
Imagen Mincomercio Colombia
La reciente decisión del Gobierno del Cambio de establecer arancel 0% para la importación de diez subpartidas de hilados ha sido recibida con entusiasmo por parte de empresarios, mipymes, trabajadores y organizaciones del sistema moda. La medida, adoptada mediante el Decreto 1197 del 14 de noviembre de 2025, se proyecta como un punto de inflexión para la cadena productiva textil, confección, calzado y marroquinería, al permitir un acceso más competitivo a insumos estratégicos, disminuir los costos de producción y potenciar las exportaciones colombianas.
La socialización del decreto se llevó a cabo en la Fábrica de Confecciones FORPO, un escenario simbólico para el sector, donde el 85 % de los 822 trabajadores son mujeres. Esta realidad se refleja en todo el país: 1,5 millones de personas dependen directamente de la cadena textil-confección, en su mayoría mujeres y provenientes de economías populares y unidades productivas. Durante el evento, la medida fue celebrada como un respaldo a la mano de obra nacional y una apuesta por el empleo formal, el diseño local y la internacionalización del talento colombiano.
El presidente Gustavo Petro destacó el potencial cultural y productivo de la industria nacional, subrayando el valor de los estampados, diseños y confecciones originados en Colombia, que representan una identidad única y exportable. La eliminación de aranceles, explicó, permitirá una expansión de la producción en regiones como Medellín, Bogotá, Cali, la zona cafetera y territorios con potencial en desarrollo como La Guajira y el Pacífico. En sus palabras, impulsar este sector no solo significa crecer económicamente, sino multiplicar oportunidades para mujeres, familias y comunidades enteras.
La ministra de Comercio, Industria y Turismo, Diana Marcela Morales Rojas, enfatizó que el arancel 0% protege y fortalece a la industria nacional, no a actores externos, permitiendo que las empresas locales accedan a insumos esenciales como algodón y fibras sintéticas a precios más accesibles y competitivos. Con ello, se garantiza el abastecimiento necesario para la producción de confecciones, calzado y marroquinería, y se preserva la capacidad productiva del país frente a la competencia global. También anunció que, a solicitud del sector, se trabaja junto a la DIAN y al Congreso en mecanismos para evitar la triangulación y el fraccionamiento de importaciones pequeñas que evaden el IVA, una práctica utilizada por plataformas extranjeras que distorsionan el mercado y afectan a los productores locales.
El impacto económico de la decisión se refleja en cifras: entre enero y septiembre de 2025, Colombia importó US$239 millones en hilados estratégicos, mientras que las exportaciones del sistema moda -confecciones, calzado y productos para el hogar- alcanzaron US$413,7 millones en ese mismo periodo. En este sector, por cada dólar importado en insumos, se generan casi dos dólares en productos terminados, lo que evidencia la alta capacidad nacional para transformar materia prima en valor agregado.
Este comportamiento confirma la resiliencia del sector, que ha contribuido al crecimiento de la manufactura nacional, la cual, según el DANE, aumentó 4,1 % en el último periodo reportado. El sistema moda colombiano se posiciona como un motor de desarrollo económico y social, capaz de dinamizar la economía popular, atraer inversión, fortalecer el empleo y ampliar la presencia del país en los mercados internacionales.
El anuncio también fue celebrado por mipymes, unidades productivas y empresarios de diferentes regiones, quienes reconocieron que la oferta interna de hilados naturales y sintéticos no cubre actualmente la demanda, por lo que la importación se ha convertido en una herramienta clave. Hoy, más de 72.000 empresas de la cadena textil y confección dependen de estos insumos para sostener su operación, innovar y exportar.
Durante la presentación del decreto, se exhibieron productos de la Fábrica de Confecciones FORPO, la Cámara Colombiana de la Confección y los ZASCA manufactureros liderados por iNNpulsa. Uno de los artículos que destacó fue la faja colombiana, un producto insignia que ha conquistado mercados exigentes como Estados Unidos, España, Chile, México, Ecuador y Perú. Solo en los primeros nueve meses de 2025, sus exportaciones sumaron US$42,5 millones, consolidándose como un símbolo de calidad, diseño y tecnología nacional.
Colombia se prepara así para competir con mayor fuerza en el escenario internacional, aprovechando su talento humano, creatividad, capacidad industrial y vocación exportadora. La industria del sistema moda, fortalecida con este tipo de decisiones estratégicas, no solo confecciona prendas: está hilando oportunidades, transformando vidas y proyectando al país hacia nuevos horizontes de desarrollo económico y social.
carloscastaneda@prensamercosur.org
