

El exmandatario boliviano Jorge «Tuto» Quiroga, favorito en las encuestas para el segundo turno electoral en Bolivia, ha intensificado sus críticas hacia el Mercosur, calificándolo como una «prisión comercial». Quiroga ha manifestado su preferencia por un modelo de comercio más abierto, similar al de Chile y Perú, que prioriza acuerdos bilaterales y la reducción de aranceles.
En declaraciones recientes, Quiroga expresó: «Desde el punto de vista comercial, no me interesa participar [en el Mercosur], porque implica entrar en una prisión comercial donde se deben aumentar las tasas externas. Es un mecanismo demasiado proteccionista. Mi objetivo es reducir las tasas y establecer acuerdos de libre comercio con Europa y Asia, como lo hicieron Chile y Perú».
El exmandatario ha reiterado su postura a favor del libre comercio y la eliminación de tarifas de importación, asegurando que trabajará para promover nuevos tratados bilaterales que beneficien a Bolivia en términos de exportación y competitividad internacional.
El Mercosur, bloque regional compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, aplica una Tarifa Externa Común (TEC) para los productos importados desde países fuera del bloque. Además, establece que los acuerdos de libre comercio solo pueden ser negociados si todos los miembros participan en las discusiones. Este enfoque ha sido objeto de críticas por parte de Quiroga, quien considera que Bolivia debería adoptar una estrategia comercial independiente para maximizar sus beneficios económicos.
En su programa de gobierno, Quiroga subraya que «es más ventajoso abordar el comercio exterior de manera individual como país», destacando que las restricciones del Mercosur limitan las oportunidades de Bolivia en el mercado internacional.
Por otro lado, Rodrigo Paz, senador y exalcalde del Partido Demócrata Cristiano, sostiene una visión opuesta. Paz defiende la integración de Bolivia al Mercosur como un mecanismo regional clave para fortalecer la economía del país. «No negamos las relaciones con diferentes ámbitos de interés para Bolivia. Por ejemplo, en el caso del Mercosur, ‘Tuto’ rechaza esta relación. Nosotros consideramos que todo lo relacionado con las fronteras y la integración regional es fundamental para el desarrollo boliviano», afirmó.
Aunque Paz también propone una reducción unilateral de los aranceles de importación, esta medida no sería compatible con las normativas establecidas por el Mercosur, lo que genera interrogantes sobre su viabilidad dentro del bloque.
Cabe destacar que, aunque Bolivia ha adherido al Mercosur, aún no cumple con todas las normativas del bloque ni forma parte plenamente de la unión aduanera.
En cuanto al Brics, grupo compuesto por países emergentes como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, además de nuevos miembros como Arabia Saudita, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, Quiroga también ha expresado su rechazo. En agosto, declaró al periódico Folha de S. Paulo que no tiene interés en participar en «una cumbre cuya idea principal es criticar a los Estados Unidos». Además, señaló que nunca alinearía a Bolivia con países como Azerbaiyán o Qatar, aunque estos no forman parte del bloque.
Por otro lado, Rodrigo Paz ve al Brics como una oportunidad positiva para Bolivia. En entrevistas con medios internacionales como Sputnik, afirmó que no se debe ignorar el potencial del grupo para fomentar el desarrollo económico y político.
Según Franco Gamboa, sociólogo político y docente Fullbright en La Paz, las posiciones de Quiroga reflejan no solo diferencias estratégicas sino también un marcado contraste ideológico con el gobierno del presidente Luis Arce. Gamboa explica que Quiroga percibe los compromisos asumidos por Bolivia con el Mercosur y el Brics como riesgos para la economía nacional.
«La entrada de Bolivia al Mercosur se decidió sin un análisis profundo sobre cómo el país podría beneficiarse del bloque. Para Quiroga, estos esfuerzos de inserción internacional promovidos por Arce son inútiles y no generan beneficios tangibles», comenta Gamboa.
Asimismo, la postura crítica de Quiroga respecto al Brics responde a su rechazo hacia la política exterior del actual gobierno boliviano. «Quiroga considera que la aproximación de Arce al Brics fue retórica e ideológica, alineada con el Socialismo del Siglo XXI y con países como Nicaragua y Venezuela. Según él, este tipo de alianzas son perjudiciales para Bolivia», añade el analista.
Las elecciones en Bolivia no solo definirán el próximo liderazgo político del país, sino también su rumbo en materia de política comercial e integración internacional. Mientras Quiroga aboga por un modelo basado en acuerdos bilaterales y la independencia económica, Paz busca consolidar la participación boliviana en bloques regionales y globales como el Mercosur y el Brics.
La decisión final tendrá implicaciones significativas para el posicionamiento de Bolivia en el comercio internacional y su capacidad para adaptarse a un entorno global cada vez más competitivo.
