

Una coalición de 46 organizaciones francesas, que incluye sindicatos, asociaciones ciudadanas y oenegés ecologistas, ha expresado su profunda preocupación y desconcierto ante el cambio de postura que parece estar adoptando el gobierno de Emmanuel Macron respecto al acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. A través de una carta dirigida al presidente francés y varios miembros de su gabinete, los colectivos han cuestionado las señales de acercamiento entre París y la Comisión Europea (CE) en torno a este controvertido tratado.
El pacto, alcanzado en diciembre del año pasado entre los dos bloques comerciales, había sido inicialmente rechazado por Francia debido a los riesgos que, según el gobierno galo, supondría para sus agricultores. En aquel momento, las autoridades francesas argumentaron que la competencia con los productores sudamericanos sería desleal, ya que estos no están sujetos a las mismas normativas sanitarias y medioambientales que rigen en Europa. Además, París había buscado apoyo entre otros países europeos para formar una minoría de bloqueo que impidiera la ratificación del acuerdo.
Sin embargo, en las últimas semanas se han producido negociaciones entre Francia y Bruselas que han llevado a la introducción de cláusulas de salvaguarda dentro del acuerdo, con el objetivo de ofrecer garantías a los sectores más afectados. El propio presidente Macron señaló recientemente que estas medidas iban «en la buena dirección» y aseguró que las conversaciones continuarían.
A pesar de ello, los opositores al acuerdo consideran que estas concesiones no son suficientes. Según afirman, las cláusulas de salvaguarda no resuelven los problemas estructurales que podrían desestabilizar los mercados agrícolas europeos. Además, critican el fondo de compensación propuesto por la UE para los agricultores afectados, argumentando que «los agricultores quieren vivir de su trabajo, no ser indemnizados para desaparecer».
El colectivo también ha denunciado lo que perciben como «reacciones complacientes» del gobierno francés hacia la decisión de la Comisión Europea de someter el acuerdo a una «ratificación exprés» por parte del Consejo Europeo. Este procedimiento acelerado ha generado aún más descontento entre los sectores críticos del pacto.
El acuerdo UE-Mercosur representa una de las iniciativas comerciales más ambiciosas entre Europa y América Latina, pero también ha sido objeto de controversia desde sus inicios. Los opositores señalan que el tratado podría tener un impacto negativo en cuestiones medioambientales, laborales y económicas, mientras que sus defensores argumentan que fomentará el comercio y el crecimiento económico en ambas regiones.
Por ahora, el debate sigue abierto en Francia, donde el gobierno de Macron enfrenta una creciente presión interna para reconsiderar su postura. Con las negociaciones aún en curso y la oposición activa de diversos sectores, el futuro del acuerdo UE-Mercosur sigue siendo incierto.
