

Algunas personas me han compartido recientemente un video que circula en redes sociales de un apologista del arminianismo en donde argumenta que, según el calvinismo (postura que afirmo y he explicado antes), Pablo ama más a las personas que Jesús.
De hecho, en el video, presiona a un calvinista, que evidentemente no estaba preparado, para responder esta pregunta: ¿Pablo tiene más amor que Jesús?
Esto supuestamente es así en el calvinismo —según este hermano arminiano— por la enseñanza de que Jesús murió de manera específica por los escogidos (lo que se conoce como «expiación limitada»). En contraste, argumenta, la Biblia muestra que Pablo estaría dispuesto a morir por sus compatriotas israelitas, según escribe en su carta a los Romanos, cuando habla de su angustia al ver como rechazan el evangelio:
Digo la verdad en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo, de que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. Porque desearía yo mismo ser anatema, separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes según la carne (Ro 9:1-3).
El apologista arminiano presentaba esto como una refutación del calvinismo, al según él exponer las «consecuencias lógicas» de afirmar la expiación limitada.
Creo que puede ser provechoso brindar una respuesta a esta pregunta y objeción contra el calvinismo, aunque de antemano creo que a muchos hermanos arminianos sencillamente no les va a gustar. No espero convencer a ningún arminiano con estas palabras. Y más que hablar de qué dice la Biblia sobre la expiación limitada, que explico con más detalle aquí (escrito hace más de una década), quiero simplemente brindar aliento pastoral a quienes luchan con este tipo de preguntas.
Dios es amoroso más allá de toda concepción humana, y sabemos que Él siempre es justo, y por eso caminamos por fe en Él
Pero antes, veo necesario hacer esta pregunta y objeción más difícil aún, mostrando cómo en realidad la objeción del video es una hacia todo el cristianismo y no solo hacia el calvinismo.
Cuando deseamos la salvación de todas las personas (como el deseo que Pablo expresa por sus compatriotas judíos), ¿somos más amorosos que Dios, el cual dice que solo serán salvos los que tengan fe y reciban a Cristo (algo que arminianos y calvinistas afirmamos)? ¿Acaso amamos más que Aquel que diseñó el plan de salvación de esa manera entre todos los planes que en Su infinita sabiduría pudo haber escogido? Considerar esto también nos lleva a pensar: si Dios es tan amoroso, ¿por qué creó a personas que Él sabía que nunca iban a creer Su evangelio y que, por lo tanto, nunca iban a ser salvas?
Estas son preguntas con las que debemos lidiar todos los cristianos. La respuesta cristiana —y que el calvinismo hace suya— es que a la luz de la cruz es imposible que amemos más que Dios, aunque no podemos responder completamente muchas preguntas sobre Su justicia y Su plan de redención mientras estemos en este lado de la eternidad (algo de lo que hablaré más adelante aquí). Así que es contradictorio que algunos hermanos arminianos usen este razonamiento como un argumento contra el calvinismo. Ellos también deben lidiar con este tipo de interrogantes.
Al mismo tiempo, hay varios otros momentos puntuales en la Biblia en donde, para nuestra sensibilidad posmoderna, parece que hay personas que aman más a los pecadores que el mismísimo Dios. No solo los calvinistas, sino también los arminianos —especialmente ellos por sus declaraciones más universales sobre el amor de Dios— deben lidiar con estos textos.
Por ejemplo, en Génesis 19 encontramos a Abraham prácticamente regateando con Dios para que perdone la vida de personas en Sodoma. Y en Éxodo 32:32, luego del evento con el becerro de oro y cuando Dios habla de derramar Su juicio contra Israel, Moisés dice algo similar a lo que Pablo plantea en Romanos 9. Él le dice a Dios: «Si es Tu voluntad, perdona su pecado, y si no, bórrame del libro que has escrito». ¿No parece como si Moisés amara más al pueblo que el mismo Dios?
La respuesta clásica del cristianismo —no solo del calvinismo— es que uno tendría que ignorar el resto de la historia bíblica para afirmar semejante necedad de que hay personas que pueden acaso amar más que Dios. Calvinistas y arminianos debemos estar de acuerdo con esta verdad.
El amor de Dios no es tan simple como parece. Es misterioso, glorioso, desafiante, humillante y vigorizante al mismo tiempo
Lo cual me lleva ahora a mi respuesta al planteamiento original del video. ¿Una conclusión lógica del calvinismo es que Pablo ama más a las personas que Jesús? Respuesta: No, una conclusión del calvinismo no es que Pablo amaba más que Jesús. Esto es obvio cuando leemos el resto de la historia, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo, pues vemos que Dios demostró Su amor al entregar a Su Hijo en la cruz para salvar a pecadores (Ro 5:8).
Nadie puede decir que alguien puede tener un amor más grande que el de Dios. Aunque no entendamos por qué no todas las personas son escogidas ni serán salvas, y aunque sacando versículos de contexto pareciera que algunas personas pueden amar más que Dios, sabemos que Dios es amoroso más allá de toda concepción humana, y que Él siempre es justo, y por eso caminamos por fe en Él.
