

Canciller de Colombia , Yolanda Villavicencio y el embajador ante la Santa Sede, Iván Velásquez.
En el corazón del Vaticano, bajo la majestuosidad de la Basílica de San Pedro, Colombia y la Santa Sede conmemoraron 190 años de relaciones diplomáticas en una ceremonia marcada por gestos de cooperación, reconocimiento histórico y un profundo llamado a la paz y a la dignidad humana. La ministra de Relaciones Exteriores, Rosa Yolanda Villavicencio Mapy, encabezó la delegación colombiana, acompañada por el embajador ante la Santa Sede, Iván Velásquez; la embajadora en Italia, Ligia Quessep; y la embajadora ante las Naciones Unidas en Roma, Jennifer Mojica.
El acto litúrgico, celebrado en el Altar de la Cátedra, fue presidido por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, con quien la canciller sostuvo previamente un diálogo bilateral. Durante este encuentro, Villavicencio reafirmó el agradecimiento de Colombia por el apoyo constante de la Iglesia Católica en los procesos de paz, así como por su defensa de los migrantes y su incidencia en causas humanitarias a escala global. Ambos líderes destacaron la necesidad de reforzar los vínculos entre Estados y entidades religiosas en favor de los más vulnerables, promoviendo la solidaridad, el respeto y la construcción de sociedades reconciliadas.
La agenda de la canciller incluyó una reunión con el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, donde se analizaron los avances, retos y perspectivas de los procesos de paz, tanto en Colombia como en otras regiones afectadas por conflictos. Se resaltó el papel de la diplomacia y el diálogo como herramientas indispensables para construir soluciones sostenibles y fomentar la concordia entre los pueblos.
Asimismo, Villavicencio se reunió con Gianni La Bella, representante para América Latina de la Comunidad de Sant’Egidio, a quien expresó el reconocimiento del Gobierno colombiano por su compromiso histórico con la reconciliación, la mediación y el acompañamiento a las iniciativas humanitarias en el país. Este intercambio reafirmó la importancia del papel de la sociedad civil internacional en la búsqueda de la justicia social y la protección de los derechos fundamentales.
Con esta jornada, Colombia reafirmó no solo la solidez de sus lazos históricos con la Santa Sede, sino también su convicción de que la paz y la dignidad humana deben estar en el centro de toda acción diplomática. La conmemoración de casi dos siglos de cooperación representa un puente entre la tradición y el futuro, inspirado por valores compartidos y por el compromiso de trabajar juntos por un mundo más justo, solidario y humano.
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