

Las apuestas deportivas ilegales son un negocio muy lucrativo que mueve más de un billón de dólares anuales, responsable también de que se haya montado toda una estructura de sobornos, amaños y acciones colusorias, que han afectado la integridad de las competiciones. El gran tamaño de su operación tiene un significativo impacto en la economía mundial, lo que las vuelve atractivas al blanqueo de dinero y otras prácticas corruptas. Se calcula que el mercado mundial de apuestas legales en 2020 alcanzó unos $40.000 millones.
Si bien la naturaleza clandestina del lavado de dinero hace que sea difícil estimar la cantidad que se blanquea, se estima que a nivel mundial alcanza en un año de 340.000 millones a 2 billones de dólares, equivalente a entre el 2% y 5% del PIB mundial. Se calcula, también, que hasta el 80% de las apuestas deportivas y de carreras en todo el mundo se realizan de forma ilegal. Dada la magnitud del negocio, éste resulta muy atractivo para los grupos delictivos organizados, en especial lo que lavan sus activos.
Las apuestas deportivas, tanto las legales como las ilegales, han avanzado vertiginosamente, a una velocidad mayor que la de sus reguladores, pues es un negocio que tiene en el componente tecnológico y en la ubicuidad de su operación sus ventajas competitivas. Los controles laxos y las normativas insuficientes estimulan su operación. Recurren para su sostenimiento, en el caso de las ilegales, al uso de modalidades innovadoras de apuestas, la proliferación de los juegos de azar en línea y el creciente uso de las criptodivisas.
Durante las dos últimas décadas es cuando registraron su espectacular crecimiento y transformación global, gracias al auge de los dispositivos móviles y de las criptodivisas. Esa tecnología, al estar al alcance de todos, facilita su realización en cualquier lugar y momento, especialmente en los “países refugio”. Sus aspectos más perniciosos son su poder corruptor y conexidad con el amaño de las competiciones, que menoscaban la integridad del deporte, así como la gran influencia y participación de los blanqueadores de capitales en el negocio.
Ese libre acceso a sus operaciones le ha dado su carácter transnacional al negocio. En consecuencia, la capacidad de respuesta de las organizaciones deportivas como de los diferentes gobiernos se ha visto desbordada sistemáticamente, habida cuenta del nivel de sofisticación y difícil rastreo que caracteriza la operación de las casas de apuestas. Adicionalmente, los operadores se aprovechan de un panorama legislativo nacional desigual y del mayor anonimato que proporcionan Internet y el uso de criptodivisas.
El uso de la tecnología blockchain y de los servicios de mezcla de criptodivisas en el contexto de las apuestas ilegales es también un tema emergente y complejo. Esos servicios ofrecen un mecanismo de transferencia de dinero internacional fiable y sin participación de los bancos, casi imposible de rastrear, que puede utilizarse para las apuestas. Muchos sitios en los que estas operan aceptan en la actualidad las criptodivisas como forma de pago.
Aunque ninguna región es inmune al problema de las apuestas ilegales, los datos que manejan en Naciones Unidas sugieren que los Estados de Asia-Pacífico están especialmente afectados tanto por la oferta como por la demanda de este tipo de actividad ilícita. También se sospecha que estas son un problema creciente en los Estados africanos y en los de América Latina y el Caribe, al haberse convertido en la ilusión de sus poblaciones para salir de la pobreza. Ecuador lo padece por la falta de adecuadas normativas y controles.
Los deportes en los que más se apuesta suelen ser los más populares entre los aficionados de todo el mundo. En 2020, en ese ámbito, los más seguidos fueron el fútbol, baloncesto, vóleibol, tenis, ciclismo, automovilismo, deportes extremos, artes marciales mixtas, bádminton, béisbol, golf, hockey sobre hielo, rugby y cricket. Al estar fuertemente vinculadas a la visualización de estos, los partidos y eventos televisados se vuelven claves para el mayor volumen de ese negocio.
El total de las apuestas difiere según el deporte, de si se trata de un juego de equipo o de un juego entre dos jugadores, o de una carrera o un juego de habilidad. La industria ofrece tipos de apuestas para todos los deportes, disponibilidad que es característica de los mercados de las legales como de las ilegales, aunque suele haber más en los mercados ilegales porque no hay restricciones reglamentarias para los operadores. La afectación es la misma, sea que se trate de apuestas legales o ilegales.
