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Sáb. Nov 23rd, 2024
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Sin cuórum. Los ministros Víctor Ríos y Manuel Ramírez Candia abandonaron la sesión

El ministro Eugenio Jiménez se ratificó en que no acepta el cargo. Sus colegas dicen que es una obligación inherente al cargo. Ríos y Ramírez se retiraron de la sesión y la dejaron sin cuórum.

La no aceptación del cargo de vicepresidente segundo por el ministro Eugenio Jiménez ya genera una crisis en la Corte Suprema de Justicia al punto de que la discusión del tema quedó inconclusa luego de que dos ministros se retiraran y la sesión quedara sin cuórum.

Durante la plenaria, Jiménez dijo incluso que se sintió “amenazado en el patíbulo”, “apuntado” por sus colegas porque había una opinión mayoritaria de que era una obligación inherente al cargo y que fue electo por el pleno.

Ayer, en el último punto del orden del día estuvo el tratamiento de la no aceptación del cargo de la vicepresidencia segunda por parte de Jiménez. El presidente hizo un resumen de la cuestión; citó las normas constitucionales y legales de la materia.

Después, el ministro Víctor Ríos recordó la dictadura militar y que ahora se quería imponer un cargo contra la voluntad del ministro Jiménez. Afirmó que no estaba en juego la superintendencia de la Corte, ya que había un segundo candidato votado.

Remarcó su oposición. Citó varias teorías a favor de la libertad individual, con base constitucional, para finalmente señalar que no se podía obligar a ejercer el cargo que no quería. Alegó que había un error del debate y que no existe forma de obligar a ser elegido. Que no había un ser supremo que se colocara por sobre la Constitución.

Luego habló Eugenio Jiménez. Indicó que su posición no había cambiado, desmintiendo versiones sobre que había aceptado o que era una cuestión política, sino que era una cuestión meramente interna de la Corte Suprema.

Leyó la norma que organiza la Corte donde remarcó que se trataba de una elección y no una imposición y que era inadmisible la teoría de que se trataba de una carga pública.

Dijo que el “derecho a la libertad solamente puede ceder en situaciones muy excepcionales, que además tienen que ser interpretadas con criterios restrictivos”.

“Consecuentemente desde mi punto de vista no puede obligarse a una persona que expresó su voluntad de no integrar un órgano”, acotó.

Acto seguido, la ministra Carolina Llanes sostuvo que era una cuestión inherente al cargo de ministro y que se debía asumir la responsabilidad por encima del interés individual, debía primar el interés general.

Su colega Alberto Martínez Simón coincidió en que la libertad tenía límites. Incluso, hizo el argumento conocido como la reducción al absurdo donde se preguntó qué pasaría si los 6 ministros elegibles se negaban a asumir el cargo. Dijo que no había postulaciones, sino 6 elegibles y 9 electores.

Por su parte, Luis María Benítez Riera alegó que con la no aceptación del cargo se vulneraba el derecho de los 8 ministros a elegir. Diferenció que no era la voluntad popular, sino la elección del pleno, y que debía cumplir.

RÉPLICAS. Luego vinieron las réplicas. Ríos señaló que no iba a votar, y se preguntó cómo iban a obligar a Jiménez a aceptar, con tortura o engrillado para que firmara. Dijo que no iba a votar en contra de su libertad. Pidió incluso permiso para retirarse de la sesión de la Corte.

Manuel Ramírez Candia apuntó que era un deseo de hacer primar la mayoría y que había cierto apego al autoritarismo. Se ratificó que era un derecho y no una obligación a ser impuesta.

Carolina Llanes se ratificó en su posición y que debía primar el interés general por sobre el particular, y que debía atenerse a las consecuencias.

Esto fue tomado como una amenaza por el ministro Eugenio Jiménez, quien dijo que se sentía ante el patíbulo, apuntado por la mayoría. Alegó que su intención no era crear un problema institucional, y que se debía hallar una salida institucional.

Luego, ya cuando parecía que se iba a llevar a la votación, el ministro Ríos en forma tajante apuntó que así decía Hitler, decía Mussolini, decía también Stroessner y por eso pedía permiso para retirarse. Ramírez Candia lo siguió, ya que tampoco estuvo de acuerdo.

Al final, el ministro César Diesel, al quedarse sin cuórum, levantó la sesión. Alegó que el tema se trataría en la siguiente sesión. Habrá otro capítulo sobre este tema la próxima semana.

ultimahora.com


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