

Imagen Cancillería de Colombia
En el corazón de Roma, ante representantes diplomáticos, académicos, artistas y gestores culturales, la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Rosa Yolanda Villavicencio, inauguró la exposición itinerante “Oro y Hoja de Coca: más allá del pensamiento colonial y la estigmatización contemporánea”, una propuesta que busca transformar la mirada sobre los símbolos ancestrales del país y abrir un diálogo profundo entre el arte contemporáneo, el patrimonio y las políticas culturales.
La muestra, realizada en alianza con Artesanías de Colombia, marca el inicio de un recorrido por ocho países europeos y propone una reflexión sobre los significados históricos, espirituales y sociales de dos elementos centrales en la cosmovisión indígena: el oro y la hoja de coca. A través de un cuidadoso montaje que combina piezas patrimoniales, obras contemporáneas y discursos curatoriales, la exposición invita al público europeo a reencontrarse con los relatos fundacionales del territorio colombiano y a repensar las tensiones entre memoria, identidad y colonialismo.
Durante la inauguración, la canciller Villavicencio subrayó la relevancia cultural y política de esta iniciativa al afirmar que “el mensaje central de esta muestra es doble: por un lado, abrir un debate sobre la resignificación de la hoja de coca, alejándola del estigma que pesa sobre las sustancias derivadas de ella; y por otro, promover la reflexión ética sobre el retorno de las obras y piezas arqueológicas que fueron adquiridas de manera inequitativa y que hoy reposan en colecciones de museos de todo el mundo”.
La exposición, que permanecerá algunas semanas en Italia antes de continuar su itinerario por Austria, España, Polonia, Francia, Portugal, Países Bajos, Chequia y Finlandia, se consolida como un puente cultural entre América Latina y Europa. Cada parada ofrecerá al público un acercamiento a las visiones originarias de la relación entre el ser humano y la naturaleza, así como a las nuevas lecturas del arte colombiano contemporáneo.

La canciller expresó su profundo agradecimiento al Gobierno de Italia y al cuerpo de Carabinieri por su cooperación en los esfuerzos de recuperación y repatriación de bienes culturales pertenecientes al patrimonio colombiano. “Gracias a esta colaboración, más de 280 piezas arqueológicas de incalculable valor histórico han regresado al país durante el Gobierno del presidente Gustavo Petro, reafirmando el compromiso de ambas naciones con la protección del legado cultural y la justicia patrimonial”, enfatizó Villavicencio, destacando el carácter ejemplar de esta cooperación bilateral.
La muestra reúne el trabajo de dos artistas colombianos que han sabido conjugar memoria y contemporaneidad: Omar Hurtado, quien presenta una réplica exacta de la célebre Colección Quimbaya, símbolo de la destreza orfebre precolombina, y Tatiana Arocha, cuya propuesta artística dialoga con los saberes ancestrales y las visiones ecológicas de la hoja de coca como planta sagrada. Ambas obras conforman un relato visual que entreteje la espiritualidad indígena con las preguntas actuales sobre identidad, territorio y sostenibilidad.

Con una cuidada museografía y un enfoque pedagógico que trasciende la mirada estética, “Oro y Hoja de Coca” se erige como un espacio de encuentro entre culturas. La muestra invita al espectador europeo a mirar más allá de los prejuicios asociados a la coca, redescubriendo su valor simbólico en los tejidos sociales y espirituales de las comunidades que la han cultivado durante siglos. Al mismo tiempo, abre una discusión global sobre la restitución de bienes patrimoniales y la necesidad de construir un diálogo respetuoso entre los pueblos y sus memorias materiales.
El acto inaugural fue acompañado por miembros del cuerpo diplomático acreditado en Italia, representantes de instituciones culturales europeas, curadores y académicos, quienes destacaron el papel de la diplomacia cultural colombiana en la promoción de nuevas narrativas sobre su herencia ancestral. En palabras de uno de los asistentes, “esta exposición no solo exhibe arte, sino que enseña a mirar con nuevos ojos la historia compartida entre América y Europa”.
Con iniciativas como esta, el Gobierno de Colombia reafirma su apuesta por una diplomacia cultural que trascienda fronteras y que reconozca en el arte y el patrimonio herramientas esenciales para el entendimiento mutuo, la reparación simbólica y la construcción de un futuro sustentado en la memoria y la diversidad.
carloscastaneda@prensamercosur.org