Para entender mejor el impacto de las apuestas ilegales es fundamental su definición, que, al igual que otros delitos transnacionales, no es coherente ni está universalmente consensuada. Con el fin de aportar más claridad sobre su naturaleza y definición, y de la que es propia de las legales, utilizaremos, siguiendo los criterios de la United Nations Office on Drugs and Crime (UNODC), las siguientes categorizaciones para describir la actividad de las apuestas:
- Mercado blanco: operadores de apuestas con licencia para operar en todas las jurisdicciones en las que aceptan apuestas.
- Mercado gris: operadores de apuestas con licencia en al menos una jurisdicción, pero que aceptan apuestas en zonas donde el producto de las apuestas es ilegal.
- Mercado negro: operadores de apuestas sin licencia que operan en múltiples jurisdicciones y que pueden entenderse como una forma de delincuencia organizada transnacional.
Mientras que las apuestas ilegales tienen lugar tanto en el mercado gris como en el negro, el marco de concesión de licencias para los operadores del mercado gris suele ser opaco. En particular, en los últimos 20 – 30 años, se ha desarrollado un sistema de concesión de licencias en el que varias jurisdicciones proporcionan una licencia a los operadores de apuestas en línea, que es utilizada por muchos operadores para justificar su negocio transfronterizo en línea.
Ciertamente, su gran dispersión y creciente influencia han vuelto más compleja la lucha contra este flagelo, especialmente cuando existen países que cuentan con normativas y tecnologías insuficientes, que les impide acometerla con éxito. Prevenir, descubrir y sancionar la manipulación es todo un gran desafío, pues el enemigo a vencer es una industria muy poderosa, sofisticada y rentable, que mueve muchísimo dinero. El amaño de competiciones
El amaño o manipulación de competiciones es el arreglo del curso o resultado de una competición por motivos deportivos o económicos, propiciados por deportistas que acceden a disminuir su potencial deportivo para beneficiar a sus adversarios de menor nivel, al influjo de sus entrenadores o de sus propias conveniencias. O, también, para asegurar un resultado que les evite enfrentar posteriormente a rivales que seguramente los superarán, e incluso para predecir un marcador y hasta el número de jugadores amonestados y tiros de esquina.
Este flagelo del deporte está muy asociado con las apuestas deportivas, especialmente con la posibilidad de que los atletas pierdan partidos o competiciones en las que son favoritos. Lo inesperado de su derrota termina favoreciendo a las casas de apuestas, las cuales directamente o por iniciativa de terceros han arreglado previamente ese resultado y la compensación económica a recibir por hacerlo predecible. Recientemente en Ecuador la empresa inglesa Star Perform, que monitorea la integridad de sus competiciones del fútbol profesional, detectó amaños que involucran a cinco clubes de la serie B, bajo la adicional sospecha de que existan mafias que intimidan y compran jugadores,
Es una problemática muy compleja que afecta mucho al deporte y la credibilidad de sus competiciones. Tanto es así, que el recordado papa Francisco llamó a “mantener la autenticidad del deporte y protegerlo de las manipulaciones y de la explotación comercial”, durante la apertura en la Santa Sede de la primera conferencia mundial sobre fe y disciplinas deportivas. “Sería triste, para el deporte y para la humanidad, si la gente ya no pudiera confiar más en la verdad de los resultados deportivos, o si el cinismo y el desencanto predominaran sobre el entusiasmo y la participación alegre y desinteresada”, explicó.
“En el deporte, como en la vida, es importante luchar por el resultado, pero jugar bien y con lealtad es aún más importante”, subrayó el Pontífice, al tiempo que agradeció a todos quienes se empeñan en “erradicar toda forma de corrupción y manipulación”. Digno corolario para un tema que tanto preocupa y afecta al deporte y sus competiciones.
La lucha del COI y sus controles
La tarea de control es ímproba, puesto que cualquier ciudadano del mundo puede acceder a sus operaciones desde donde se encuentre, sólo con disponer de un smartphone. Su marco regulador tuvo su origen en la primera reunión sobre la Lucha contra las Apuestas Deportivas Irregulares e Ilegales, realizada en 2011. Esa reunión fue promovida por la UNODC y el COI, junto con las FI y los CON, así como por gobiernos, la Interpol y otras organizaciones, incluidos los operadores de apuestas.
Desde Londres 2012, el COI viene incluyendo una cláusula de cooperación sobre el amaño de competiciones en los contratos con las ciudades sedes. El 16 de diciembre de 2015 expidió el Código del Movimiento Olímpico para la prevención de la manipulación, a propuesta del I Foro Internacional de la Integridad en el Deporte, cuya segunda edición se dio el 15 de febrero de 2017. Las iniciativas del COI para luchar contra los amaños se engloban en tres categorías: reglamento y regulación; formación y desarrollo de capacidades; y monitorización, servicios de inteligencia e investigación.
