

Una enfermedad que afecta a miles de personas en el mundo, que años atrás quizás era completamente irreversible, hoy puede hasta evitarse con prácticas sencillas en el día a día. El alzhéimer destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar, pero se vuelve débil ante un cerebro activo y en constante aprendizaje que forma lo que los neurólogos llaman “reserva cognitiva”, ¿de qué se trata?
El Dr. Nicolás Evreinoff, expresidente de la Sociedad Paraguaya de Neurología y especialista en enfermedades neurodegenerativas, habló de las primeras señales del alzhéimer y de qué manera se podría retardar la enfermedad o, en el mejor de los casos, evitarla.
Pero antes es fundamental entender qué es realmente el alzhéimer, y el doctor Evreinoff explicó que es una de las principales enfermedades causantes de demencia relacionadas con la edad, aunque haya muchas, es la más frecuente.
“Va produciendo un deterioro de las funciones superiores, memoria, atención, concentración, lenguaje que con el tiempo hace que la persona sea cada vez más dependiente del cuidado de un tercero”, expresó el profesional durante una entrevista en el programa Residentas del canal GEN/Nación Media.
El alzhéimer comienza manifestándose en la persona con la pérdida de memoria de hechos cercanos, es decir, lo que hizo recientemente desaparece de la mente y solo persiste lo que vivió años atrás. Pregunta y repite todo el tiempo la misma premisa.
Aunque se habla mucho de una condición genética o hereditaria, el doctor Evreinoff aclaró que esa condición no es determinante, no necesariamente se puede adquirir con el gen familiar.
“Puede existir manifestaciones tempranas, pero es poco probable, estadísticamente puede aparecer después de los 65 años. Hay familias que heredan un gen que predispone a que tengan sí o sí la enfermedad, pero no es frecuente. No es hereditaria directamente”, agregó.
RESERVA COGNITIVA, UNA ESPERANZA
Según el doctor Evreinoff, más del 40 % del alzhéimer se puede prevenir o retardar por muchos años controlando los factores de riesgos principales como la hipertensión, obesidad, sedentarismo, tabaco, que aumentan la probabilidad de la aparición de enfermedades degenerativas.
Sin embargo, existen otras prácticas tan simples que ayudan a estimular la mente y prepararla para que el alzhéimer pase de largo.
“Ya hace muchos años se dieron cuenta los científicos de que las personas con mayor formación educativa tenían menos incidencia de demencia. Cuando uno va conociendo o aprendiendo algo nuevo, va conectando la neurona, eso ayuda mucho. A estas conexiones nosotros los neurólogos llamamos reserva cognitiva”, sostuvo el profesional.
Para entender de qué se trata la reserva cognitiva, el neurólogo puso como ejemplo que aprender a tocar la guitarra activa muchas partes del cerebro al coordinar el uso de ambas manos, la visión, el lenguaje y el pensamiento, los cuales se convierten en caminos nuevos para la mente, y esos caminos son las “reservas”.
De acuerdo a Evreinoff, el cerebro tiene la capacidad para adaptarse a cosas nuevas, y para eso están los caminos extras, que son las reservas.
“Lo que podemos hacer es aprender cosas nuevas, aprender un idioma disminuye el alzhéimer, aprender a ejecutar un instrumento musical disminuye significativamente la probabilidad de tener alzhéimer. Aprender disminuye el riesgo”, finalizó.
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