

ESCRIBIR PUEDE SER EL REFUGIO QUE TU CORAZÓN NECESITA.
En un mundo acelerado, donde las emociones se acumulan sin espacio para ser comprendidas, la escritura se convierte en una herramienta silenciosa, pero poderosa, para sanar.
No se trata de ser escritor, ni de buscar palabras perfectas; se trata de escribir para entenderse, para vaciar el alma y encontrar claridad en medio del ruido.
La escritura terapéutica es un acto de liberación. Es poner sobre el papel lo que pesa, lo que duele, lo que calla. Es conversar contigo mismo desde la verdad más profunda, sin juicios ni máscaras.
Porque a veces, las palabras que no se dicen enferman… y las que se escriben, sanan.
¿Por qué necesitamos escribir para sanar?
- Emociones acumuladas y no expresadas: Vivimos conteniendo lágrimas, rabias, frustraciones y miedos. Escribir permite abrir esa válvula emocional, liberar la presión interna y dar nombre a lo que sentimos.
- Dificultad para hablar o comunicar lo que duele: Hay cosas que el alma no logra decir en voz alta. La escritura brinda un espacio seguro donde las palabras fluyen sin miedo a ser juzgadas o malinterpretadas.
- Necesidad de comprensión personal: A veces no sabemos por qué nos sentimos como nos sentimos, hasta que lo escribimos. El acto de escribir organiza los pensamientos y da sentido al caos interno.
- Procesos de duelo, ansiedad o trauma: La escritura ayuda a exteriorizar el dolor, a observarlo desde afuera, a entenderlo y, poco a poco, a transformarlo.
- Búsqueda de conexión espiritual o existencial: Escribir también es una forma de oración, de encuentro con uno mismo y con Dios. Es abrir el corazón en papel para permitir que la paz entre.
Consecuencias de callar lo que debería escribirse.
- Acumulación de tensión emocional y mental.
- Somatización del dolor (insomnio, ansiedad, cansancio sin causa aparente).
- Sensación de desconexión interior o vacío existencial.
- Falta de claridad en decisiones o en la gestión de conflictos.
- Aislamiento emocional, al no poder compartir lo que se siente.
Cuando las emociones se quedan atrapadas dentro, se convierten en ruido interno. En cambio, cuando se escriben, encuentran forma, voz y salida.
¿Cómo empezar a practicar la escritura terapéutica?
- Crea un espacio íntimo y sin distracciones.
- No necesitas mucho: una libreta, un bolígrafo y unos minutos de honestidad contigo.
- Escribe sin censura.
- No te preocupes por la ortografía, el orden o el estilo. Nadie va a leerte. Este ejercicio no busca belleza, sino verdad.
- Usa disparadores emocionales: Comienza con frases como:
“Hoy me duele…”
“Si pudiera hablar con mi yo de hace cinco años…”
“Lo que no me atrevo a decirle a nadie es…”
- Hazlo un hábito. Escribir 10 minutos al día puede ser tan poderoso como una conversación con un terapeuta.
- Cierra cada escritura con gratitud o reconciliación.
- Aunque hayas escrito sobre algo difícil, termina con una frase de alivio, por ejemplo:
“Hoy dejo esto aquí. Ya no me pertenece el dolor, me pertenece la lección.”
“Cuando la voz tiembla y las lágrimas no salen, la pluma sabe hablar lo que el alma calla.”
La escritura terapéutica no cambia el pasado, pero cambia la manera en que lo recuerdas. No borra las heridas, pero enseña a mirarlas con compasión. Escribir es como mirarte al espejo del alma y decirte: “Aquí estoy, con todo lo que soy, dispuesto a entenderme y a sanar.”
Cada palabra escrita es una semilla de comprensión. Cada hoja llena de pensamientos, una página de tu propia historia de transformación.
Porque cuando escribes, no solo expresas… te escuchas, te reconcilias y te reconstruyes.
Y en ese acto íntimo y sagrado, Dios también se sienta contigo. Él lee tus lágrimas convertidas en tinta, tus silencios traducidos en frases, y te susurra al corazón: “No estás solo. Cada palabra que escribes es una oración que yo también escucho.”
Así, escribir deja de ser solo un hábito y se convierte en un refugio.
El refugio donde tu corazón encuentra descanso, y tu alma, dirección.
“Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”. Salmos 147:3 (RVR1960).
Si necesitas apoyo psicológico especializado virtual individual o terapia de pareja, comunícate conmigo.
Dra. Elizabeth Rondón.
Tlf. +583165270022
Correo electrónico: Elizabethrondon1711@gmail.com
