La Paz, Potosí y Chuquisaca son los departamentos para los que desde el Gobierno se preparan un plan de contingencia, por los niveles bajos en sus reservas de agua, según indicó la directora ejecutiva de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), Karina Ordoñez Sanchez. En el caso de La Paz, detalló que en la totalidad de los embalses sólo lograron almacenar el 40% de lo habitual.
“En Potosí estamos empezando a llenar las represas, estamos 30% a 40%. En Sucre estamos activando nuevas fuentes para poder dar el servicio. En el caso de La Paz se están redoblando esfuerzos para no sentir la sequía”, indicó a la red Unitel.
Detalló que en La Paz hay 10 represas. Juntas almacenan, por lo general, más de 50 millones de metros cúbicos de agua. Sin embargo, a la fecha, entre los 10 embalses solo se puede contar con 24,8 millones de metros cúbicos. “En esa totalidad estamos solo a un 40%”, apuntó Ordoñez.
Aunque dijo que en Cochabamba la represa de Misicuni tiene una reserva para cinco años y que solo faltan las conexiones, la realidad es que sin ellas los otros embalses también presentan problemas.
La semana pasada, el gerente de Semapa Luis Prudencio afirmó a Unitel que pese a las fuertes lluvias que llegaron a ese departamento los niveles de agua en las represas de Escalerani y Wara Wara eran demasiado bajos. Detalló que el embalse, que tiene una capacidad de seis millones de metros cúbicos, apenas almacenó un millón.
“Desde el despacho del alcalde (Manfred Reyes Villa) se ha instruido hacer una reingeniería del sistema de distribución de agua, para no llegar a un racionamiento. El sistema más afectado es el denominado barrilete, que depende de estas dos represas. Estamos pidiendo a Misicuni que nos venda agua potable a la altura del río Chijllawiri”, dijo la autoridad edil.
Las conexiones a las que hace referencia Ordoñez, son un obstáculo desde la puesta en marcha de la represa en 2005. algo que hasta hoy no puede ser subsanado. Este embalse tiene más de 90 millones de metros cúbicos almacenados, aunque su capacidad supera los 130 millones.
Contrario a lo que pasa en el occidente del país, en el oriente no hay riesgo de escasez de agua ya que las lluvias más bien han generado alertas de desbordes e inundaciones.
En 2016, el país sufrió una de las peores emergencias por la falta de agua. En la sede de Gobierno al menos cuatro embalses se secaron casi en su totalidad y 64 barrios se quedaron sin el suministro de agua por tres meses.
En Potosí, sus 16 provincias y los 40 municipios de la región presentaron problemas de acceso al agua tanto para consumo como para riego, una situación que se extendió hasta 2017, pese a un bombardeo de las nubes.. Lo mismo pasó en Chuquisa donde el agua faltó en varias comunidades y en la capital.
Página Siete.
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