Pese a la complejidad de esa lucha, el COI no ha cejado en su empeño de evitar mayores afectaciones a la integridad del deporte y de sus competiciones. Concordante con ello, expidió el Código del Movimiento Olímpico para la prevención de la manipulación de las competiciones, que le proporcionó a las organizaciones deportivas un conjunto de normas sistematizadas para proteger sus competiciones del riesgo de manipulaciones o de servir intereses contrarios a la ética y a los principios y valores del deporte.
Su eficacia depende de que los Estados cuenten con sistemas de alerta temprana y sanciones severas contra quienes las promueven y operan. Entonces, Thomas Bach reiteró el compromiso del COI de seguir luchando contra todas las formas de manipulación del deporte: “Tenemos que hacer todo lo posible para proteger a los millones de deportistas limpios en todo el mundo. Protegerlos va de la mano con la garantía del entorno en el que operan los atletas está a salvo de influencias corruptoras. La publicación de hoy del Código es un paso importante en la lucha contra la manipulación en el deporte. Se trata de un esfuerzo conjunto de varios actores claves del Movimiento Olímpico, en particular las FI, y otro resultado tangible de la Agenda Olímpica 2020”.
Su primera aplicación se dio durante los Juegos de Río de Janeiro 2016, conforme lo determinado por el Reglamento de Aplicación de los Juegos Olímpicos. Si bien su expedición fue un gran aporte a la lucha contra las apuestas ilegales y la manipulación de competiciones, no podemos soslayar que, al tiempo que se aprueban nuevas normativas y métodos de prevención, los operadores de esa industria criminal ya comienzan la búsqueda de mecanismos o alternativas para evadirlos o volverlos ineficaces.
Lamentablemente, el delito siempre le lleva la delantera a la justicia y al Juego Limpio, más aún cuando son billones los que están en juego. Con tantos operadores de apuestas en línea que las aceptan en múltiples jurisdicciones, es cada vez más difícil determinar cuáles son legales y cuáles no, excepto desde la estrecha posición de si el operador tiene licencia en la jurisdicción donde tiene lugar el punto de venta. Aun cuando compleja, la lucha contra las apuestas ilegales y el amaño de competiciones no admite vacilaciones ni renunciamientos.
La participación de Naciones Unidas y de los Estados
La Conferencia de los Estados Parte de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC) celebró su octava sesión en Abu Dhabi del 16 al 20 de diciembre de 2019. Durante ese período, la Conferencia adoptó la resolución 8/4 sobre “Proteger el deporte de la corrupción”, en la que se pedía a la UNODC, entre otras cosas, que: “con arreglo a su mandato, en estrecha consulta con los Estados Parte y en cooperación con los interesados pertinentes, prepare un estudio temático amplio sobre la protección del deporte contra la corrupción, que incluya un examen de la forma en que puede aplicarse la Convención para prevenir y luchar contra la corrupción en el deporte”.
En 2020, en la Conferencia de los Estados Parte de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, se invitó a los gobiernos a proporcionar información sobre iniciativas y prácticas para abordar la corrupción en el deporte y apoyar la aplicación de la resolución 8/4 sobre la protección del deporte contra la corrupción. El Informe Global sobre Corrupción en el Deporte – Apuestas ilegales y Deporte, finalmente fue emitido en 2021 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Concordante con ello, los gobiernos fueron invitados a reforzar la detección y la denuncia de las apuestas ilegales en el deporte y el lavado de dinero asociado a ellas, mediante la implementación de las siguientes acciones recomendadas por dicha Oficina:
- Estableciendo plataformas nacionales y puntos de contacto para la cooperación internacional con los organismos deportivos y otras partes interesadas clave, incluidos los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los operadores de apuestas con licencia.
- Garantizando que las legislaciones nacionales incluyan leyes que penalicen adecuadamente las apuestas ilegales y la manipulación de la competición relacionada con ellas, incluyendo la obligación de los operadores de apuestas que ofrecen apuestas en eventos deportivos de informar a los reguladores de los casos de apuestas sospechosas.
- Mejorando la capacidad de las autoridades competentes, mediante la formación y la asignación de recursos adecuados, para detectar, investigar, perseguir y sancionar a los implicados en las apuestas ilegales en el deporte.
- Desarrollando una normativa que obligue a los operadores de apuestas con licencia a informar de los casos de apuestas sospechosas a los reguladores y a publicar una lista oficial de accionistas, empresas matrices y filiales, para dejar clara la identidad de sus propietarios.
