El cuarto día comenzó temprano con la indicación de reunirnos a las 8.50 de la mañana para salir rumbo a San Sebastián del Oeste, uno de los pueblos más pintorescos de la región. El trayecto mostró un paisaje distinto al de la costa, con vegetación abundante y caminos que reflejan la vida tranquila del interior.
Al llegar, San Sebastián del Oeste recibió al grupo con un ambiente auténtico. Sus calles empedradas, casas de adobe y fachadas antiguas le dan un encanto único que invita a caminar sin prisa. Durante el recorrido hacia la plaza de armas probamos un café local preparado de manera artesanal, con un aroma característico que resume la esencia del lugar.
El almuerzo se realizó en el pintoresco restaurante “Los Arcos del Sol”, ubicado en plena plaza principal, un espacio tradicional y acogedor. Allí disfrutamos platos típicos acompañados de una refrescante agua de jamaica, ideal para el clima cálido del mediodía. Fue un momento simple y agradable para compartir y conocer la gastronomía local desde su lado más auténtico.
De vuelta en el hotel tuvimos un momento para recargar energías antes de la cena. La noche nos esperaba en Kobo, un restaurante de inspiración japonesa con un ambiente sofisticado, donde todo estaba organizado en dos turnos para que la experiencia fuera cómoda y agradable.
Kobo recibió al grupo con un ambiente íntimo y contemporáneo. La cena destacó por su técnica limpia y sabores precisos. También fue una oportunidad para conversar entre periodistas, agencias y distribuidores de distintos países que vivieron el FAM con entusiasmo y curiosidad durante todo el viaje.
La noche terminó en Coquita After Hours, un espacio relajado con música y coctelería donde todos nos reunimos para despedir nuestro último día completo en el resort. El ambiente fue casual y cálido, ideal para compartir impresiones antes de partir. Más tarde, llegó el momento de coordinar el check out y revisar los vuelos de regreso, un recordatorio de que el viaje llegaba a su fin.
La mayoría del grupo tenía vuelos programados para la madrugada o muy temprano, lo que dejó una mezcla de emociones al cerrar la jornada. Nos fuimos con agradecimiento y con la certeza de que el resort ÚNICO fue el gran protagonista del viaje. El hotel nos ofreció momentos genuinos, un servicio atento en cada detalle y una calidez que hizo que todos nos sintiéramos bienvenidos desde el primer día. Más que un lugar para hospedarse, se convirtió en una experiencia completa que combinó comodidad, sabor, cultura y una atención humana que marcó la diferencia.
Cerramos el FAM con la sensación de que este viaje nos dejó mucho más que contenido y fotos. Nos llevamos conexiones reales, recuerdos que valen la pena y la certeza de que Vallarta y Riviera Nayarit se disfrutan al máximo cuando se viven desde un lugar tan especial como ÚNICO 20°105° Riviera Nayarit.
Por: Mercedes Fernández (Enviada especial)
INFOTUR LATAM
Fuente de esta noticia: https://infoturlatam.com/despedirse-de-unico-20105-es-el-primer-paso-para-regresar/
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