

Imagen – La Kalle
La detención de Luis Alberto Rendón, padre de la reconocida cantante Greeicy Rendón, por los delitos de secuestro simple y tortura, desató una oleada de sorpresa en el país. El hecho, ocurrido en mayo de 2023, no solo involucra una trama de violencia y sospechas en torno a un millonario hurto, sino también la inesperada participación del esquema de seguridad del expresidente Álvaro Uribe Vélez en el rescate de las víctimas.
De acuerdo con los informes judiciales y la documentación obtenida por un medio de comunicación local, el caso tuvo lugar en una finca del sector de Llanogrande, Rionegro, Antioquia, propiedad de la familia Rendón. La Fiscalía General de la Nación señala a Luis Alberto Rendón como el presunto determinador de las agresiones sufridas por dos trabajadores, a quienes se acusó de haber participado en el robo de una caja fuerte con una suma que, según distintas versiones, oscilaba entre 600 millones y más de mil millones de pesos en dinero y joyas.
La noche del 8 de mayo de 2023, los uniformados de la estación de Policía de Llanogrande acudieron al lugar tras recibir el reporte de una situación irregular. Al llegar, se encontraron con un escenario tenso y peligroso: los supuestos agresores eran más numerosos y estaban armados con fusiles, lo que obligó a los patrulleros a solicitar apoyo inmediato. Fue entonces cuando, de manera coordinada, entró en acción el equipo de seguridad del expresidente Álvaro Uribe, cuya finca colinda con la de los artistas Greeicy Rendón y Mike Bahía.
La reacción fue rápida. Los escoltas del exmandatario, junto con el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía, atravesaron una malla galvanizada para ingresar a la propiedad y neutralizar a los agresores. Dentro de la vivienda hallaron a las víctimas en condiciones alarmantes: estaban golpeadas, amarradas y bajo amenaza. Según los testimonios posteriores, uno de los trabajadores relató que fue atacado con un martillo en el pecho y el brazo, hasta perder el conocimiento por la cantidad de sangre perdida.
Un examen médico forense corroboró la brutalidad de la golpiza: una de las víctimas presentaba ocho lesiones contundentes, varias de ellas en el tórax, además de hematomas extensos en distintas partes del cuerpo. En medio del operativo, los presuntos secuestradores intentaron hacer creer a los uniformados que pertenecían al equipo de seguridad de los artistas, pero su versión se desplomó cuando las víctimas confirmaron que estaban retenidas contra su voluntad.
El entonces comandante de la Policía de Antioquia precisó que los trabajadores no eran responsables del hurto de la caja fuerte, sino víctimas de una agresión planificada para obtener información sobre el dinero desaparecido. La intervención de los escoltas del expresidente resultó determinante para detener la violencia y liberar a los hombres, en un episodio que combina elementos de drama familiar, poder y justicia, y que sigue generando preguntas en los círculos judiciales y mediáticos del país.
carloscastaneda@prensamercosur.org
