
Tuvieron que pasar catorce años desde aquel “Sale el Sol Tour” de 2011 para que Paraguay volviera a sentir el temblor de las caderas más famosas del mundo, las de la cantante colombiana Shakira Isabel Mebarak Ripoll (48), simplemente Shakira o La Loba Mayor.
Sin embargo, las dos fechas históricas del 28 y 29 de noviembre de 2025 en el Estadio La Nueva Olla no solo fueron conciertos; fueron fenómenos sociales con una trastienda de curiosidades, cifras astronómicas y rituales fanáticos que por la magnitud escaparon a las cámaras.
Mientras el público veía brillar a la artista, detrás operaba una logística titánica. Se estima que el caché de Shakira por concierto oscila entre 1,9 y 2 millones de dólares, una cifra que justifica el despliegue de 93 toneladas de equipo de alta tecnología que viajaron a Asunción.
El escenario fue un monstruo tecnológico dominado por una pantalla de 49 metros de ancho por 9,6 metros de alto, compuesta por nada menos que 6,6 millones de píxeles.
Para mover esta ciudad itinerante, viajaron más de 150 personas de nacionalidades tan diversas como Bélgica, Sudáfrica, Escocia y Colombia, incluyendo un cocinero propio y dos fisioterapeutas dedicados exclusivamente a mantener a la “Loba” en forma.

Marea plateada
Uno de los momentos más comentados fue la “Caminata con la Loba”, donde 155 elegidos (entre fans, periodistas e influencers) acompañaron a la artista en su entrada triunfal. Pero, ¿qué pasó antes de que se encendieran las luces del espectáculo? La espera fue una prueba de resistencia y emoción en el cuarto piso de La Nueva Olla.

Desde las 15:30 horas, los participantes, identificados con pulseras fucsias metálicas, aguardaron en un salón multiuso bajo estrictas reglas: no salir del recinto (o no podrían volver) y prohibido filmar el ensayo. La organización fue militar: los ordenaron en tres filas por estatura —de menor a mayor— y tuvieron que ensayar el recorrido bajo un calor arreciante de 40 grados que no hizo mella en “la manada”.
Las emociones estaban a flor de piel. Laurys Dyva, una de las influencers más carismáticas del grupo, confesó en la previa sentir algo más que “piel de gallina”: “Me da todo piel de gallina… me da todo piel de Hortensia… (su gallina). Me gusta Shakira por cómo afronta la vida… es como que renace como el Ave Fénix y nos demuestra a todas las mujeres que nosotras también podemos salir adelante pese a las dificultades”.

Por su parte, el influencer Soy Elías, otro de los más amables, carismáticos y talentosos, se mostró incrédulo ante el privilegio de integrar la manada: “Es una experiencia que todavía no estoy asimilando… yo la conozco de chiquito y nunca pasó por mi mente que iba a estar viviendo este momento”.
Para los verdaderos fanáticos, como la abogada Laura Alcaraz, integrante de la comunidad Shakiverso, estar ahí fue la validación de un trabajo serio y caritativo. Shakiverso no es un club de fans cualquiera; es una comunidad transparente que se enfoca en la beneficencia (ayuda en el Bañado, recolección de tapitas para niños con cáncer, etc.) inspirándose en la filantropía de su ídola Shakira.

“Para nosotros es un sueño y es un orgullo porque Shakira lo es todo para nosotros como artista, como mujer, como mamá”, afirmó Laura, destacando que ganaron sus lugares compitiendo en sorteos independientes como un “milagro”.
Tras una larga espera, a las 20:08 llegaron las cajas con los pilotines plateados y gafas espejadas distintivas de la manada. Cuando Shakira finalmente apareció cerca de las 21:30, vestida con un jumper plata, la ansiedad explotó.
La caminata se convirtió en carrera y luego en fiesta, culminando en el Campo VIP adonde fueron a parar los integrantes de la “marea plateada” que se confundió con el público que pasó por todos los estados emocionales posibles: Alegría, risa, llanto, emoción…

Intimidad en Asunción: velas negras y mbeju
Lejos del ruido del estadio, Shakira se alojó en la Suite Presidencial del Hotel Palmaroga en el centro histórico. Sus exigencias revelaron su búsqueda de paz: solicitó velas de vainilla negra, alfombras de yoga, mancuernas y que la habitación estuviera completamente a oscuras para descansar.
Curiosamente, esta estrella global se dejó seducir por la gastronomía local. Probó y disfrutó de chipitas, mbeju y cocido, aunque mantuvo su dieta con menús de salmón y ensaladas. Además, se llevó de recuerdo dos piezas de arte paraguayo: un vestido con detalles de ñandutí hecho por Yerutí Acosta y un retrato familiar en karanda’y creado por Bruno Aranda.

También se llevó de recuerdo una obra tallada en madera creada por Macarena Ruiz, hija del fallecido artista Koki Ruiz. La obra, muy emotiva, retrata a la cantante Shakira junto con sus dos hijos cuya fotografía fue posteada en las redes de la cantante, dándole un valor al talento nacional.
Viaje tecnológico
El espectáculo fue un viaje tecnológico y emocional. Visualmente, destacaron los nueve interludios en CGI (Imágenes Generadas por Computadora) que mostraron una recreación digital de Shakira, obra de 40 especialistas tras cinco meses de trabajo. En cuanto a moda, la artista deslumbró con 14 cambios de vestuario firmados por casas como Versace y Zuhair Murad, adornada con brazaletes de platino de Tiffany & Co.

El setlist fue una montaña rusa. Desde la apertura con “La fuerte” y “Girl Like Me”, pasando por clásicos rockeros como “Inevitable” y “Si te vas”, hasta los éxitos virales “Te felicito” y “TQG”. Los momentos más emotivos incluyeron “Acróstico”: Con las imágenes de sus hijos Milan y Sasha en pantalla, convirtiendo el estadio en un abrazo colectivo. “Antología”: Que arrancó lágrimas y conectó con los fans de la primera hora.
El Toque Guaraní: En una versión salsa de “Chantaje”, Shakira invitó al escenario a cuatro músicas paraguayas: Mar Pérez y Vanessa Chávez (trompetas), Diana Quiñones (trombón) y Tati Barreto (saxo), un gesto de inclusión muy celebrado.

El cierre fue apoteósico. Tras la proyección de los “diez mandamientos de una loba”, Shakira se despidió con “Loba” y la “BZRP Music Sessions #53”, dejando un mensaje claro que resonó en todo Paraguay: “las mujeres ya no lloran”.
Así pasó Shakira por Paraguay en 2025: entre lujos tecnológicos, calor humano, mbeju y una marea plateada que confirmó que la espera de 14 años valió cada segundo.
Marta Escurra @marta_escurra
Publicado por: Marta Escurra
Fuente de esta noticia: https://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/abc-revista/2025/12/07/las-caderas-mas-famosas-del-mundo/
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