Lo que Pablo expresa en Romanos 9 es un deseo sincero y pastoral de incluso dar su vida por sus compatriotas si eso diera como resultado la salvación de ellos. Él no está exagerando ni mintiendo, y por eso dice que afirma esto en el Señor. Pero eso no significa que él ama más que Jesús ni que esa es una conclusión lógica del calvinismo o del cristianismo. Yo diría que esto más bien nos apunta al hecho de que el plan redentor de Dios y Sus propósitos son más sabios que nosotros.
Considera cómo Pablo termina su explicación sobre la relación de la iglesia con Israel en Romanos 11, hablando de la restauración futura de todo Israel (lo que sea que eso signifique, pues hay varias posturas al respecto):
¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos! Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor? ¿o quién llegó a ser Su consejero? ¿o quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar? Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén (Ro 11:33-36).
Pablo declara allí —a la luz de todo lo que ha dicho en Romanos 1 al 11— que la sabiduría de Dios y Sus juicios son profundos. En otras palabras, la explicación teológica y magistral que Pablo ha dado sobre el evangelio y el plan de Dios para Israel y la iglesia hasta ese punto en su carta es solo la punta de la punta de la punta del iceberg. Hay mucho que Pablo desconoce sobre por qué Dios salva y ama de la manera en que Él decide hacerlo, pero lo que Dios ha revelado (y Pablo ha expuesto) debe ser más que suficiente para nosotros. Por eso Pablo se postra en asombro ante Él.
El amor de Dios es por mucho la doctrina más difícil de comprender en la Biblia
Así es como Pablo termina su conclusión también a lo que habla en Romanos 9, sobre su angustia por los israelitas que rechazan el evangelio. En otras palabras, Pablo reconoce que Dios es amoroso, justo y sabio, pero que él como apóstol todavía no entiende por completo toda la sabiduría profunda que Dios despliega en la redención. (¡Qué confrontante debería ser esto para cualquier cristiano que pretende saberlo todo!).
Pero en vez de inquietarse y decir «¿Será que yo tengo más amor que Jesús cuando pienso en la gente a la que amo y que quizás nunca va a ser salva?», Pablo decide simplemente esperar en Dios, adorarle con asombro y continuar su misión de compartir el evangelio y orar por los perdidos.
Esa es básicamente la respuesta calvinista (¡y cristiana!) a esta supuesta objeción que en esencia también aplica al arminianismo y al resto del cristianismo, como argumenté arriba.
Pero hay algo más para decir. En la crítica arminiana al calvinismo a menudo se asume que la grandeza del amor del Padre y del Hijo se mide de alguna forma por la cantidad de personas por las que Cristo murió. Esa es una presuposición detrás de la pregunta y la objeción «¿Pablo ama más que Jesús?». Si Jesús no murió por todos y Pablo moriría por más personas que por las que Jesús murió, entonces Pablo ama más que Jesús.
Sin embargo, vale la pena preguntarnos: ¿Y si lo que demuestra la verdadera grandeza del amor de Dios no es la cantidad de personas por las que Cristo murió?
Considera Juan 3:16: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna». En este versículo, ¿qué es lo que nos muestra en realidad la magnitud del amor de Dios? ¿Lo grande que es el objeto del amor de Dios (el «mundo», según el versículo) o lo grande que es la dádiva de Dios (Su Hijo unigénito)?
Vale la pena pensar en esto para darnos cuenta de que el amor de Dios no es tan simple como parece. Es misterioso, glorioso, desafiante, humillante y vigorizante al mismo tiempo. Cada día estoy más convencido de que el amor de Dios es por mucho la doctrina más difícil de comprender en la Biblia.
El arminianismo resulta demasiado intelectual y filosófico al tratar de resolver misterios en la Biblia en vez de reconocerlos con asombro
Por eso Pablo oraba por los efesios para que fueran «capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento» (3:18-19, énfasis añadido).
Al igual que el apóstol, no sé explicar del todo por qué Dios no diseñó un plan en el que todos sean salvos, pues yo también estaría dispuesto a morir por otros (mis hijos) si de alguna forma eso fuera posible para garantizar Su salvación. Pero sí sé que Dios siempre será más amoroso y bueno que yo. Su demostración en la cruz es más que suficiente para saberlo y en donde se garantiza nuestra salvación. ¿Acaso tengo derecho alguno para exigir más evidencias de Su amor, sabiduría y justicia?
Como he dicho antes, una de las ironías de mi viaje del arminianismo al calvinismo es que yo pensaba que el calvinismo era muy intelectual y filosófico, cuando en realidad el arminianismo es lo que resulta demasiado intelectual y filosófico al tratar de resolver misterios en la Biblia en vez de reconocerlos con asombro.
¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios!
Una versión de este artículo fue publicada previamente en el Substack del autor.
Josué Barrios
Fuente de esta noticia: https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/calvinismo-amor-dios/
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