

Cielo Rusinque, Superintendenta de Industria y Comercio de Colombia – Imagen Infopresidencia
Las palabras de la superintendente de Industria y Comercio, Cielo Rusinque, resonaron con fuerza en el panorama político latinoamericano. En una declaración cargada de firmeza y sentido histórico, la funcionaria respondió a las recientes afirmaciones de Donald Trump, quien, sin fundamento alguno, vinculó al presidente Gustavo Petro con el narcotráfico y el terrorismo. Rusinque calificó dichas declaraciones como el fruto de “una imaginación delirante que desprecia los hechos y la verdad”, y las interpretó como una agresión imperialista dirigida contra la soberanía, la autonomía y la dignidad del pueblo colombiano.
En su intervención, Rusinque advirtió que estas acusaciones no pueden entenderse como un acto aislado, sino como parte de una vieja estrategia de desprestigio utilizada por Washington para justificar intervenciones políticas o militares en América Latina. Recordó que la historia del continente está marcada por operaciones encubiertas de la CIA que, en nombre de la libertad, derrocaron gobiernos democráticos para imponer regímenes afines a los intereses de Estados Unidos. “Los hechos son irrefutables ,dijo. Se trata de un guion repetido cada vez que los pueblos latinoamericanos deciden emanciparse de la tutela extranjera y ejercer su derecho a un destino propio”.
La superintendente lamentó que dentro del país aún subsistan sectores que prefieren alinearse con poderes externos antes que defender los intereses nacionales. Sin embargo, aseguró que el pueblo colombiano ha madurado políticamente y reconoce que las políticas del presidente Petro están inspiradas en un humanismo laico, comprometido con la justicia social, la equidad y la paz duradera. “El pueblo entiende -afirmó- que Petro no encarna una ideología extremista, sino una visión profundamente democrática que busca reconciliar a la nación con sus propias heridas”.
Rusinque también fue enfática en señalar que los ataques provenientes del entorno político de Trump representan un intento de reinstaurar las lógicas del supremacismo blanco y del neofascismo que resurgen en distintos rincones del mundo. “Trump simboliza una corriente que glorifica la fuerza, desprecia la diversidad y promueve la confrontación como método de dominio. Es la negación misma de la civilización”, sentenció. Frente a esa amenaza, sostuvo, Colombia debe responder con unidad y dignidad, reafirmando su lugar en una Latinoamérica que ya no está dispuesta a ser patio trasero de ninguna potencia.
La funcionaria hizo un llamado urgente a la cohesión nacional y al fortalecimiento de la integración regional. Planteó que la defensa del presidente Petro debe trascender lo coyuntural y convertirse en un acto de afirmación colectiva frente a las narrativas que pretenden dividir a los pueblos. “Rodear al Presidente, dijo- no es un gesto político, sino un deber patriótico. En este momento, la unidad es nuestra mejor arma frente a la manipulación mediática y la injerencia extranjera”.
Rusinque extendió su reflexión más allá de las fronteras colombianas, apelando a una conciencia latinoamericana que recupere el legado de independencia y solidaridad que dio origen a las repúblicas del continente. “Debemos construir, añadió- una alianza de pueblos que defienda la paz, la cooperación y la justicia global. Solo un continente unido podrá contribuir a un nuevo orden mundial fundado en la igualdad entre las naciones y en el respeto mutuo”.
En un contexto internacional marcado por la polarización, el auge del autoritarismo y la manipulación informativa, las declaraciones de Cielo Rusinque se han interpretado como una defensa no solo del presidente Petro, sino de un principio esencial: el derecho de los pueblos a decidir su propio destino sin tutelas externas. Su intervención trasciende la coyuntura política y se inscribe en un debate más amplio sobre la soberanía, la dignidad y el lugar de América Latina en el siglo XXI.
“Este es el momento, concluyó Rusinque, de reconocer quiénes están dispuestos a defender la patria y quiénes prefieren el silencio cómplice ante la ofensa. La historia no suele absolver a los que callan cuando la dignidad nacional está en juego”.
carloscastaneda@prensamercosur.org
