

En 1985, cuando la Dra. Graciela Lara Vda. de Peñaranda era recién llegada a la ciudad de Washington DC, su hermana Aurora Lara de Cohen le ayudó a establecerse en la nueva ciudad. Aurora le recomendó un fraile capuchino que administraba el Centro Galilea de la Iglesia Católica Romana como el vicario episcopal para el ministerio a los inmigrantes latinoamericanos en Washington DC. Aurora era administradora de la residencia católica para mujeres solteras Casa Marta. El cura capuchino era Sean O’Malley. Sus recomendaciones personales ayudaron a la Dra. Peñaranda y a su hijo José Luis encontrar buenos empleos. Ella como profesora de español y francés y él como gerente de la librería del Instituto de Lenguas Lado, hoy en día una universidad.

En Bolivia, la Dra. Peñaranda había ejercido la profesión de abogado y juez. Contaba además con un doctorado en altos estudios militares. Y, había sido en 1975 Presidente de la Federación Nacional de Abogadas. Pero en los EEUU, con un sistema jurídico diferente al nuestro (basándose en el derecho común de Inglaterra en contraste al código civil de la Francia bonapartista), la Dra. Peñaranda no pudo ejercer su profesión. Sin embargo, encontró oportunidades y éxito profesional, trabajando junta con sus hijos, en la compra y venta de bienes inmuebles. (Uno de sus buenos clientes fue Marco “El Diablo” Etcheverry, estrella del club de fútbol DC United).

Paralelamente, las virtudes y méritos del fraile capuchino también fueron reconocidos en su debido tiempo.
La alta jerarquía de la Iglesia Católica le destinó al Fray O’Malley a lugares muy lejos de Washington DC: las islas Vírgenes, Florida, Roma, Boston. Con el pasar de los años Fray O’Malley fue consagrado obispo, luego arzobispo de Boston, y en 2006 cardenal de la Iglesia. En 2013 fue considerado uno de los “papabile” y se dice, de forma extra oficial, que en el cónclave que eligió al Papa Francisco, Sean O’Malley fue el segundo en votos a favor.

De todas formas, O’Malley fue uno de los asesores más cercanos al Papa Francisco. Lidera la Comisión Pontificia para la protección de menores de 2014-2025. O’Malley se jubila en agosto de 2024. Pero vuelve a Washington DC, a la Basílica de la Inmaculada Concepción, el 21 de noviembre de 2025 para celebrar la misa en la fiesta de la presentación de la Virgen María en el templo de Jerusalén. A la vez, se exponen las reliquias de Santa Therese del Niño Jesús (Teresita de Lisieux, la “pequeña flor”). Presentes en primera fila del segundo bloque se encuentran la Dra. Graciela Lara Vda. de Peñaranda y tres de sus hijos, acompañados por dos amigos más.

Después de la misa, la Doctora en su silla de ruedas y cargando el peso de sus 98 años se hizo reconocer por el Cardenal, aun fuerte a pesar de sus 81 años, pero con el cabello y la barba blanca. Fue un reencuentro breve, pero emotivo concluyendo con una bendición del Cardenal invocando la intercesión de Nuestra Señora la Beata Virgen María y Santa Teresita. Antes de retirarse de la Basílica, la Doctora Peñaranda, venciendo su reumatismo artrítico logró extender su brazo con un tallo de rosa en la mano pudiendo tocar con firmeza el vidrio que encapsulaba las reliquias de Santa Teresita de Lisieux.
+ORA PRO NOBIS+
Publicado por: Viviana Monrroy
Fuente de esta noticia: https://www.eldiario.net/portal/2025/11/28/el-fraile-capuchino-y-la-viuda-boliviana-40-anos-despues-2/
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