“Alfredillo”, uno de los hijos del “Chapo” Guzmán , hasta vivió en la ciudad de Medellín , algunos indican que tiene mucho que contar en su estadía por la ciudad de la eterna primavera

La captura de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán, hoy recluido en una cárcel de Estados Unidos, no solo resultó en balaceras, bloqueos y cierres de aeropuertos en Culiacán y otras regiones de México. También removió los episodios que conectan a esta “casta” de narcotraficantes con Medellín.

Pues bien: resulta que entre los grupos delincuenciales que se han desprendido del Cartel de Sinaloa, se cuenta el clan de los “Los Chapitos”, del cual hacen parte Ovidio y también sus hermanos Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo. Todos, han dicho las autoridades de ese país y de Estados Unidos, están salpicados por el narcotráfico.

El tercero, Jesús Alfredo, mejor conocido como “Alfredillo” y quien fue incluido en la lista de los diez más buscados de la Agencia Antidrogas del país norteamericano, dejó rastro en el Valle de Aburrá. Hacia 2018, mediante una investigación de la revista Proceso, se conoció que Jesús Alfredo vivió varios meses en Medellín, Envigado y otros puntos de la región.

El patrón, revelaron entonces diversas investigaciones y lo reseñó EL COLOMBIANO, hablaba de lujosos apartamentos, seguridad proporcionada por grupos delincuenciales locales y excesos en entretenimiento. Su llegada a la ciudad, según reveló entonces un informante, se habría dado en 2016, luego de ser víctima de un secuestro por parte de un grupo opuesto al Cartel de Sinaloa.

Este hijo de “El Chapo” habría recibido la protección de la banda “La Terraza”, una subestructura de “La Oficina”, y, según se conoció entonces, la Policía tenía conocimiento de su presencia en la región, pero no consiguió dar con su paradero. Para la época, Federico Gutiérrez, entonces alcalde de Medellín, aseveró: “Hay una relación directa de estructuras que operan en Medellín con bandas internacionales”.

Jesús Alfredo, durante su estadía en la región, habría aprovechado para celebrar reuniones con empresarios, con el ánimo de acordar el lavado de dinero. Según reseñó InSight Crime, habría tenido bajo su mando dos laboratorios de cocaína en la ciudad, además de la supuesta capacidad de coordinar envíos a México de hasta 400 kilos de droga a través de Buenaventura.

La visita de este hijo de “El Chapo”, quien hoy estaría cercano a los 40 años, evidenció los nexos entre bandas criminales del Aburrá con los carteles mexicanos. “La Oficina”, sombrilla de “La Terraza”, grupo que le habría brindado seguridad a este narco, tendría vínculos de narcotráfico con los carteles del país centroamericano desde hace más de una década.

Entretanto, mientras que en Medellín se desempolvan las noticias y artículos que reseñaron la particular estadía de este personaje, en México parece no menguar la racha de violencia luego de la captura de Ovidio, conocido como “El Ratón”, quien a sus 32 años sería el jefe máximo de “Los Menores”, una fracción del Cartel de Sinaloa. C