Los tres taikonautas de la misión Shenzhou-20 —Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie— ya están de vuelta tras quedar temporalmente varados en la estación Tiangong por un contratiempo con su cápsula de retorno. Su aterrizaje en el Sitio de Aterrizaje de Dongfeng, en Mongolia Interior, se produjo sin incidencias y con la tripulación en buen estado; un desenlace que, pese a la tensión inicial, pone el foco en los daños causados por la basura espacial en la nave que debía traerlos a casa.
Según comunicaron la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA) y la agencia estatal Xinhua, se detectaron pequeñas grietas en una ventana de la cápsula de retorno de la Shenzhou-20, lo que obligó a aplazar el regreso previsto para el 5 de noviembre. Ante ese escenario, se activó el plan de contingencia para utilizar como vehículo de emergencia la nave de relevo Shenzhou-21, con la que finalmente completarían el retorno seguro.
Cronología del regreso y estado de la tripulación
La secuencia de vuelta a la Tierra transcurrió con normalidad: desacoplamiento, maniobras de salida, separación de módulos, reentrada y despliegue de paracaídas antes del contacto con el suelo en el desierto del Gobi. Tras el aterrizaje, equipos de rescate y médicos confirmaron que los tres astronautas se encontraban en condiciones físicas óptimas.
La CMSA detalló que la Shenzhou-21 ejecutó la separación del módulo de órbita y del módulo de propulsión conforme al plan. Con este aterrizaje se da por concluida una estancia de 204 días en la estación Tiangong, una permanencia prolongada en la que la tripulación completó múltiples hitos operativos y científicos.
¿Qué falló en la Shenzhou-20?
La cápsula de retorno presentó microfisuras en una de sus ventanas, muy probablemente por el impacto de desechos en órbita baja. Ese daño comprometía los márgenes de seguridad para el descenso, por lo que la CMSA determinó que la Shenzhou-20 «no cumplía los requisitos para el regreso tripulado» y que permanecerá en órbita para continuar con pruebas y evaluaciones técnicas.
Tras confirmar el problema, se puso en marcha el protocolo de respuesta: la tripulación de relevo que llegó a Tiangong a comienzos de noviembre aportó su propia nave como medio de retorno para los salientes. En paralelo, la agencia china avanzó que prepara la Shenzhou-22, que se lanzará —presumiblemente sin tripulación— en una fecha por concretar, con el objetivo de restablecer la logística de rotación.
Impacto operativo y próximos pasos en Tiangong
La solución escogida resuelve el riesgo inmediato, pero deja un reto: al utilizar la nave de relevo como cápsula de retorno, la tripulación actualmente a bordo de Tiangong dependerá del lanzamiento de la Shenzhou-22 para contar con su propio vehículo de descenso. En caso de una evacuación prematura, su margen de maniobra estaría condicionado a la llegada de esa nueva cápsula, por lo que el calendario podría ajustarse.
Shenzhou-20 ha sido la novena misión tripulada a Tiangong, un complejo orbital de tres módulos terminado en 2022 que ronda el 20% del tamaño de la Estación Espacial Internacional. Las autoridades chinas no descartan ampliarlo con nuevos elementos en el futuro, lo que reforzaría la capacidad científica y operativa del laboratorio.
204 días de ciencia, mantenimiento y paseos espaciales
Durante su permanencia, los astronautas llevaron a cabo cuatro caminatas extravehiculares para instalar escudos contra basura espacial y otros equipos en el exterior de Tiangong, además de trabajos de mantenimiento planificados. Estas actividades reforzaron la resiliencia de la estación frente a impactos de microfragmentos.
En el plano científico, la tripulación realizó experimentos de microgravedad, ciencia de materiales y biología espacial, junto con actividades de divulgación, como la primera barbacoa en el espacio. Los resultados contribuirán a mejorar procesos y tecnologías para futuras operaciones, consolidando rutinas de trabajo en larga duración.
Tras la llegada de la tripulación de relevo, ambas dotaciones convivieron unos días para completar el traspaso de responsabilidades y las verificaciones de seguridad. Esa coordinación es clave para mantener la estación a pleno rendimiento y minimizar las ventanas de riesgo.
Carga científica inesperada: cuatro roedores a bordo
Junto a los astronautas regresaron cuatro ratones, parte de un experimento orientado a estudiar los efectos de la microgravedad y el confinamiento en pequeños mamíferos. Monitoreados de forma continua en órbita, mostraron una rápida adaptación para comer, beber y dormir por sí mismos; ahora serán analizados en tierra para profundizar en los cambios fisiológicos observados.
Basura espacial: un riesgo global con eco en Europa
El incidente vuelve a poner bajo los focos la congestión de la órbita baja: se estima que hay más de 200.000 objetos de entre 1 y 10 cm y decenas de miles mayores de 10 cm. El año pasado, la destrucción de un satélite ruso generó más de un centenar de fragmentos rastreables y obligó a la tripulación de la ISS a buscar refugio, un recordatorio de que estos proyectiles, que viajan a velocidades superiores a las de una bala, amenazan satélites, estaciones y misiones tripuladas con implicaciones para servicios europeos como navegación y observación de la Tierra.
El programa espacial chino, en perspectiva
China considera Tiangong un activo estratégico y un símbolo de su avance tecnológico. Tras ser excluido de la Estación Espacial Internacional por razones de seguridad, el país ha desarrollado su propio laboratorio orbital, ha operado un rover en Marte y mantiene como objetivo enviar astronautas a la Luna alrededor de 2030. Con cada rotación de tripulaciones y cada campaña científica, Pekín afianza un ecosistema espacial que aspira a sostener misiones más ambiciosas.
La vuelta segura de Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie usando la Shenzhou-21, la permanencia en órbita de la Shenzhou-20 para pruebas y la decisión de preparar la Shenzhou-22 dibujan un panorama claro: la misión se cerró con éxito, pero la basura espacial sigue siendo el gran desafío operativo. A la espera de próximos lanzamientos y con la atención puesta en el horario europeo para su seguimiento informativo, Tiangong continúa en servicio y bajo estrictos protocolos de mitigación.
Postposmo
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