La Reserva Extractiva Ituxi forma parte de un conjunto de áreas protegidas, que incluyen tierras indígenas, un parque nacional y un bosque nacional. Esta región está situada en los límites del llamado Arco de la Deforestación, una franja de 500 mil kilómetros cuadrados donde la frontera agrícola avanza sobre el bosque.
El equipo de TV Brasil, de la Empresa Brasil de Comunicação (EBC), viajó al corazón de la selva amazónica para mostrar cómo funciona la reserva, que utiliza de forma económica y sostenible los recursos de un área de conservación y retrata la Amazonía que sobrevive.
Creada en 2008 por el gobierno federal, Ituxi es una de las 96 reservas extractivas existentes en el país y ocupa una superficie de 7,7 mil km² del municipio de Lábrea, en el estado de Amazonas. Surgió a partir de la demanda de las comunidades tradicionales que viven en la región, con el objetivo de permitir que la población pudiera sobrevivir de los recursos de la selva sin comprometer su sostenibilidad.
Vanderleide Souza, del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), cuenta que la iniciativa se originó de una necesidad local. “La Reserva Ituxi estaba siendo atacada por el sur, por la apropiación ilegal de tierras. Y, con ello, estábamos perdiendo nuestra tierra”, dijo.
En las reservas se permiten actividades como la pesca, la recolección de frutos y semillas e incluso la tala de árboles. Sin embargo, todo se hace de forma controlada, para evitar que se agoten los recursos y para que la naturaleza tenga tiempo de recuperarse sin dejar cicatrices en el ecosistema.
“Toda actividad realizada dentro de la reserva extractiva debe estar prevista en el plan de uso o en el plan de manejo de la unidad”, explica Samuel Nienow, también del ICMBio. “No se permite la minería. Tampoco la cría de ganado, en general. Ni la deforestación de grandes áreas.”
La recolección de nueces es la principal actividad económica que se desarrolla en Ituxi. “Llevo casi 40 años recolectando nueces. Es parte de nuestra tradición”, afirma Manoel Freitas, que tiene la misma ocupación de sus padres y abuelos.
Deforestación
También se lleva a cabo en Ituxi la extracción de madera, pero esta actividad está fuertemente regulada, ya que cualquier tala de árboles requiere una licencia medioambiental.
“Al talar un árbol, solo se puede volver a esa región después de 10 años. Es necesario respetar el ciclo del bosque, para que se renueve, se regenere y solo entonces se reanude la explotación en esa zona”, destaca Marcus Biazatti, del Idesam, instituto que trabaja con comunidades tradicionales en la Amazonía, promoviendo prácticas sostenibles en bioeconomía.
“Nuestro mayor desafío es mantener la calidad ambiental de la unidad, no por el uso que le dan los extractivistas que viven en ella, sino porque personas de fuera están llegando a los límites y deforestando los alrededores de la reserva”, destaca Nienow.
Fuente de esta noticia: https://agenciabrasil.ebc.com.br/es/meio-ambiente/noticia/2025-10/reserva-extractivista-de-la-amazonia-amenazada-por-la-deforestacion
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