- Animando a los operadores de sistemas de pago por Internet a identificar transacciones sospechosas de estar relacionadas con apuestas ilegales y cooperar con los proveedores de servicios de Internet para pedirles, cuando proceda, que identifiquen, bloqueen y eliminen los sitios web de apuestas ilegales y que informen de la situación a las autoridades policiales pertinentes.
- Alentando a las fuerzas del orden encargadas de actuar sobre las apuestas ilegales en el deporte a que busquen la cooperación con los operadores de sistemas de pago por Internet para identificar las transacciones que se sospecha están relacionadas con las apuestas ilegales.
- Instando a las autoridades responsables de la aplicación de la ley y de la justicia penal pertinentes a considerar que las actividades de apuestas ilegales que implican el blanqueo de los ingresos procedentes de actividades ilegales y delictivas son producto del delito.
- Estableciendo unidades específicas de integridad de las apuestas deportivas en los organismos reguladores.
- Estableciendo unidades de lucha contra el lavado de dinero dentro de los reguladores del juego y garantizar que los controles contra el lavado de dinero se ajusten a las normas y directrices pertinentes.
La actuación de las organizaciones privadas
A nivel mundial, la Asociación Internacional de Integridad en las Apuestas (IBIA) es una organización sin ánimo de lucro que cuenta entre sus miembros con muchos de los mayores operadores de apuestas regulados del mundo. Los miembros de la IBIA comparten información sobre las apuestas deportivas y denuncian las actividades sospechosas en los mercados de apuestas.
Además, la IBIA tiene acuerdos de intercambio de información con los principales organismos deportivos, tales como la FIFA, la UEFA, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) y el COI, así como con los reguladores del juego. Ha cumplido un rol disuasivo importante, que requiere ser complementado con mayores regulaciones y controles por parte de las autoridades gubernamentales, en el marco de una adecuada sinergia entre estas y las deportivas. Ello se complementa con la labor de inteligencia que cumplen las empresas especializadas que rastrean el comportamiento de jugadores y de sus clubes, buscando prevenir los casos de amaño de partidos.
Después del detallado análisis realizado de los riesgos e impactos que tienen en el deporte y la integridad de sus competiciones las apuestas deportivas, en menor escala las legales, resulta paradójico ver convertidas a muchas casas de apuestas como patrocinadoras de las organizaciones deportivas en una gran mayoría de países. El solo hecho de asociar la imagen de esa actividad y negocio al deporte es perjudicial a la imagen de éste y beneficiosa a la de las casas de apuestas, cuya dudosa reputación necesitan mejorar.
Ciertamente es un difícil dilema que debe enfrentar el COI, parecido en importancia al que se planteó décadas atrás, de permitir o no la participación de los deportistas profesionales en los Juegos Olímpicos. Esta vez, debería decidir sobre la conveniencia o no de que las organizaciones deportivas puedan asociar su imagen con las casas de apuestas, o ser financiadas por estas. Es un conflicto ético que no puede ser soslayado, pues afecta la reputación del deporte.
Estimular la ludopatía no es y nunca será una actividad loable para dichas organizaciones, más aún cuando las apuestas seducen a las personas a ganarse su sustento de manera fácil, lo que trae consigo deserción estudiantil y en las actividades productivas que generan empleo y riqueza en los países. El futuro que pueden deparar es gente impreparada e improductiva, sometida a la esclavitud de las apuestas, incluso a riesgo de perderlo todo en alguna ocasión.
Si “los atletas son el corazón del Olimpismo”, tal como lo aseveró la presidente del COI, Kirsty Coventry, durante la jornada inaugural del VI Foro de Atletas del Consejo Olímpico de Asia, celebrado el 2 de septiembre en Astaná (Kazajstán), preservar la integridad del deporte y de sus competiciones, y proteger a los deportistas limpios debe ser la gran apuesta del COI. No hay tiempo que perder.
Por César Pólit Ycaza ECU

Destacado especialista ecuatoriano en deporte, licenciado en Ciencias Sociales y Políticas, con una amplia trayectoria en gestión y política deportiva. Ha sido presidente de la Federación Ecuatoriana de Voleibol, secretario nacional del Deporte, directivo del Comité Olímpico Ecuatoriano y secretario de la Federación Ecuatoriana de Tenis. Fue director de la Comisión de Eventos de la Confederación Sudamericana de Voleibol y presidente del Panathlon Club Guayaquil. Es autor del libro Estado y Deporte. Amigos y enemigos íntimos y ha participado activamente en la elaboración de leyes deportivas, promoviendo la ética, la transparencia y el desarrollo institucional.
