Virtual vs. El Self Real
El problema para los adolescentes no es que el Self virtual sea falso, sino que es una versión hiper-optimizada y unidimensional del Self real. La constante gestión de impresiones puede generar una disonancia cognitiva o una fatiga al intentar sostener un performance digital que no se corresponde con la realidad interna.
La paradoja de la conexión y la soledad
Las redes sociales prometen una conexión ilimitada, pero estudios de psicología social demuestran que, para muchos adolescentes, pueden exacerbar los sentimientos de soledad y aislamiento.
Cantidad vs. Calidad de las interacciones
- Conexión superficial – cantidad. Las plataformas fomentan interacciones rápidas y de baja inversión emocional (un «me gusta,» un comentario genérico, un emoji). Esto crea la ilusión de capital social, donde tener muchos «amigos» o seguidores no se traduce en apoyo emocional genuino.
- Aislamiento y falta de intimidad – calidad. La intimidad psicológica se construye a través de la vulnerabilidad y la reciprocidad en persona o en interacciones profundas. Cuando las interacciones más significativas ocurren a través de la pantalla, se pierde la riqueza de la comunicación no verbal (lenguaje corporal, tono de voz), esencial para la empatía y el vínculo afectivo real, llevando a una soledad existencial incluso estando «conectado.»
El refuerzo algorítmico
Los algoritmos están diseñados para maximizar el tiempo en pantalla (TPE), no el bienestar. Refuerzan el contenido que provoca reacciones fuertes (a menudo negativas o polarizadas), lo que mantiene al usuario enganchado, a expensas de salir y buscar interacciones sociales offline o desarrollar otras actividades.
Comparación social y bienestar psicológico
La arquitectura misma de las redes sociales se basa en el principio psicológico de la comparación social, pero con una distorsión crítica.
La comparación social distorsionada
La Teoría de la Comparación Social postula que los individuos tienen un impulso de evaluar sus propias opiniones y habilidades comparándose con otros. En las redes, esta comparación es casi siempre ascendente (compararse con alguien que se percibe como «mejor»).
- Vidas curadas. Los adolescentes comparan sus vidas ordinarias, no editadas y completas (incluyendo sus inseguridades y fracasos) con los momentos cumbre, editados y cuidadosamente seleccionados de los demás.
- Impacto en la autoestima. Esta comparación desigual y constante lleva a una disminución de la autoestima y aumenta la ansiedad. La diferencia entre el Self idealizado que ven en otros y su propio Self real se hace dolorosamente evidente.
Fenómenos clave en adolescentes
- Miedo a perderse algo (FOMO – Fear of Missing Out). La ansiedad social generada por la conciencia de que otros están teniendo experiencias gratificantes de las que uno está excluido. El FOMO impulsa a la revisión constante de feeds y stories para mantenerse «al día,» lo que refuerza la adicción al dispositivo.
- El consumo compulsivo de noticias negativas, estresantes o deprimentes, especialmente en tiempos de crisis global (cambio climático, pandemias, política). Psicológicamente, esto es una forma disfuncional de vigilancia; el cerebro busca información para prepararse, pero la saturación de negatividad genera impotencia aprendida y ansiedad crónica sin una vía de acción clara.
En síntesis, la identidad adolescente en la era digital no es solo un problema de individuos, sino un fenómeno sociológico. Las plataformas no son herramientas neutrales; son estructuras sociales que dictan las reglas de la interacción, la presentación personal y la jerarquía (a través de likes y seguidores). Comprender estos mecanismos, desde la dramaturgia de Goffman hasta la tiranía de la comparación social, es esencial para que los jóvenes puedan navegar el entorno digital de manera más consciente y saludable.


Publicado por: Jeanette
Fuente de esta noticia: https://www.eldiario.net/portal/2025/12/12/la-identidad-y-las-redes-sociales-2/
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