

UNA LECCIÓN QUE DEBEMOS ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS.
Educar a los hijos no solo implica enseñarles a leer o a comportarse bien, sino también ayudarlos a comprender los límites y las responsabilidades que hacen posible la convivencia.
En ese camino, una de las lecciones más importantes (y muchas veces olvidadas) es la diferencia entre derechos y privilegios.
Derechos: Son condiciones básicas que toda persona posee por el simple hecho de existir. No se ganan ni se pierden. Son inherentes a la dignidad humana: derecho a ser amado, alimentado, respetado, escuchado, protegido y educado.
Los derechos no dependen del comportamiento, sino de la naturaleza del ser humano.
Privilegios: En cambio, los privilegios son beneficios o recompensas que se obtienen por mérito, esfuerzo o responsabilidad. No son garantizados ni permanentes; se ganan y se pueden perder.
Ejemplos sencillos: el tiempo frente a pantallas, las salidas con amigos, el uso del celular o la posibilidad de elegir una actividad especial.
Cuando los niños no logran distinguir entre derechos y privilegios, crecen creyendo que todo les corresponde, sin esfuerzo ni gratitud. Allí se gesta la raíz del egocentrismo, la falta de empatía y la dificultad para tolerar la frustración.
Importancia de enseñar la diferencia.
- Comprender esta distinción no solo forma el carácter, sino que fortalece el sentido de justicia y responsabilidad.
- Cuando un niño aprende que los derechos son universales, empieza a valorar la igualdad y el respeto por los demás.
- Y cuando entiende que los privilegios se ganan con compromiso, desarrolla disciplina, constancia y gratitud.
En la práctica, los padres pueden enseñar esta diferencia a través de ejemplos cotidianos:
- “Tienes derecho a ser escuchado, pero el privilegio de usar tu celular depende de tu responsabilidad.”
- “Tienes derecho a expresarte, pero el privilegio de hacerlo en familia con respeto se gana aprendiendo a escuchar a los demás.”
Educar desde este enfoque enseña que el amor no se negocia, pero la confianza se construye.
La importancia de los deberes.
- Junto a los derechos y privilegios, los deberes son el tercer pilar del desarrollo moral y emocional de los hijos.
- Los deberes enseñan que toda libertad implica responsabilidad.
- Son actos de contribución, respeto y compromiso con el entorno: tender la cama, cumplir con los estudios, ayudar en casa, decir la verdad, cuidar de los demás.
Cumplir los deberes no debe verse como castigo, sino como una forma de fortalecer el sentido de pertenencia. Un niño con deberes siente que su participación importa, que tiene un rol en el hogar y que su aporte genera armonía.
Los deberes, cuando se viven con amor y coherencia, educan en valores y construyen carácter.
En un mundo donde la inmediatez y la sobreprotección amenazan la formación del carácter, los padres debemos recordar que educar no es complacer, sino guiar con amor y límites saludables.
A veces, por evitar el llanto o la molestia, cedemos privilegios sin enseñar su valor. Y sin darnos cuenta, formamos hijos que exigen mucho y agradecen poco.
Ser padres no es darlo todo, sino enseñar el valor de todo lo que se da.
Un hijo que comprende que tiene derechos, pero que también debe cumplir deberes y ganarse los privilegios, se convierte en un adulto más empático, respetuoso y capaz de sostener sus propias decisiones.
Educar en derechos, deberes y privilegios no busca rigidez, sino equilibrio. Y ese equilibrio se alcanza cuando el amor no se traduce en permisividad, sino en responsabilidad compartida.
“Los hijos no necesitan que les demos todo, sino que les mostremos cómo construir su propio todo, con respeto, esfuerzo y gratitud.”
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” Deuteronomio 6:6-7: (RRV1960)
Si necesitas apoyo psicológico o corporativo especializado
Te ofrezco acompañamiento profesional en:
Terapia individual: manejo emocional, ansiedad, autoestima, duelos y crecimiento personal.
Terapia de pareja: fortalecimiento del vínculo, comunicación y resolución de conflictos.
Apoyo corporativo: programas de bienestar laboral, gestión emocional y mejora del clima organizacional.
Capacitación en habilidades blandas: liderazgo empático, comunicación asertiva, inteligencia emocional y trabajo en equipo.
Dra. Elizabeth Rondón. Especialista en bienestar emocional, relaciones humanas y desarrollo organizacional.
Tlf. +583165270022
Correo electrónico: Elizabethrondon1711@gmail.com
