
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Cataluña, concretamente hasta la sorprendente y espectacular ciudad de Girona. Allí nos topamos con un gran número de construcciones, monumentos y rincones absolutamente fascinantes. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la Iglesia de San Félix.
Se trata de una imponente basílica que acoge los oficios de la Parroquia Mayor de Sant Feliu del Obispado de Girona, llamada de esa forma porque este era el templo principal de la ciudad antes de que se construyese la catedral. Se erigió en honor al mártir San Félix y las obras se alargaron desde el siglo XII hasta el siglo XVII. Cabe destacar que conserva gran parte del edificio románico, que fue completado más tarde con naves y cubiertas góticas, así como con una espectacular fachada barroca.
No podemos dejar de mencionar que uno de los grandes atractivos de esta Basílica de San Félix que podemos encontrar en Girona son los ocho imponentes sarcófagos romanos y paleocristianos de los siglos III y IV que se encontraron al construirse este templo, junto al impresionante sepulcro de San Narciso, de estilo gótico.
Basílica de San Félix de Girona, a través de su historia
Esta edificación se origina junto a una calzada romana donde se cree que estaba el conocido como “martyrium” o iglesia paleocristiana. Se erigió en honor al mártir San Félix y se deduce que tenía un gran predicamento, puesto que el Rey Recaredo dio a la iglesia nada más y nada menos que una corona votiva.
Es importante destacar que, durante la ocupación musulmana de Girona que se llevó a cabo en el año 717, parece que esta antigua iglesia ejerció funciones catedralicias, puesto que la Catedral comenzó a ser utilizada como una mezquita. Con posterioridad, con la conquista franca hacia finales del siglo VIII, esta construcción alojó a una comunidad de presbíteros que dependían de la catedral, a la que quedaría estrechamente ligada desde entonces.
Al encontrarse fuera de la muralla, este templo fue objeto de numerosas fortificaciones en las que se pueden observar, a la perfección, diversos estilos arquitectónicos. Hay que mencionar que, de esa antigua iglesia románica, se conservan tanto la planta como el alzado de la cabecera, puesto que el resto de la estructura es de estilo gótico, erigida a partir del siglo XIV. Es más, alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVI. Eso sí, en 1835, se convirtió en una simple y llana parroquia.
No podemos dejar de tener en cuenta que, el 31 de mayo de 2011, el Papa Benedicto XVI otorgó a esta iglesia el título de basílica menor, a instancias de Francisco Pardo, el que por aquel entonces era Obispo de Girona. Es importante hacer hincapié en que es la segunda construcción en tener ese título en la comarca, después de la espectacular Iglesia de Santa María de Ampurias. ¡Algo verdaderamente sorprendente, qué duda cabe!
Laura Hernández
Fuente de esta noticia: https://www.lasexta.com/viajestic/escapadas/basilica-san-felix-girona-sabias-que-alli-encuentran-restos-san-narciso_20251208693697c06e5e5012dcdf10e1.html
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