

Imagen Comité Olímpico de Colombia
El espíritu deportivo colombiano comenzó a latir en tierras peruanas con la llegada oficial de los primeros grupos de atletas a Lima y Ayacucho, marcando el inicio de una nueva ilusión en los Juegos Bolivarianos Ayacucho–Lima 2025. El 20 de noviembre quedó registrado como un día simbólico, no solo por el inicio de los vuelos internacionales, sino por el comienzo de una travesía que reúne disciplina, sueños, medallas y la promesa de volver a vestir de gloria los colores de Colombia.
Desde tempranas horas, los representantes nacionales aterrizaron en distintos vuelos en ambas sedes, conformando la primera avanzada de una delegación que irá creciendo día a día. Los hoteles de concentración ya comenzaron a lucir los tonos tricolor, mientras los escenarios deportivos se llenan de voces, estrategias y entrenamientos que anuncian el inicio de una intensa competencia. El ambiente respira compromiso, camaradería y la expectativa de consolidar a Colombia como potencia del deporte bolivariano.
Lima recibió a una de las delegaciones más emblemáticas: la Selección Colombia de squash, integrada por figuras como Edgar Alexander Ramírez Bautista, Ronald Palomino Galeano, José Santamaría Velasco, Andrés Felipe Herrera González, María Paula Tovar Pérez, Laura Viviana Tovar Pérez, Lucía Paola Bautista Sarmiento y Silvia Victoria Angulo Rugeles. Acompañados por su cuerpo técnico y delegados, llegarán como embajadores del talento colombiano listos para dejar su huella en las canchas peruanas.
A esta avanzada se sumó el equipo de tiro deportivo, con atletas de experiencia y nuevas promesas como Juan Sebastián Rivera Ruiz, Sebastián Andrés Sánchez Urbano, Juana Rueda Vargas y Armando Gómez Correa, quienes ya afinan su puntería con la mirada puesta en el podio.
Mientras tanto, Ayacucho abrió sus puertas a los primeros pedalistas del equipo de ciclismo de montaña, encabezados por Iván Felipe López Castañeda, Jonathan David Cantor Sánchez, Diana Carolina Cuéllar y Ana María Muñoz Meneses. Sobre bicicletas que han recorrido kilómetros de preparación, los colombianos iniciaron entrenamientos adaptándose a la altitud y a los exigentes circuitos de la región andina.
Paralelamente, la jefatura de misión comenzó a establecer la estructura operativa del equipo nacional. Liderada por Helmut Ernesto Bellingrodt Wolf y Helder Alberto Navarro Carriazo, junto con personal administrativo del Comité Olímpico Colombiano, su labor será clave para coordinar logística, bienestar, salud y estrategia durante los Juegos.
El 21 de noviembre traerá consigo un notable incremento en la presencia nacional, especialmente con figuras que han dejado huella en el deporte mundial. Entre ellos, los medallistas olímpicos Yeison López y Mari Leivis Sánchez, quienes encabezan la delegación de levantamiento de pesas, disciplina histórica para el país. También arribará el equipo de BMX freestyle, donde destacan Sebastián Cuéllar, Luis Oswaldo Rincón, Liszurley Villegas y Queen Saray Villegas, conocidos por su estilo, audacia y creatividad sobre la bicicleta.
El tiro con arco sumará a sus referentes olímpicos Jorge Enríquez, Santiago Arcila y Ana María Rendón, mientras el bádminton comenzará a tomar vuelo con Daniel Borja, Miguel Ángel Quirama, Nicolás Morales, Juliana Giraldo y Karen Patiño. El tiro deportivo completará su nómina con la llegada de Iván Camilo López Gasca y Pedro Andrés Velasco Corredor.
Uno de los bloques más numerosos será el de natación carreras, encabezado por deportistas con proyección y experiencia como Karen Durango, Stefania Gómez, Tiffany Murillo y Jorge Mario Murillo, quienes representan la velocidad, sincronía y resistencia del país en las piscinas. La lucha olímpica también se hará sentir con figuras como Julián Horta, Carlos Muñoz y la medallista olímpica Tatiana Rentería, quienes llevan consigo no solo músculo, sino disciplina, estrategia y corazón.
Con los arribos de los días 20 y 21 de noviembre, Colombia comienza a instalar su estructura deportiva, médica y administrativa, construyendo las bases de una participación sólida, organizada y ambiciosa. En los próximos días, el tricolor seguirá pintando los aeropuertos peruanos, mientras los atletas nacionales se preparan para competir, inspirar y demostrar que el camino hacia Los Ángeles 2028 comienza aquí, con determinación y orgullo bolivariano.
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